Las madres lesbianas sufren menos la brecha salarial post maternidad

Hemos conocido un estudio bastante importante sobre la maternidad/paternidad lésbica y heterosexual y los resultados son esperanzadores; al menos para las madres lesbianas.

La autoría pertenece a Emily Nix y a Martin Eckhoff Andresen y se ha llevado a cabo en Noruega con 250.000 parejas heterosexuales y 600 parejas lésbicas. El resultado es un estudio bastante comprometido sobre por qué las madres heterosexuales sufren más la brecha salarial que las lesbianas. Veamos el porqué.

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Los ingresos en parejas heterosexuales tienen un descenso después del primer hijo, ya que las mujeres pierden un 22%, de media, de su salario que nunca llega a recuperarse. Sin embargo, los hombres de esas parejas no ven cómo sus salarios bajan por su acceso a la paternidad. En cómputo familiar, la economía baja entre un 6 y un 8% en las parejas formadas por un hombre y una mujer. Pero todo cambia si la pareja es de lesbiana, es decir, formada por dos mujeres. En este caso, las mujeres que dan a luz “solo” pierden el 13% de sus ingresos, y aunque los hombres heterosexuales no sufren una bajada de su salario y las madres que no dan a luz sí, la economía familiar en los hogares formados por lesbianas solamente cae un 18% en total y se comienza a recuperar a los cinco años del nacimiento.

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Según el estudio, da igual cuantas semanas de permiso de paternidad tenga el padre en las parejas hetero porque el descenso en la economía de la mujer baja en el mismo porcentaje y el impacto en el desarrollo profesional de los varones no varía en nada, independientemente de las  semanas de baja. No obstante, la bajada es menos acusada si las medidas propuestas por los gobiernos es más subvenciones para escuelas infantiles (un 25% menos).

En definitiva, parece ser que las madres lesbianas no es que cuiden más sus carreras profesionales que su maternidad sino que, al contrario, parece que la ejercen más igualitariamente. Pero de todo esto subyace un trasfondo que no sé en qué lugar deja a los bebés. ¿Si las madres que no paren también tienen permiso para el cuidado del bebé por qué se llama de paternidad? ¿Por qué no aumentamos notoriamente la baja de “maternidad” y nos dedicamos a cuidar a nuestras crías? Y por último pero no menos importante ¿por qué consideramos que volver antes al trabajo para seguir siendo productivas (dejando a un bebé en una escuela durante jornadas eternas) es lo adecuado?