Queridos profesores de filosofía

Queridos profesores de ética y/o filosofía que he tenido a lo largo de mi vida:

Otro curso ha empezado, lleno de aprendizajes, nuevos amigos y nuevas experiencias. De nuevo me da por pensar en una de las cosas que más me han sorprendido a lo largo del colegio e instituto y me siguen sorprendiendo muchas veces: la falta de información por vuestra parte hacia la situación y realidad LGTB.

En mi opinión sois quienes más informados deberíais estar, de hecho debería ser obligatorio que os hubieran dado una buena formación sobre el tema en la universidad, desde luego, la suficiente para que no penséis que es una cosa que se ha puesto de moda o cosas similares que ya no me sorprende escuchar.

Puede que a lo largo de vuestra carrera docente os encontréis con alumnos que, aunque quizás nunca lo sepáis, se sientan diferentes, confundidos, aún no tengan claras sus ideas y no estén seguros de su identidad. Alumnos, quizás, que necesiten vuestro apoyo moral y la visibilidad de la situación.

Fui a un colegio de monjas en el que no se pronunció la palabra lesbiana ni en la asignatura de ética. Si algún alumno preguntaba se le contestaba, pero no se profundizaba en el asunto ni se sacaba a propósito.

Recuerdo un día durante la secundaria en el que sospechábamos que la profesora era homófoba, por lo que nos pusimos de acuerdo en proponer un debate sobre la homosexualidad. Lo primero que hizo fue intentar evitarlo y sacó un pequeño libro de debates, para empezar a proponer otros temas. Al final, pese a sus esfuerzos, tuvo que ceder ante nuestra insistencia e inició el debate hablando largo rato sobre el mito de Platón sobre el origen de la homosexualidad.

Al terminar con el relato acabó por no tener argumentos ante todas nuestras respuestas liberales, aunque de hecho, comentó que, en su opinión, cada vez hay más jóvenes homosexuales porque está de moda, como he mencionado al principio del artículo.

Termino hablando del último profesor que he tenido, el cual opina firmemente que la homosexualidad en el reino animal no existe y la asexualidad, tampoco; por mucho que haya intentado rebatir su inexistente argumento, ya que se defiende diciendo que es así y ya está.

Por lo tanto, profesores, os lo pido por favor, abrid vuestras mentes retrógradas. Formaos. Siempre hemos existido y siempre lo haremos y tenemos derecho al mismo tipo de trato y asesoramiento. Tenemos derecho a ser nosotr@s mism@s.

Gracias.