Un día, casi sin darte cuenta, sentiste que la persona que tenías enfrente era distinta al resto del mundo. Mirabas sus ojos y sentías que podías morir en ese instante porque tenías todo aquello que habías buscado a través de los años. Su olor, su piel, su risa y su forma de ver el mundo hacían que el tuyo diese vueltas y vueltas sin parar.
El problema llegó cuando, pasados unos años de convivencia, empezaron a verse lagunas que cada vez eran más y más insalvables. Llegó la apatía, las discusiones, la falta de complicidad y de respeto y empezamos a darnos cuenta que esa persona con la que proyectábamos un futuro ha dejado de ser esa persona de la que nos enamoramos locamente.
¿Cómo saber si es hora de decir adiós o es un bache?
Existen varios tips que nos indicarán si lo nuestro es salvable o si es mejor dejarlo ir para poder comenzar un duelo que dé paso a una nueva vida.
1-Planes de vida. Compartís aficiones y formas de ver la vida. Si pensáis en un futuro ambas queréis casaros, tener descendencia y compraros una bonita casa en el campo. O ambas queréis ir a recorrer el mundo en bicicleta con la única compañía de vuestra chica y una mini mochila. Da igual el plan, pero las dos queréis lo mismo.
2-Sexo. La miras y crees que es la mujer más preciosa sobre la faz de la tierra. Un relámpago recorre tu cuerpo cuando piensas en hacer el amor con ella y vuestras relaciones sexuales siguen siendo tan estupendas o más que al principio puesto que ya os conocéis y sabéis lo que le gusta a la otra y sentís la libertad de expresarlo y llevarlo a cabo.
3-Rutina. Habéis aceptado que la vida está llena de rutinas y que no por eso vuestra relación está invadida por la monotonía. En la vida hay cosas que hacer que a la mayoría no nos gustan como limpiar, comprar, hacer la comida e ir a echar gasolina pero las hacemos y si son en pareja mejor que mejor.
4-Tiempo a solas. El tiempo es lo único que tenemos en la vida y no debemos dejar que nadie nos lo robe. Es tan importante el tiempo que pasamos a solas con nuestra pareja (sin hijos, familiares ni amigas) como el tiempo que nos dedicamos a nosotras mismas y a cada una de las parcelas de nuestra vida. Todo lo que nos rodea es importante y hay que regalarle un trocito de nuestro tiempo, si nos apetece, siempre en una proporción lógica. Si te das cuenta de que necesitas estar más con tu familia o con tus amigas que con tu pareja, mal vamos.
5-Complicidad. Existe la creencia de que la pareja tiene que ser tu mejor amiga. Está claro que no siempre es así pero la cantidad de horas que se pasa juntas a lo largo de los años hace que tengamos en nuestra pareja a la persona a la que queremos contarle nuestras preocupaciones, dudas, alegrías y nuestros anhelos. La complicidad es no tener que decirle a otra persona qué te pasa o qué necesitas. La complicidad es mirarte a los ojos y saber que te quieres ir o que qué pesada es la tía Carmen.
6-Respeto. Esta norma es una “must” que nunca debe faltar. Es la reina de las normas. Tú te enamoraste de una chica que nunca se ponía tacones ni faldas pues ahora no vengas a quererlos imponer. Debemos respetar incluso que antes sí lo hiciese y ahora ya no quiera. Cada una es dueña de su mente y de su cuerpo y libre de hacer lo que le parezca oportuno siempre que no entre en el círculo del respeto que rodea a la persona que tiene enfrente. No podemos decirle a nuestra pareja qué hacer o qué decir o qué no. Tenemos que aceptar esas situaciones o darnos un punto en la boca y trabajarnos algo en el interior.
Si fallas en, al menos, tres de estas normas básicas háztelo mirar. Si aún así ambas queréis permanecer juntas, id a un terapeuta de parejas, sentaos y sed lo más sinceras posibles la una a la otra y si creéis que tiene solución luchad. Si por el contrario, no sois capaces de perdonar, de cambiar o de aceptar las nuevas condiciones de vuestra relación lo mejor será decir adiós y comenzar un duelo que os llevará a la libertad y quién sabe si a una posible amistad.
Las lesbianas tenemos tendencia a ser amigas de nuestras ex así que si crees que eso aún puede suceder igual es mejor romper antes de que ni siquiera quede amor en nuestro corazón para ser amigas pasado el tiempo. Y recordad, el duelo tras una separación puede ser largo así que no os aventuréis a una nueva relación hasta que no estéis seguras de que nadie más saldrá herida por vuestros fantasmas del pasado.