Cocaine Godmother relata la vida y los tiempos de Griselda Blanco, una narcotraficante colombiana real cuya operación de contrabando de cocaína la convirtió en multimillonaria. Blanco, interpretada por Catherine Zeta-Jones, era famosa por su astucia, su inclinación a vivir en exceso y su despiadada búsqueda de poder y éxito. Se dice que fue responsable de más de 200 asesinatos y estuvo muy involucrada en las Guerras contra las drogas de Miami de los años 70 y 80.
Dejando a un lado las drogas y los asesinatos, Cocaine Godmother también ahonda en la bisexualidad de Blanco que, hasta ahora, rara vez ha sido explorada en otros medios. En la película, está fascinada por una mujer llamada Carolina (Jenny Pellicer) y desarrolla una amistad muy íntima con ella.
Curiosamente, Carolina no se basa en una persona real en la vida de Griselda Blanco. No sabemos si los guionistas sabían o no de su sexualidad pero se trata de poner en ella algo amable que haga que la gente también la vea humana. Cualquier desviación del orden “natural” o patriarcal sigue siendo mal visto en la cultura latina, y el hecho de que el personaje de Blanco solo pueda ser visto con simpatía a través de la lente de su amor romántico y sexual por Carolina es bastante conmovedor.
En cuanto al elenco, ha habido algo de controversia ya que hubo quien discrepó con la circunstancia de que fuese una Galesa quien interpretase el papel de una latina. Y, aunque Catherine, ya ha hecho en otras ocasiones de latina debido a sus rasgos, hay quien cree que existe talento de sobra entre las actrices latinas para encarnar a la colombiana. Sin embargo, Guillermo Navarro, el director, consideró que con Zeta-Jones a la cabeza, la película tendría más repercusión y daría posibilidad al resto del elenco a ser conocidos.