El momento del beso siempre es lo más esperado de una película. Ese preciso instante en que dos personas unen sus labios, entrelazan sus lenguas e intercambian fluidos y nos hacen pasar un rato agradable que entremezcla el romanticismo con la sexualidad.
No miento si os digo que soy de las que se pasa largos ratos buscando vídeos en internet de películas con escenitas romanticonas entre parejas, de esos con canciones de amor de fondo, cuando me siento algo deprimida, ¿quién no lo ha hecho alguna vez? Somos así, hasta las lesbianas somos así, no hay tantas diferencias después de todo, ¿verdad? A todas nos gusta ese momento en que chica conoce a chica, chica se acerca con suavidad, se acarician y terminan fundiéndose en un beso precioso en mitad de la película. Es lo mejor de todo. Es nuestro momento. Porque, además, si estás con tu chica es cuando cruzáis las miradas y os sonreís, cómplices, y entonces imitáis la escena que está sucediendo. Si estás con tu amiga es cuando os reís y charláis sobre cuándo os pasará a vosotras.
De un tiempo a esta parte son muchos los directores que han incluido en sus secuencias escenas íntimas entre mujeres como una forma de atraer a un público distinto. Si bien es cierto que antaño era un modo de transgredir y sublevarse a lo establecido, así como estipular una forma de hacer cine diferente marcando así la diferencia.
También se puede apreciar en las series de televisión, donde las historias homosexuales son cada vez más usuales y enganchan al público. Véase el ejemplo de la historia de amor entre Maca y Esther en el longevo Hospital Central o el romance entre Silvia y Pepa en Los hombres de Paco.
Existen muchas secuencias que, aunque breves, han tenido su temática lésbica en muchas películas, como es el caso de Broken donde Jessica Stroup y Heather Graham intercambiaban fluidos y mantenían un affaire.
Supongo que todas hemos fantaseado alguna vez con una historia como la de Rosas Rojas, con un beso intenso, de alto voltaje y lleno de erotismo como el de la película Mulholland Drive, sobre todo si las chicas son Naomi Watts y Laura Harring. También pudimos disfrutar de una escena tórrida entre Natalie Portman Mila Kunis en Cisne Negro, o ese beso húmedo en la piscina entre Denise Richards y Neve Campbell en Juegos Salvajes. Son algunos de los ósculos más conocidos entre mujeres del mundo del cine.
Así que ya sabéis chicas, estamos de suerte, parece que a los directores les gusta ver besos entre mujeres tanto como a nosotras, con lo cual, podremos disfrutar en multitud de títulos de actrices de infarto derrochando sensualidad con otras féminas en la pantalla grande.
Verónica Font
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la segunda imagen si no me equivoco es de violetas azules y es una pelicula muy linda