3 historias de amor entre mujeres que te alegrarán el día

Julia y Sandra se conocieron cuando las dos pensaban que ya no encontrarían el amor.  Julia tenía 41 y Sandra 44. Cargaban con decepciones y diversas historias que las hacían pensar que esto tan bonito que han logrado construir solo pasaba en las películas.

Coincidieron en un taller literario, “y todo fue fácil, todo se dio, un café para comentar un libro, una cena, llamadas telefónicas casi diarias. Y es que llevamos 4 años y casi nunca hemos discutido”, dice Julia.

Otras de las cosas que Julia y Sandra pensaban que no podían conseguir era ser madres. “Yo siempre había querido ser mamá pero no había tenido una pareja con quien deseara cumplir ese sueño, y ya cuando Sandra y yo decidimos intentar, yo que era la más joven tenía casi 43 y mi reserva ovárica era muy baja. Ni siquiera nos planteamos intentar una fecundación in vitro, no queríamos perder más tiempo”.

Julia y Sandra se embarazaron en la clínica FIVMadrid, especializada en parejas de mujeres, a través de la ovodonación. Esto es que se generan embriones a partir de los óvulos de una donante (que en este caso se parecía físicamente a Julia) y semen de banco.

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Al ser donantes jóvenes los embriones son de muy alta calidad. Julia se embarazó en el primer intento. “Queríamos dos hijos así que cuando nuestro hijo tenía 9 meses fuimos a por otro con los embriones que teníamos congelados, era una locura pero los años no perdonan. Y aunque fue un poco matada, no podemos ser más felices”.

Julia y Sandra tienen un bebé de 3 meses y otro de 20. Sin duda unas valientes.

Juntas desde la adolescencia

Marta y Susana tienen una historia poco usual. Se conocieron en su primer año de universidad, cuando tenían 18 y 19 años. Se hicieron inseparables, pero en ese momento Susana tenía novio y Marta novia.

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“Un día cuando ya habíamos terminado la carrera nos vimos, salimos de fiesta, y nos liamos. Nuestras familias y amigos se alegraron tanto, porque nos queríamos, éramos amigas y estábamos compenetradas, pero lo que empezamos a sentir fue tan intenso, que al poco le pedí matrimonio. Fuimos las primeras en nuestro grupo de amigas en casarse”.

Antes de cumplir los 30 años, Marta y Susana estaban casadas y tenían una niña de año y medio. Lograron embarazarse por una inseminación artificial en FIVMadrid. La madre gestante fue Susana. Cuatro años después otra inseminación hecha en la misma clínica les ha permitido estar embarazadas otra vez.

El óvulo de mi mujer creciendo dentro de mi

“Hace seis años llegó a mi oficina una nueva incorporación para el departamento de comunicaciones. Era una rubia preciosa a la que no podía parar de mirar. Cuando me enteré de que le gustaban las chicas puse en práctica todas mis técnicas de seducción y en poco tiempo estábamos saliendo.

Lo que al comienzo era solo una atracción física se transformó pronto en amor. Era una mujer increíble. En nuestro segundo año de relación tomamos una excedencia de seis meses y estuvimos viajando juntas. Fue increíble. Después de tantas aventuras juntas supimos que estábamos preparadas para la aventura mayor, convertirnos en una familia.

Fuimos a la clínica FIVMadrid y vimos todas nuestras posibilidades. Lo que más nos gustaba era el método ROPA, y era que el óvulo de mi chica creciera dentro de mi útero.

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Ella tuvo que hormonarse durante unos días y después le sacaron los óvulos. Estos se fertilizaron en un laboratorio, de los 3 embriones que conseguimos me embaracé del segundo. Aún nos queda uno congelado por si queremos agregar un nuevo miembro a esta aventura”.

Las protagonistas de esta preciosa historia son mamás de un niño de dos años.

Cada historia de amor es especial, cada tratamiento de fertilidad se ha ajustado a las características de cada pareja.   tiene muy buenas tasas de éxito.

La segunda pareja, por su edad, tenía muchas posibilidades de conseguir un embarazo por inseminación artificial, y la última lo consiguió a su hijo por el tratamiento preferido por mujeres lesbianas, el método ropa.

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