Condenada por propaganda homosexual en Rusia por unos dibujos de amor LGTB

Yulia Tsvetkova ha sido este viernes condenada a pagar 75.000 rublos por el Tribunal de Komsomolsk del Amur, en el oriente ruso. ¿El delito? Dibujar cosas que no sean heteronormativas. 

Y es que cualquier cosa que le apetezca a un juez homófobo será licita para condenar personas homosexuales desde que existe la "Ley contra la propaganda homosexual" en Rusia. Hace una década pensábamos que avanzábamos con paso firme hacia la visibilidad y la libertad, pero personajes como Abascal, Putin, Trump o Duda -desgraciadamente recién reelegido en Polonia- nos están empujando violentamente hacia atrás.

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La valiente Yulia, de tan solo 27 años, había subido a sus redes sociales dibujos, bastante inocentes, con familias lesbomarentales, homoparentales y personas diversas. La justicia alega que "la propaganda de relaciones sexuales no tradicionales con menores viola las leyes del país". 

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Lo cierto es que sus dibujos son muy bonitos. Uno de las publicaciones era de dos muñecas rusas enamoradas, cogidas de la mano bajo un arcoiris. Otra, de la Catedral de San Basilio de Moscú con la palabra LGTB. Otro muestra dos familias homoparentales bien avenidas. "La familia es donde está el amor", rezaba el mensaje del post.

Pues bien, esto es lo que llevó a procesar en noviembre del 2019 a Yulia por "difusión de pornografía", y lo que les permitió tenerla bajo arresto domiciliario hasta marzo de este 2020. La condena es desproporcionada, pero lo peor de la noticia es que llegó a pedirse para ella 6 años de cárcel. Miles de personas habían pedido la anulación de tan absurda demanda en este enlace, pero por supuesto sin éxito -aunque suponemos que el juez fue menos rudo en su condena al ver tamaña reacción internacional-. 

El horror está a la vuelta de la esquina. 

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