Pasar al contenido principal

Una lesbiana en el instituto

, publicado el 14 Diciembre 2011

Muchos han sido los cambios en estas últimas décadas respecto al colectivo LGTB, y estos a nivel educativo también se han notado. Antes parecía increíble que pudiera salir el tema de la homosexualidad en las aulas y que encima pudiera ser tratado con normalidad y respeto. Actualmente aún hay mucho trabajo que hacer, sobre todo en los colegios privados o concertados religiosos, pero también ha habido muchos avances y este tema es tratado con normalidad, igualdad y tolerancia.

Las manzanas, cuando las tocan muchas personas, la gente no se las quiere comer; pues con las mujeres pasa lo mismo. Esa fue la única educación sexual que recibió mi tía en el instituto. Como en muchas otras cosas, el tema de la homosexualidad es tratado cada día con más normalidad en muchos ámbitos, y como yo he pasado la mayor parte de mi vida en un aula a lo largo de los años he recibido una educación muy distinta.

Creo que mi generación ha sido la que ha sufrido más el cambio, ya que ha sido en la última década en la que los homosexuales hemos empezado a tener derechos legales (como la adopción o el matrimonio), y a día de hoy creo que puedo decir que ningún profesor me ha discriminado por ser homosexual y tampoco, ninguno de ellos, ha dicho nada ofensivo en contra del colectivo.

Durante la educación primaria estuve en un colegio concertado católico. No tuve ninguna monja como profesora, pero sí que nos vigilaban y me llamaron alguna vez la atención. Aunque la escuela no estuviera dirigida por monjas, en ningún momento recibimos ninguna clase de educación sexual ni diversidad afectivo sexual. Todo eso allí era tabú.

Llegué a mi instituto y las cosas fueron muy distintas. El tema de la homosexualidad empezó a ser tratado, ocasionalmente, y siempre con total respeto y tolerancia, pero se notaba que los profesores ni se sentían totalmente cómodos hablando, ni tampoco tenían mucho conocimiento sobre el tema. En 3º y 4º de la ESO, cuando salí del armario en el ámbito escolar, algunas veces corregía a los profesores cuando solo ponían ejemplos desde un punto de vista heterosexual, y también empecé a descubrir que en mi instituto había muchas lesbianas, bisexuales y gays. Pero fue cuando empecé a notar en mi propia piel que por el hecho de ser lesbiana hacía que corrieran rumores de que te habías enrollado con otras lesbianas del instituto con las que apenas habías intercambiado dos palabras.

Pero ha sido en estos dos últimos años, en bachillerato, cuando el tema ha sido tratado con normalidad. Bueno, mejor dicho, cuando no ha sido necesario que fuera tratado. Puede que haya sido porque nuestra clase era muy abierta y había bastantes homosexuales; incluso había una pareja de dos chicos que no dudaban en darse un beso cuando les apetecía. Al principio parecía que algunas personas no acababan de entender por qué yo era lesbiana o por qué la gente es bisexual. Ver darse un beso a dos chicos les sorprendía y les costaba mirar, pero el convivir juntos, hacerlo cotidiano, ha hecho entender, ver, poner cara y sentir que somos iguales.

También hay que decir que estos dos últimos años la actitud de los profesores ha sido diferente. Cuando en literatura hemos hablado de Federico García Lorca, hemos hablado de que era homosexual; o cuando en Taller artístico pintaron obras de Tamara de Lempicka dijeron que era lesbiana. Estos datos antes se obviaban, y que hoy se mencionen hace que se vuelva natural, visible.

Por eso, aunque creo que aún hace falta bastante trabajo en las aulas para normalizar la situación de los homosexuales, actualmente se puede notar un gran cambio. Pero para que no haya ningún conflicto ni discriminen a ningún homosexual se tiene que informar y explicar en las aulas desde pequeños, ya sea a base de cuentos, películas adaptadas o juegos.

Categorías: Lesbianópolis
Comparte este artículo

Comentarios 0

Deja tu comentario

El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.
Acerca de formatos de texto

Texto sin formato

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.
  • Las direcciones de correos electrónicos y páginas web se convierten en enlaces automáticamente.