En Colombia, a pesar de la discriminación con la que el colectivo LGTB se tiene que enfrentar a diario, existen algunos puntos en el país en los que podemos encontrar locales o algún otro lugar donde disfrutar de un ambiente relajado y casi por completo, gayfriendly.
Uno de estos lugares es la playa al norte de Coco Beach, en Bogotá. A partir del mediodía, allí se congrega una gran cantidad de gente para disfrutar de la luz y el sol aunque también es común verse sorprendido con alguna fiesta durante la noche. No muy lejos de aquí, la Quinta Avenida es el corazón de la zona turística de Playa del Carmen, donde hay dos hoteles destinados a clientes gays.
También podemos tomar una copa en Flag Disco, un espacio para el respeto y la tolerancia donde el colectivo gay no se siente señalado por su condición sexual. También, el abierto recientemente, Club Franquicia, algo más exclusivo que acoge público gay y también a algún curioso o el más popular, el Zona Franca, un gran local en el que los jóvenes más exclusivos de Bogotá bailan hasta altas horas de la madrugada.
Junto a estos grandes establecimientos, en Bogotá encontramos el Lujuria, algo más acogedor y cuyo público mayoritario es el colectivo lésbico, al igual que ocurre en Triángulo Negro, otro local que toma el nombre del tatuaje con el que marcaban a las mujeres lesbianas durante la Segunda Guerra Mundial. Además de la capital, Cartagena de Indias nos brinda otros lugares en los que se puede disfrutar de la cultura colombiana, de sus playas y de sus parajes con más libertad y tolerancia para el colectivo LGTB. La playa más popular, Hollywood y especialmente la zona conocida como “El Laguito” es la más gayfriendly aunque también en el casco antiguo, un área segura cerca del centro histórico existen varios locales interesantes, el Alcahuete y la Celestina son dos ejemplos.
Colombia es uno de los países pioneros en América Latina en cuanto al reconocimiento de derechos del colectivo LGTB pero sorprendentemente también es uno de los países donde hay una mayor diferencia entre el reconocimiento a nivel político y la verdadera aceptación de esta comunidad a nivel social. Los cambios que han ido aumentado los derechos de los homosexuales comenzaron en 1980 cuando la Corte Constitucional dejó de considerar los actos homosexuales como un crimen.
Por primera vez en 2001, se reconoce el derecho de visita íntima de una pareja del mismo sexo en una cárcel colombiana. En 2006 se aprueba el proyecto de ley para el reconocimiento de los derechos patrimoniales de las parejas del mismo sexo tras una votación que causaría gran controversia. Un año después, las parejas homosexuales que lleven más de dos años de convivencia, pueden afiliarse conjuntamente al sistema de Seguridad Social de Salud. En 2008, las parejas de hecho lésbicas y gays pueden acceder a la pensión de viudedad tal y como sucede con las parejas heterosexuales. Con todos estos avances, en enero de 2009, la Corte Constitucional de Colombia decidió la modificación de veinte leyes para conseguir una mayor igualdad entre parejas heterosexuales y homosexuales, excepto en la adopción. Esta sentencia de hace un año, deja a las uniones de parejas del mismo sexo a un nivel muy parecido al matrimonio, por ejemplo, les permite la posibilidad de determinar que una propiedad es de ambos y a declararla “patrimonio familiar”. A pesar de todos estos derechos reflejados ante la ley, en este país hay una realidad muy diferente en el día a día de los homosexuales.
En Colombia el nivel de homofobia llega a tal punto que la exclusión, la separación social y otras formas de crímenes de odios, llegando incluso a la amenaza de muerte, suponen la cotidianeidad para muchos miembros del colectivo LGTB. Incluso en las grandes ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, estos actos son comunes. Para combatirlos, se creó “Colombia Diversa”, una reconocida ONG que trabaja en el país para defender la diversidad sexual y que lucha por bajar las cifras de violaciones de derechos humanos contra el colectivo homosexual. Detectan y tratan de solucionar la violencia homofóbica derivada, por ejemplo, en abuso policial, violencia en las cárceles, discriminación y vulneración de derechos económicos, sociales y culturales.