Es curioso cómo algo que en España ya nos hemos acostumbrado a ver, parejas de mujeres y de hombres por la calle, personajes homosexuales en televisión, sea considerado un crimen en otros países. El 25 de mayo se celebra el Día de África, continente en el que la orientación sexual ha sido causa de muchas muertes y violaciones de los Derechos Humanos, pero también de mucha lucha, unión y amor.
El Código Penal de Uganda tipifica como delito la homosexualidad, la cual se castiga con pena de cárcel, pero en 2009, David Bahati –político miembro del parlamento ugandés–, introdujo una nueva propuesta de ley que castigaría a los gays y las lesbianas con la muerte. Una de las razones que da este político es que se hace para proteger a los niños.
Con medidas tan duras como estas, es normal que hablen de los homosexuales como “minoría”. ¿Quién querría mostrar sus sentimientos sabiendo que podrían lapidarlo, torturarlo o ahorcarlo?
En Uganda, además, parece haber una medida generalizada –que no legal– para “curar” a las lesbianas. La violación. Aunque hay mujeres que han tenido suerte, dentro de lo que cabe: ni violadas ni asesinadas, pero sí desterradas de su pueblo.
Es el caso de Abu Abelinga Esther, una mujer de Camerún que se enamoró de la esposa de su primo, Pascaline. Los rumores acerca de la relación entre ambas crecieron y, para hacerles frente, Esther se marchó, se quedó embarazada y tuvo una hija. Pero no fue una prueba suficiente ya que, cuando volvió al pueblo, ella y Pascaline fueron desterradas. Tiempo después las arrestaron y, tras cuatro días en la cárcel y gracias a su abogada Alice Nkom, pudieron salir, aunque cada una se fue por su lado.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=xThtJIj9jCY[/youtube]
Pascaline, por su parte, fue violada a los 14 años. De esa violación nació una niña, y poco después tuvo otra. Cuando conoció a Esther supo que solo con otra mujer se sentía como tal, pero con la llegada de los rumores su familia la rechazó. Después de ser detenida se marchó lejos de su pueblo, con sus hijas. Tuvo la suerte de ser acogida por una familia que sí la comprendía.
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Pero Pascaline y Esther, como otras, no han escondido lo que son, al menos no fuera de los tribunales. Tienen sueños, siguen luchando y, sobre todo, no niegan lo que sienten, pues ya lo hicieron y fue en vano. No se sienten enfermas, no piensan que son brujas aunque así las llamaran en su pueblo. Son lesbianas y, si se ocultan, es por miedo, no por negación.Hoy en día, el caso de ambas está a la espera de sentencia en el Tribunal de Apelación de la región Sur.
De hecho, ambas cuidan de sus respectivas hijas con la ilusión de enseñarles a respetar a todo el mundo, a pesar de lo discriminadas y atacadas que se han sentido. Creen de verdad en que las cosas podrán cambiar. Más que actuar como víctimas, quieren seguir sintiendo y amando.
Con esta visión positiva trabaja Zanele Muholi, artista sudafricana y lesbiana que utiliza el arte para promover el cambio político y civil. Con sus obras pretende que las lesbianas africanas no sean vistas únicamente como víctimas. Sus videos y fotografías muestran la historia visual de las lesbianas negras en Sudáfrica y tienen la intención de hacer visibles a esas mujeres que, con medidas tan horribles como la “violación correctiva” entre otras, se van volviendo inexistentes.
Las lesbianas siguen reprimidas en muchos países del mundo y, por tanto, ¿cómo no van a vivir con la etiqueta de “minoría”? Por suerte, casos como los de Pascaline, Esther o Zanele nos enseñan que, a pesar del dolor, la verdadera lucha es aceptar lo que somos, dejar de vivir como víctimas y seguir soñando con que, en un futuro, nuestros hijos respetarán a todos independientemente de su sexo, religión, color de piel u orientación sexual.
Una pulsera por solidaridad:
Desde Amnistía Internacional nos llega el siguiente requerimiento:
“Noxolo Nogwaza fue una lesbiana sudafricana asesinada por el hecho de ser
homosexual. Un año después de su muerte, no se ha progresado en la
investigación y su asesino permanece en libertad. Este es un caso para el
que Amnistía Internacional pide justicia, y que ejemplifica las continuas
violaciones de derechos humanos que sufren diariamente personas lesbianas,
gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) en Sudáfrica.
Por ello os proponemos que elaboréis pulseras con mensajes de solidaridad
para enviar a Sudáfrica con el fin de que puedan llevarlas puestas los
activistas de organizaciones LGBTI en las marchas del orgullo de ese país.
De este modo recibirán nuestro apoyo a su trabajo. Además, la actividad
servirá para sensibilizar a los participantes sobre la situación de la
comunidad LGTBI de Sudáfrica y acerca del asesinato de Noxolo.
Os proponemos tres modelos de pulseras, que no excluyen, por supuesto,
aquellos modelos que decidáis incluir en función de vuestra creatividad y
posibilidades. Todos se pueden realizar en poco tiempo y en actividades de
sensibilización con cualquier perfil de participante:
Una pulsera simple con un nudo
Una pulsera con automáticos que se colocan con facilidad a presión
Una pulsera trenzada con un extremo más largo para el mensaje.
Todas tienen en común un dibujo muy sencillo que representa una pareja de
mujeres y otra de hombres. Además, llevan incorporada una palabra; os
proponemos palabras muy sencillas como peace, justice, love, equality,
freedom, Noxolo… y todas aquellas que se os ocurran relacionadas con el
apoyo al orgullo de Sudáfrica y a la comunidad LGTBI de ese país”.
¿Te sumas con nosotras a esta iniciativa? Trae tu pulsera a la última Sunday Party de MíraLES. Domingo 26 de mayo, a las 19 horas en Club 33. Calle Cabeza 33, Madrid. Y las haremos llegar a su destino. O envíalas a Amnistía Internacional. C/ Fernando VI nº 8, 1º izquierda. 28004 Madrid
Que valientes!!!
Son auténticas supervivientes, yo voté No a la pena de muerte en Uganda y por supuesto haré unas pulseras. Cómo está el mundo…violación preventiva?eso es lo peor que puedes hacerle a una persona…y lo peor es que aquí nos escandalizamos pero yo sigo escuchando:-a ti te quitaba yo la tontería con un buen pollazo- eso es un abuso, no lo permitamos que eso son los restos de pensamientos como los de la política de Uganda. Un aplauso por las heroínas citadas en el artículo y todas las anónimas que sufren tan crueles atentados contra su libertad!!
Totalmente de acuerdo con eso de que, aunque no tiene ni punto de comparación, aquí en nuestro propio país todavía escuchamos cosas como “eres lesbiana porque no te han dado una buena poll…”
Algunos parece que no aprenden…
Guerreras valientes al enfrentarse al enfermizo sistema; es que en verdad, violación correctiva? En lo personal eso me hace dar asco de la ignorante sociedad en la que vivimos, porque no solo es de allí sino que en todas partes del mundo creen que un pene te “cura” de ser lesbiana, tremenda estupidez.
Espero que su lucha de frutos en vida, y no como en muchos casos después de una tragedia aun mayor de la que ya sufren.
La petición de firmas para presionar para evitar que la ley de pena de muerte se apruebe en Uganda sigue activa en la página de change y la podéis firmar en: http://www.change.org/es/peticiones/interceda-contra-la-ley-antihomosexual-en-uganda
Nunca entenderé como hay personas que pueden ser tan frías al ver que otras sufren tanto sin hacer daño a nadie… Por que realmente no puedo sino les pagaba un billete y las sacaba de ahí!!