Ingrid Cruz y Paty Rivadeneira nos hablan de su amor lésbico en la serie Demente

"Una pareja madura puede tener una vida sexual apasionada y divertidísima", afirman Ingrid Cruz y Paty Rivadeneira, las actrices que conforman el romance lésbico de la serie chilena de Mega, Demente. Es sorprendente que a día de hoy haya que afirmar estas obviedades, pero así es. Si el machismo interiorizado inherente a nuestra cultura nos condena a las mujeres al ostracismo sexual más allá de la juventud, imaginemos qué no hace si somos lesbianas.

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Es por eso que esta historia lésbica resulta tan interesante. Por eso Javiera y Flavia (los personajes) se han llevado la atención de los telespectadores, y de miles de lovers de las redes. Porque sorprenden. Y gustan. Y ayudan a normalizar la diversidad en todas las edades.

En la trama Flavia esta casada con Dante, un esposo insoportable y maltratador (no sabemos por qué esta suele ser la forma para introducir un amor lésbico en muchas cintas). Ambos tienen una hija en plena adolescencia.

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Sin embargo, sus sentimientos y deseos van por otros lares, y cuando conoce a Javiera, no puede evitar el torrente de pasión, pasión que acaba transformándose en amor. Rivadeneira confesaba recientemente al medio La Cuarta que "Puedo comprender ese tipo de elección, de deseo. Lo comprendo perfectamente. A mi las mujeres también me gustan. Las encuentro sumamente bellas. En consecuencia, ha sido un placer interpretar a esta mujer".

Lo que más le interesa del papel es que "este personaje sirva a otras mujeres adultas para atreverse a tomar la decisión de rehacer sus vidas, siendo honestas consigo mismas respecto a su orientación sexual". 

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Para Ingrid Cruz, "ha sido una super oportunidad que me den la posibilidad de un papel LGTB. Ha sido maravilloso. Y me parece importante tocar estos temas desde la naturalidad y no desde la gravedad que se le ha querido dar muchas veces". A ella también le parece "interesante mostrar el amor entre mujeres adultas y lesbianas. Es mucho más interesante tocar ese tipo de puntos menos explorados (...) porque por ser más maduro el amor suma interés, preocupación por el otro. Y la pasión no se pierde. Al contrario, a medida que uno va cumpliendo años creo que hay mayor goce".

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Ahí es nada. A disfrutar la serie.