Ariana DeBose ha escrito un capítulo muy importante en nuestra historia LGTB. Es la primera actriz abiertamente queer, como ella se define, y de color, que gana un Oscar.
En una noche de premiación inolvidable, que lamentablemente estuvo marcada por la agresión de Will Smith. Un espectáculo machista donde un comediante se ríe de una mujer por su apariencia (la alopecia de Jada) y un actor lo agrede a golpes en nombre del amor.
La gala 95 de los Oscar nos dejaron memorables momentos LGTB. Wanda Sykes, la actriz y comediante abiertamente lesbiana, casada y madre de dos hijos, hizo un gran chiste con la homofobia de Florida y consiguió el más grande de los aplausos.
Entre los presentadores contamos con dos miembros de la comunidad LGTB. Elliot Page, actor trans, y Stephanie Beatriz, actriz bisexual.
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Y qué decir de una de nuestras escenas preferidas… Kristen Stewart con su prometida, Dylan Meyer, de la mano en la alfombra roja, y con un gran beso.
Pero volvamos a la gran ganadora de la noche, Ariana DeBose, que tras ganar como mejor actriz de reparto por su papel Anita en el musical de Spilberg, West Side Story, estuvo celebrando en la fiesta de Vanity Fair, con su novia, la diseñadora de vestuario, Sue Makkoo.
Sue publicó en Instagram un selfie con su novia para celebrar su gran victoria. “¿De qué están hechos tus sueños? Gracias Academia por verla. Todos deberíamos apoyarnos en las cosas para las que están destinadas nuestras vidas”.
Nos alegra mucho la victoria de Ariana, y el precioso discurso con el que recogió su premio. “Imagina a esa niña en el asiento trasero de un Ford Focus blanco. Mírala a los ojos, ves a una mujer de color abiertamente queer, una afrolatina que encontró su fuerza en la vida a través del arte. Entonces, a cualquiera que alguna vez se haya cuestionado su identidad o si se encuentra viviendo en los espacios grises, le primeto esto, de hecho, hay un lugar para nosotras”.