Diario de una adolescente: Nunca había visto a una lesbiana…

Una tarde de verano conocí a un chico que admitió no haber conocido nunca a una lesbiana. Me observaba como si fuera un espécimen en peligro de extinción, de arriba abajo, y cuando se daba cuenta de lo descarado que era, me decía:

–          Lo siento, es que nunca había conocido a alguien… – Mirándome con aspecto inseguro- Así.

–          Uf, ¿Así? Prefiero que digas lesbiana, que al menos es una realidad.

“¿Puedo hacerte preguntas?” Dijo más adelante, antes de interrogarme sobre cosas absurdas, finalizando con un:

–          Entonces, puedo comentar a las tías que veo cuando estoy contigo, ¿no? ¡Qué guay!

Pobre chico, pensé al comienzo. Pero eso me llevó a pensar en lo poco que escuchamos en la infancia y la adolescencia lo que es la homosexualidad y bisexualidad.¿Por qué no un problema de matemáticas con una niña con dos mamás como protagonista?  ¿Por qué no una imagen de una pareja homosexual  de la mano en el libro de literatura?  Una niña de cuatro años me dijo hace poco que dos nenas no se podían casar, y cuando yo le respondía que sí, reía y me decía que no, que era mentira.

Recuerdo que de pequeña en mi clase estábamos obligados a llevar una bata, a rayas azules o rosas según el sexo. Recuerdo también todos mis intentos por romperla, esconderla, o fingir que la había olvidado en casa o no la encontraba. Todo para acabar poniéndomela otra vez.

Son pequeñas maneras de condicionarnos, de dividirnos y educarnos de manera diferente, de la manera en la que se espera que seamos. En el colegio nunca escuché hablar de la homosexualidad, ni siquiera en asignaturas como ética o educación para la ciudadanía. La simple palabra era y sigue siendo tabú, incluso hace poco le hablé a una mujer muy abierta sobre la bisexualidad y le dijo, imagino que en broma, a su hijo de ocho meses:

–          Nene, tápate los oídos.

Se elige, por norma general, hablar a los hijos de ese tema cuando ya han crecido, como si fuera algo malo, marcándolo como algo diferente, cuando en realidad sería mucho más fácil que, desde prescolar, se dieran ejemplos de diversidad familiar en todos los ámbitos, y no solamente cuando se está obligado por la programación oficial.

De alguna manera, fui incapaz de reconocerme y aceptarme como lesbiana durante el tiempo que estuve en ese colegio, y unos pocos meses tras haberme cambiado a un instituto, ya me identificaba como tal e incluso tenía pareja.  Supongo que siempre lo había sabido, pero por alguna razón, la idea había quedado dentro, sin querer salir.

Me alegro de mi caso pero me ha dado muchas veces por pensar en la de personas que quizás permanecieron en mi situación, inconscientemente reprimidas, infelices sin saber por qué, con la sensación de no ser ellos mismos. Por eso me parece muy importante visibilizar al colectivo, en todos los aspectos y desde todos los ámbitos, desmitificándolo y dejando de hacer de él una excepción. Quizás para este propósito  tendríamos  que poner todos un poquito de nuestra parte. Yo al menos soy, muchas veces, la primera lesbiana que algún chico ve en su vida.

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7 comentarios en “Diario de una adolescente: Nunca había visto a una lesbiana…”

  1. Suuuper,marina 😉 Cuando yo empecé a salir con mi novia, mi hermana(12 años) me decía que no me besara con ella cerca del portal porque luego venía su vecina (que también es su amiga)a preguntarle. Yo le dije: tú no te preocupes que no te tienes que avergonzar por eso, si tu amiga quieres saber algo que venga y me lo diga jejeje.

    Un besito, que te vaya bien. Erika

  2. Muy buen artículo. A mi me ocurre algo parecido al caso del chico que has contado , a pesar de tenerlo asumido y que mi familia lo tenga medio asumido.
    Cuando conozco a una lesbiana me resulta raro encontrarme a una persona igual que yo. Quizás será porque no conozco a muchas, casi ninguna. Supongo que es bastante penoso.

  3. Si señor! Totalmente de acuerdo! Por suerte, en el instituto tuve un profesor de ética Manuel Casal que nos habló del tema con naturalidad y reivindicaba los derechos y la igualdad y al que guardo mucho cariño, por lo demás, me he sentido muy identificada.

  4. Muy buen articulo y define perfectamente la situacion de tantas xikas……eso deberia ser lo ideal,sin embargo todavia hay demasiados estigmas sociales,familiares,laborales etc etc q solo causan dolor a esas mujeres…….espero q poco a poco vaya cambiando,besitossss

  5. Cuanta razón en lo importante q es educar en pa visibilidad.
    Aunque muchas veces somos nosotras mismas las q lo escondemos.
    Un día mi novia y yo paseábamos de la mano por la calle y al llegar a un parque infantil me soltó y yo, q noté la “jugada”, le pregunté:

    – Por qué me sueltas?
    – Es que hay niños- me respondió
    – Pues por eso- le dije agarrandola otra vez

    Hace casi dos años de eso, ya no me suelta la mano en los parques 😉

  6. tengo una sobrina de 4 años a la cual desde pequeña le he tratado de enseñar a través de fotografías que existen distintos tipos de personas hay rubias , morenas , negras , chinas … tal como distintos tipos de verde como el verde limon , verde esmeralda , verde botella y distintos tipos de plantas como las flores , arbustos , arboles etc , todo con el fin de hacer de su mente un libro abierto a nosotras … a su tia, una lesbiana chilena ahogada pero feliz en una sociedad retrograda.

  7. Muy buen artículo! La verdad estoy por cumplir 15 años y me siento (bastante) atraída por las chicas.
    Mi mejor amigo (Agustín) y yo somos muy unidos, y es muy gracioso porque nos ponemos a ver chicas entre los dos y nos “evaluamos” las elecciones.
    Se me ocurrió hace unos meses “salir del closet” con mi profesor de música, que es ateo, y dijo que no era la primera en la academia y que esta bien, “vos sé feliz” como dice siempre.
    Y le planteé al profesor de Formación Ética, como estábamos viendo la xenofobia, que veamos la homofobia también, porque ya que estámos estudiando sobre discriminaciones ésta tambien lo es.

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