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Entrevista a Thais Morales: “Estos espacios facilitaron el surgimiento de una cultura lesbiana en los primeros años del siglo XX”

, publicado el 1 Noviembre 2010

Thais Morales es una periodista catalana licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona, autora de cuentos, poesía y relatos, y una experta en las mujeres de la Rive Gauche.

Entre sus relatos, cabe mencionar “El mechero homosexual”, que por cortesía de la propia autora he tenido la oportunidad de leer. Narra la historia de un mechero que, tras vivir varias peripecias mientras pasa de unos a otros, cae por fin en las manos de un hombre con el que vive una experiencia sexual que le hace llegar al éxtasis. Este peculiar relato, ameno y divertido, quedó finalista en la Bienal de Barcelona y fue publicado ese mismo año (1989) por la Bienal.

Nuestra periodista catalana ha participado en varias revistas de temática gay y lésbicas y en diversos medios de comunicación, en los que nos ha brindado su gran bagaje cultural acerca del lesbianismo y su historia, así como sobre aquellas mujeres que frecuentaban la Orilla Izquierda en la ciudad del amor por excelencia: París.

En su trayectoria cuenta con dos novelas: Efecto Retrovisor, publicada por Ellas Editorial; y Una aparición inesperada, publicada por la editorial Egales.

Thais Morales se convierte a diario en Mara Palés en su blog. Mara es una agente de prensa que se dedica a transmitir a sus lectoras y lectores todas aquellas noticias que se hacen hueco cada día en nuestra realidad lésbica. Les recomiendo que visiten su blog, premiado por el periódico La Vanguardia, y que se empapen de sus conocimientos.

Este mes, la revista MíraLes tiene el honor de contar con Thais, una mujer que ha luchado siempre por la visibilidad, para que nos ayude a adentrarnos aún más en la vida de nuestras mujeres del siglo XX.

1. ¿En qué piensa Thais Morales cuando escucha “Mujeres de la Rive Gauche”? ¿Qué te sugieren estas mujeres o qué es lo primero que se te viene a la cabeza?

Cuando pienso en las llamadas mujeres de la Rive Gauche parisina, pienso en una lista de mujeres creativas, con energía y talento; mujeres que sentían pasión por el arte y la literatura, sin obligaciones, sin maridos ni hijos, que fueron seducidas no sólo por la belleza de la ciudad, sino también por la extraña promesa de libertad, el ambiente progresista y libre que se respiraba fuese cual fuese tu tendencia. Fue un momento único, que recogía una tradición heredada de la Bélle Époque, más permisiva que la que pudiera existir en cualquier otra ciudad. Hacia los diez últimos años del siglo XIX, ya existía en París toda una red de cafés, salones literarios y lugares de encuentro para travestidas, prostitutas, lesbianas y, en general, toda la bohemia. Estos espacios facilitaron el surgimiento de una cultura lesbiana en los primeros años del siglo XX. Así que en ese entorno no resulta extraño del todo que allí se reunieran mujeres como Renée Vivien, Natalie Barney, Colette, Djuna Barnes, Adrienne Monnier y Sylvia Beach o Janet Flanner, Dolly Wilde y Gertrude Stein. Renée Vivien soñaba con París, esa ciudad “amada y deseada”. Para Colette, era la Ciudad del Amor. Janet Flanner estaba convencida de que el Sena hacía que París tuviera una anatomía que la convertía en una de las ciudades “más preciosas de la Tierra”. A Sylvia Beach le encantaba París y Djuna Barnes se lamentaba diciendo que “siempre deseo estar en París”.

2. En tu libro Una aparición inesperada, una de esas imprevistas apariciones es la mismísima Natalie Clifford Barney. ¿Por qué elegiste a Natalie y no a otra? Sé que Natalie Barney no estaba en un principio. ¿Quién era el personaje de ese primer borrador? ¿Por qué ese cambio?

Elegí a Natalie porque, como personaje, me pareció un contrapunto perfecto para la protagonista, Tarsila, una mujer tremendamente indecisa. Natalie es una mujer fuerte, de ideas claras y que reivindica el lesbianismo desde la normalidad más absoluta. Es verdad que en el primer borrador de la novela quien se le aparecía a Tarsila era Jack Kerouac, el pope de la generación beat norteamericana. En la novela final, sustituí a Kerouac por Natalie Barney que, en lugar de animarla a escribir una novela, la anima a tomar decisiones. ¿Por qué hice ese cambio? Por dos motivos: porque quería enfocar de una manera cotidiana el lesbianismo, haciéndolo más evidente y, segundo, porque quería rescatar de la invisibilidad a uno de nuestros referentes más seductores y atractivos, como lo es Natalie. Jugué también para reivindicar esta visibilidad con el título, que hace referencia a la inesperada y absurda, si se quiere, aparición de Natalie Barney en la cocina de Tarsila, y también a la obra de Renée Vivien Se me apareció una mujer, una novela en la que la autora explica su relación con el personaje de Loreley, que no es otra que Natalie Clifford Barney.

3. Natalie fue sin duda una pieza vital en este grupo de mujeres gracias a su salón literario. Más que como escritora, ha destacado siempre por sus enredos de cama: se habla a menudo de su promiscuidad e incluso de su incapacidad para amar; ambas características forman parte del halo que envuelve a esta gran mujer. He tenido la ocasión de ver una foto suya al desnudo y la verdad es que quita la respiración a cualquiera. Si a esto le añadimos su intelecto, se acerca bastante al prototipo de mujer perfecta. ¿Qué opinión te merece la Amazona por excelencia? ¿Qué es lo que más te llama la atención de ella?

Como he dicho, Natalie es uno de los referentes lésbicos más atractivos que tenemos. Lejos del drama y la percepción enfermiza o delictiva que se tenía del lesbianismo, Natalie propone una concepción absolutamente moderna y contemporánea de cualquier tendencia sexual, no sólo del lesbianismo. Fue una precursora. Natalie Barney tenía una postura opuesta a las teorías de la inversión sexual de su época, y que contrastaba con la imagen pesimista que dan autoras como Dolly Wilde y también Djuna Barnes con su obra El bosque de la noche. Natalie no siente la necesidad de explicarse o hacerse entender. No le interesaba, como a Radclyffe Hall, escribir obras que fomentasen la tolerancia y explicasen lo que era “ser invertida”, sino que quería fomentar una identidad positiva y un sentido de comunidad entre las lesbianas.

4. A las lectoras de MíraLes que siguen mi sección de “Mujeres del siglo XX” en general, y a mí en particular, nos encantaría que nos contases alguna anécdota o cotilleo de estas grandes valientes. ¿Tiene Thais alguna en el tintero?

Muchas anécdotas de este grupo de mujeres están recogidas en El almanaque de las mujeres, de Djuna Barnes. En ese libro nos cuenta numerosas historias y encuentros entre las mujeres de la Rive Gauche, la leyenda de las fiestas en las que se escenificaban obras en honor a Safo y en las que podías encontrarte a Colette bailando desnuda, a Dolly Wilde vestida como su tío Oscar o a Janet Flanner vestida con frac y chistera. Eso sí, una anécdota que me dejó impresionada fue cómo acabó la relación entre Natalie y la pintora Romaine Brooks. Natalie la conoció en 1915 y estuvieron juntas más de medio siglo, hasta que en 1969, a los 95 años, Romaine decidió romper definitivamente con Barney. ¿La culpa? De otra mujer, Gisèle Pick, a quien la Amazona había conocido en 1958 y con la que mantuvo un idilio de 14 años, siete de los cuales fue en secreto. Cuando se conocieron, Natalie tenía, y aquí viene lo genial, ¡82 años!, y Gisèle, una mujer casada, que ya era abuela, 58. Es una anécdota que retrata perfectamente el estilo Barney.

5. De entre todas estas mujeres, ¿hay alguna en concreto que toque el corazón de Thais de una manera especial? ¿Podrías decirles a nuestras lectoras quién y por qué?

No sé qué decirte. Me gustaría poder robar algún rasgo de cada una y hacerlo mío. Por ejemplo, de Natalie su capacidad de seducción, su inteligencia y su falta de prejuicios, ese talante moderno que tenía; de Djuna Barnes, la capacidad de observación y recreación literaria; de Gertrude Stein, su intelecto y su genialidad (aseguraba que James Joyce era bueno, pero que antes que él escribiera el Ulises, ella había escrito Ser norteamericanos); de Radclyffe Hall y Dolly Wilde, la androginia; de Liane de Pougy, la sofisticación; de Sylvia Beach su instinto editorial y de Janet Flanner su instinto periodístico. Por poner sólo a unas cuantas. Sería como tener superpoderes.

6. En la actualidad asistimos a un auge de librerías especializadas en temática LGTB y en mujeres feministas. Los afortunados que vivieron a principios de los años XX en París tuvieron la gran suerte de poder visitar librerías como Shakespeare and Co. y La maison des amis des livres: ¿tienen algo que envidiarle las librerías de hoy en día a estas dos librerías de antaño? ¿Podrías hablarnos de estas librerías y de sus precursoras? ¿Has tenido la oportunidad de visitar la de Shakespeare and Co. en París?

No sé si “auge” es la palabra adecuada. Cómplices, Berkana, Antinous, A different life, Nosotr@s, por nombrar a las de Barcelona y Madrid, llevan años manteniéndose y no es fácil. Las librerías pequeñas e independientes en general están en un momento delicado. Tendríamos que “utilizarlas” más y más a menudo. Sería una buena manera de reivindicar los negocios lesbianos, algo necesario para poder ser visibles. Así que creo que, si a nivel de espacio y de contenido no tienen nada que envidiar a las librerías clásicas que mencionas, a nivel de público y fidelidad, sí. Y sí, he estado en la librería Shakespeare and Company, que no está en su emplazamiento original, aunque merece la pena dejarse caer por allí y entretenerse un rato.

7. Durante la época de mayor auge de la Orilla Izquierda en París, ¿cuál era la situación en España de las mujeres lesbianas intelectuales? ¿Existía algún grupo paralelo en nuestro país?

Mientras en el París de entreguerras Natalie Barney reunía cada viernes a sus amigas y amigos escritores, periodistas y diplomáticos en su salón de la Rue Jacob, aquí teníamos el Lyceum Femenino de Madrid, formado por mujeres brillantes y, tal vez, poco estudiadas, que estuvo abierto desde 1926 hasta 1936. Por ejemplo, estaba Victorina Durán, una de sus fundadoras, que nunca ocultó sus preferencias y que escribió dos obras basadas en sus experiencias lésbicas, Sucedió y Así es. Digamos que el referente de la Rive Gauche es el más y mejor estudiado, como dice Angie Simonis. Pero eso no quiere decir que aquí no hubiera en esa época un grupo de mujeres, algunas lesbianas y otras no, que trataban el tema de la mujer y el lesbianismo en sus obras y en un contexto mediatizado a veces por las teorías antifeministas de sexólogos y médicos como Gregorio Marañón. De hecho, en 1909, Ángeles Vicente escribió la novela Zezé, que presenta escenas explícitamente lésbicas. Hay otras autoras, como Carmen de Burgos (compañera de Ramón Gómez de la Serna quien, por cierto, visitó a Natalie en la Rue Jacob quedando muy impresionado por el ambiente bohemio que se respiraba) y sobre todo Ana María Martínez Sagi, con una serie de poemas lésbicos.

8. El foco central de tu última novela (Una aparición inesperada) es la dificultad de la protagonista a la hora de tomar decisiones. Parece como si el pánico se apoderase de ella cuando se ve enfrentada a una situación en la que su vida le reclama la toma de una decisión importante. Mi pregunta es: ¿siente Thais el mismo pánico cuando la vida le lleva a tomar decisiones importantes?

Afortunadamente no me paralizo al tener que tomar decisiones. Puede que me dé pereza y prefiera que otros las tomen por mí , pero intento hacer el esfuerzo de tomar mis propias decisiones. Las decisiones tienen que ver con el presente y, más importante, con el futuro, de ahí las dudas que pueden asaltarnos al tener que tomarlas continuamente. Por otro lado, nunca estamos seguros de haber tomado la decisión correcta, así que al final da lo mismo lo que decidas. Como decía Kierkegaard, si te casas lo lamentarás y si no te casas también lo lamentarás. Así que más vale relajarse.

9. Dediquemos un rato ahora a tu blog. En él firmas como Mara Palés. ¿Qué aporta esta agente de prensa a Thais Morales? ¿Cómo empezó vuestra relación?

El blog La inquietud de Mara surgió para poder expresar la opinión de la llamada Liga de las Lesbianas Planetarias (formada por Arale Norimaki, Virginia Woolf, Rose the Riveter, Catwoman, Wonder Woman, Sira, de El planeta de los simios; Afrodita y otras superheroínas y mujeres de cómic o referentes lésbicos). La misión de la LLP es la de perseguir a los homófobos del planeta y denunciarlos. Así nació el blog, que lleva la agente de prensa de la LLP, Mara Palés. Después ha ido incluyendo temas de actualidad lésbica, cine, fiestas, lesbianas emprendedoras… y todo lo que se me ocurre. La ventaja de un blog es que cabe casi todo.

10. Para terminar con esta entrevista, nos gustaría saber qué proyectos tiene Thais para un futuro próximo. ¿Otra novela tal vez?

Siempre hay un proyecto de novela encima de la mesa. Y en eso estoy.

Más información:

http://marapales.blogspot.com/

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