Patricia Highsmith nació en Texas en 1921 y, a finales de 1948, mientras esperaba que se publicara su primera novela Extraños en un tren, aceptó un trabajo de dependienta en unos grandes almacenes de Manhathan. Se acercaban las navidades y necesitaba dinero. Trabajó durante dos semanas y media en la sección de juguetes y una mañana una mujer rubia con abrigo de piel se acercó al mostrador y compró una muñeca.
«…creo recordar que se golpeaba la mano con un par de guantes, con aire ausente. Quizá me fijé en ella porque iba sola, o porque un abrigo de visón no era algo habitual, y porque era rubia y parecía irradiar luz (…) yo apunté su nombre y dirección en el impreso porque la muñeca debía entregarse en una localidad cercana. Era una transacción rutinaria, la mujer pagó y se marchó. Pero yo me sentí extraña y mareada, casi a punto de desmayarme, y al mismo tiempo exaltada, como si hubiera tenido una visión».
Así relató Patricia Highsmith cómo surgió la idea que la llevaría a escribir El precio de la sal, como se tituló originariamente Carol. La publicó cuatro años después, bajo el seudónimo de Claire Morgan porque no quería que la etiquetaran como escritora “lésbica”, de la misma manera que rechazaba la de escritora de “suspense”. Su edición de bolsillo vendería cerca de un millón de ejemplares y la escritora recibiría cientos de cartas de lectores agradeciendo que por primera vez una novela de ese género tuviera un final feliz o, al menos, esperanzador para sus protagonistas. Hasta entonces suicidarse o abandonar la homosexualidad eran sus únicos destinos, el justo pago por su inmoralidad, su depravación.
«Contesté todas las (cartas) que pude, puse a un alma aislada en contacto con otra similar, le pedía a una que le escribiera a tal otra y así me ahorraba el trabajo de contestar a todos, y les expresaba mi agradecimiento por sus cartas. ¿Qué le puede decir una a alguien que está solo en su pequeña ciudad excepto que se traslade a una ciudad más grande, donde habrá más oportunidades de encontrar pareja?»
Patricia Highsmith, además de la versión 1.0 del Brenda, es una de las escritoras más adaptadas a la pequeña y gran pantalla. Extraños en un tren o El talento de Mr. Ripley son las más conocidas. Desde marzo de este mismo año estamos de enhorabuena porque ha comenzado el rodaje de la adaptación de Carol a cargo del director Todd Haynes. Cate Blanchett, recientemente ganadora del Óscar y una de las mejores actrices de su generación, dará vida a Carol Aird y Rooney Mara, estrella incipiente, a Therese Belivet.
Talento delante y detrás de las cámaras que, al menos a mí, me hace creer que podremos disfrutar de una película de calidad. Cruzo los dedos, toco madera. Sara Paulson, Kyle Chandler y Jake Lacy también forman parte de un reparto que, en mi opinión, no podía ser más acertado. Si habéis leído la novela al menos no me negaréis que Cate Blanchett es Carol reencarnada. Tengo curiosidad por saber hasta que punto se mantendrán fieles a la historia original, si desarrollarán más ciertas partes, como el conflicto entre Carol y su marido Harge ya que, al estar narrada exclusivamente desde el punto de vista de Therese, sabemos lo justo y necesario para intuir el resto. Por otro lado, ¿apostarán más por el drama o le darán algún tinte de suspense? No es una novela larga así que creo que da pie a profundizar en ciertos aspectos (por ejemplo en ese que estáis pensado, golosas) y su historia tiene muchos matices. Probablemente no llegará a los cines hasta el año que viene, así que nos queda esperar.
Yo no soy una entusiasta del estilo de Patricia Highsmith pero sí creo que era una gran creadora de personajes y, sobre todo, de historias. La trama de Extraños en un tren me parece brillante y una de las más originales que yo haya leído. La magnitud que alcanzó Carol se entiende mejor en el contexto de la época en la que se publicó, donde la homosexualidad se vivía de manera clandestina (sí, cierto, como en algunos países de hoy en día), y la mayoría de las veces tenía una perspectiva tan oscura como las puertas de sus clubes privados (sí, tienes toda la razón, igualito que en ciertos países no tan lejanos).
«Mucha gente debió de sentirse identificada con Carol o Therese. Así, un libro que al principio fue rechazado, llegó arriba del todo. Me alegra pensar que les dio a varios miles de personas solitarias y asustadas algo en que apoyarse».
Patricia Reimóndez. Visita mi blog deprincesasymeigas.com
¿cuál es la pelicula de “FRESNO” ? Yo solo he oido hablar de “CAROL O EL PRECIO DE LA SAL”