Dicen de ella que era una mujer solitaria, aun cuando la gente no paraba de pararla por la calle. Y es que Gloria llegó a ser una de las poetas más famosas de España. (Foto inferior: Gloria con 20 años)
Llevó la poesía nada más y nada menos que a la radio y la televisión y a través de ellas a toda la generación de los niños de los 70: La letra de la canción de cabecera del famoso programa Un globo, dos globos, tres globos era un poema suyo.
Pero no solo escribió poesía infantil. Su pluma fue niña y adulta, tan única y valiosa, espontánea e inesperada, realista y mágica a la vez, que Gloria es la única mujer, junto a Gabriela Mistral, en aparecer en la Antología Norton de los 100 poetas en lengua castellana.
La hispanista Phyllis Turnbull fue su gran amor. Se conocieron en la sede madrileña del Instituto Internacional, donde Gloria estudió biblioteconomía e inglés en los años 50´. 15 años duró su amor. Ambas activistas del arte y la intelectualidad, se ayudaron mutuamente en sus respectivas carreras. Gracias a Phyllis Gloria conoció y se presentó a una beca Fullbright y pudo ser profesora universitaria de español en Estados Unidos de 1961 a 1963 (Gloria no había ido a la universidad).
Estuvieron juntas 15 años, época en que la obra de Gloria tuvo una gran productividad. La poeta, (no le gustaba el término poetisa) no escondió este amor pero tampoco fue específica en sus poemas. Nunca habló de ella, pero nunca dejó de hablar del amor en términos genéricos.
La relación con Phyllis terminó en 1970, un año después murió la norteamericana y el corazón de Gloria se rompió.
La Fuertes había nacido en una familia muy pobre y murió con la misma sensación de pobreza, “Soy tan pobre tan pobre que no tengo ni madre”, diría en uno de sus poemas. Las 100.000 pesetas que llegó a ahorrar, bastante para la época, las donó al fallecer a La Ciudad de los Muchachos, un centro social educativo que ofrece salidas a niños procedentes de familias desestructuradas o con problemáticas socioeconómicas. Al fin, el legado de esta magnífica mujer, que gustaba de llevar pantalones, fumarse sus pitillos y cabalgar a lomos de su Vespa, fue para los que más quería, los niños.
Fuente: XLsemanal
[…] Gloria Fuertes y Phyllis Turnbull Fuente: Mirales MGZ […]
Conocí a Gloria Fuertes en el verano de 1966, cuando fui estudiante en Miguel Angel 8 con el programa del Centro de Estudios Hispánicos organizado por Phyllis Turnbull. Qué gran mujer, Phyllis. Contrató a los mejores profesores españoles – entre ellos, José Luis Sampedro, Enrique Tierno Galván, José Luis Aranguren y Enrique Lafuente Ferrari (y otros desempleados por el régimen franquista), para darnos conferencias con nosotros jóvenes norteamericanos. Hasta hoy conservo mis cuadernos de papel de cuadros, llenos de mis frenéticos apuntes, en mi deseo de captar cada palabra. Durante ese verano salimos de excursiones al norte, lo menos turístico – Toro, Zamora, Palencia – con Gloria, Gabriel Celaya y su mujer Amparo, y Luis Garrido. En el trato tan alegre y afectuoso que me dieron, aprendí a hablar. Desde luego nunca lo he olvidado. No me di cuenta de la relación entre Phyllis y Gloria hasta el momento en que tropecé con este artículo. Y ahora, claro, tiene mucho sentido. Que descansen en paz.
Qué bonito tu comentario , entrañable.