Primer oro de la historia para un matrimonio homosexual. Se lo han colgado dos mujeres, Kate y Helen Richardson-Walsh, están casadas y las dos son jugadoras del equipo de hockey femenino de Gran Bretaña.
Su historia empezó entre sticks y pistas de hockey. Compartían el amor por este deporte hasta que ese amor traspasó el terreno de juego. Fue precisamente en unos Juegos Olímpicos, los de Pekín 2008 dónde el amor hizo de las suyas y marcó el gol que uniría para siempre a estas dos deportistas.
En las Olimpiadas de Londres 2012, la pareja conseguía la medalla de bronce junto a sus compañeras de la selección británica de hockey. Un año después de colgarse la medalla, se pusieron los anillos y se casaron. A la tercera va la vencida, y ahora en Rio, después de tres años de casadas y siendo los terceros Juegos Olímpicos juntas, han puesto la guinda a su romántica historia consiguiendo el mayor logro para cualquier deportista, una medalla de oro olímpica.
En declaraciones a la BBC, Helen aseguró que: “Es especial. Ganar una de éstas siempre lo es, pero compartirlo con alguien como Kate es absolutamente increíble”.
“Es muy especial. Ver como Helen vuelve de una doble operación de espalda, que casi la impide volver a jugar al hockey, la fuerza y la tenacidad que ha demostrado ha sido un ejemplo para todo el equipo”, le respondió su mujer.
El matrimonio comparte ya dos medallas olímpicas, pero el metal más importante lo llevan en la mano. Deporte y amor, una combinación de oro, enhorabuena campeonas.