Michele Fitzsimmons es también una activista por los derechos LGTB
Michele Fitzsimmons ha hecho historia convirtiéndose en la segunda mujer, y primera lesbiana visible, que llega a ser la capitana del Cuerpo de Bomberos de Nueva York.
19 años en el departamento, un puesto previo de comandante en Chelsea y su óptima desenvoltura la convirtieron en la candidata ineludible, y el pasado jueves fue nombrada capitana en una memorable ceremonia de la Academia de Bomberos, en la que desgraciadamente, y siguiendo las normas de distanciamiento social y reuniones de aforo limitado, no pudieron acudir familiares ni amigos.
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Su esposa, Di Anna, la esperó en el coche. (Imaginamos que el final del evento fue muy al estilo de oficial y caballero).
Firzsimmons fue la única mujer en su propia graduación y, poco a poco, durante dos décadas, fue viendo llegar a más mujeres a su departamento, entre ellas su hermana, también bombera de la ciudad.
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“Fui capaz de demostrar que podía hacer este trabajo cuando no era aceptado que una mujer fuera bombera. Me han llegado a parar por la calle, sorprendidos, cuando me han visto con el uniforme”, dijo en una entrevista a Daily News.
“Siempre había una sobre reacción cuando un compañero descubría que le tocaba trabajar con una mujer. Ahora somos muchas, y eso ha dejado de pasar, confiemos que para siempre”.
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Además de una eminencia en su arriesgado trabajo, Firzsimmons también es una figura del activismo LGTB. Fue la presidenta de Fire GLAD, una organización LGTB que promueve la visibilidad en su gremio, donde también ha cofundado Phoenix Firecamp, dedicada a para facilitar el acceso de las mujeres a los cuerpos de bomberos.
Trabajó también en la organización GMHC durante ocho años, dedicada a la lucha contra el VIH y específicamente los últimos 3 años ha sido coordinadora del proyecto Lesbian AIDS, que trabaja con mujeres lesbianas que padecen la enfermedad.
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La capitana dio un bonito discurso a los compañeros presentes: “He visto que si pones tu mente en un objetivo y trabajas duro y le das tiempo, puedes conseguir cualquier cosa. El departamento me ha sostenido y apoyado siempre en mi camino. Gracias”.
Suerte que tenemos ejemplos como este para saber que la equiparación real entre sexos está cada vez más cerca.