Lo de los trolls en la red no tiene nombre. Internet saca a la luz la esencia del ser humano. Su creatividad, su diversidad. Y también su fanatismo y su sadismo. Sin necesidad de dar la cara por lo que dicen tus palabras, estas adquieren cualquier forma y contenido y se sacuden de toda responsabilidad.
Sandra Barneda no pasa por las redes -solo- para entretenerse. Es una activa feminista y lesbiana visible. Hace tiempo que decidió poner su granito de arena para hacer a este mundo evolucionar y nosotras se lo agradecemos a cada muestra. Ahora Sandra ha decidido dirigirse a sus trolls. Esas personas que dedican el preciado tiempo de una vida humana a tratar de poner la zancadilla en cada paso del camino del resto:
“Hace ya un tiempo que por suerte dejó de dolerme el insulto ajeno, cobarde y rebosante de envidia.
Hace ya algún tiempo que aprendo para no querer ser y estar perfecta en todo momento.
Hace ya algún tiempo que quiero mostrarme con mi cruz y mi cara, de mi misma moneda.
Y sabes qué?
Que la belleza está en lo que sientes en cada momento. Aquí está mi yo sin maquillar, mi niña, mi Sandra de la intimidad con la que juego con mis sobrinos, la que recibe besos de su pareja, de su familia y amigos.
Todas estas son fotos que hablan de una belleza que se aleja mucho de los insultos, las palabras groseras y los gestos de quien está ciego ante lo que merece la pena.
Como personaje público decido compartir no solo mi yo ‘elaborado’ Simó un poco de todos. Para mostrar que todo es posible y que la vida no permite maquillajes y es mejor vivirla sin filtros.
A tí que me llamas fea, vieja o bollera sin más… no pierdas el tiempo con esto … Tus insultos no me apagan, ni me entristecen ni me detienen. Me hacen más grande y ¿sabes qué curioso? Que me hacen todavía más Bella“.
Olé tú Sandra. Y gracias de nuevo.