¿Quién no se ha cuestionado infinitas veces el porqué de esas discusiones, peleas, malentendidos en una relación de pareja? Probablemente, si las hemos vivido en nuestras propias carnes, no hemos sido capaces de encontrar una explicación lógica a muchas de ellas.
Hablemos de las relaciones de pareja tormentosas, queridas, sí, sí, sí. Pero no de aquellas que nunca se pelean, ni de esas que son tan empalagosas que dan ganas de vomitar, no, no. Hablo de esas que, aunque reces mil padres nuestros para protegerte de la tormenta, de poco te sirven.
Coincidiremos, queridas lectoras, en que después de una discusión de pareja (pack all inclusive de mezcla de pensamientos, los tuyos propios, los suyos, tu rabia y su ira) se respira un mal rollo en el ambiente bastante considerable y nos invaden los interrogantes: “Pero, ¿qué ha pasado? ¿Qué capítulo me he perdido esta vez? Si hasta hace menos de un microsegundo todo estaba bien entre nosotras, volaban mariposas de colores por nuestra habitación y de repente ¡zas!” Desaparece el encantamiento en un microsegundo también. Ya no te sientes feliz, todo lo contrario, te sientes en un estado… ¡Sí, lo has adivinado! En un estado de “vaya mierda” (con perdón).
¿Nuestra actitud es racional o visceral cuando discutimos? ¿Y qué podemos hacer para sobrevivir a esta guerra? Pues a
las trincheras, amigas mías, y no ataquéis, desde ahí tal vez reflexionemos que, fruto de esa relación ha nacido un hijo llamado conflicto y vamos a aprender muchas cosas de él, porque los malentendidos llamarán a tu puerta (más que la vecina pesada del 3º). Tal vez hasta te parezca que habláis en diferentes idiomas. No te alarmes si tienes la sensación de que cada una vive su propia realidad e interpreta las cosas a su manera, o que tu cabeza gira más rápido que un tocadiscos porque eres tan tozuda que no haces más que buscar una explicación. Apuesto a que si no la encuentras, acabarás por inventártela.
Ante tal desosiego siento decepcionarte, pero te diré que no depende de ti, no está en tus manos. ¿No te das cuenta de que los planetas se alinean de tal manera y con tan mala suerte que siempre acaba ardiendo Troya, Pekín y Massachusetts? Es decir, que acabáis discutiendo. Está claro, no eres tú, ni ella, es la Alquimia de las energías de vuestra relación. ¿Verdad que ahora te quedas mucho más tranquila? Espero que sí.
Lo positivo de este tipo de relaciones, las tormentosas, es que son muy pasionales, tanto para lo bueno como para lo malo, tan rápido pasas de tener una fuerte discusión a comprobar juntas si las patas de la cama son lo bastante resistentes o no. Inevitablemente, como la compañera Gloria Mor escribía en “El amor y la Ley de Murphy”, esta maligna ley nos persigue a todas sin compasión, nos persiguen las leyes y las energías. Yo creo que quedan para tomar un café juntas mientras se ríen de cada una de nosotras. Es más, pienso que hasta disfrutan complicándonos la existencia, ¿cierto? Pero seamos francas, muy aburrida sería la vida si no tuviéramos esa sal que nos escuece tan intensamente a veces pero, a la vez, también nos da ese sabor que da sentido a nuestras inquietantes vidas.
“El encuentro de dos personas es como el encuentro de dos sustancias químicas. Si algo sucede, ambas sufren cambios.” – C. G. Jung
“Una relación es una entidad viva, independiente por derecho propio, es el producto de una combinación de individuos mezclados alquímicamente, cocinados y que cobra vida. Tome dos ingredientes humanos, distintos y separados y póngalos juntos en el recipiente de una estrecha relación, bata vigorosamente y aplique calor, el calor del deseo sexual, la necesidad emocional, el conflicto, el intercambio intelectual, los desafíos del tiempo y las circunstancias mundanas, la idealización y la inspiración y a través de una extraordinaria alquimia, se crea una nueva entidad con su propia fuerza vital, su propia inteligencia y visión y su propia identidad independiente, diferente de las dos personas que la generaron”. Fuente: Astro.com
Sinceramente, ultimamente leo los articulos y pienso ….vale, porque del articulo en mi vida sucede “lo malo”, si discutimos,aunque yo por lo menos intento dejarlo para cuando estamos mas calmadas que luego se dice lo que no se quiere decir, pero claro, “consortes”, sin esa complicada red de A+B+C, sin relaciones sexuales, (entre nosostras me refiero), luego ella, le da por tirarse o creer enamorarse de tres seguidas. Por mi parte para una vez despues de mucho tiempo que me quito el no de la cabeza, en el sentido de que no sere aceptada por mis enfermedades mentales, muy estabilizadas, surge una persona, cuando decides dar el paso de conocerla, vuelves a kedar con ella y pasais un dia maravilloso en un sitio espectacular, donde te das y se da por entero, o eso crees, y luego te pegan la patada en la boca, pienso, para que me lanzaria. Y luego tu consorte te viene y te dice k volvamos a intentarlo, en un momento que me pilla floja(y yo pensando pero de donde tengo que sacar amor hacia ti sino lo siento mas que como amiga, hermana, al final se me pone cara de poker)
Conclusion, si conseguis ponerle una etiqueta, nombre, o cualquier cosa a esto, o conseguis ver lo que yo no veo, podeis pedirme lo que querais.
La idea es la búsqueda de la serenidad… la alegria serena y el compartir vida desde un estado de plenitud… pero obviamente cada ser somos un mundo… y conjugar dos mundos y sus energias como bien dice el artículo… crea esas reacciones químicas que a veces explotan… pero con cada conflicto se crece… se remueve la mezcla, se retrocede, se observa, se aprende y se avanza… se toman decisiones, se siente el alma vibrar y se revaloriza lo deseado… el budismo habla de la ausencia del deseo para llegar al nirvana… pero ser humano, con cuerpo y alma, con energía y con los inebitables miedos, posesiones, etc… crea esa combustion entre dos cuerpos que conlleva a la pasión… pasión por la vida, por la pareja, por el sentirse vibrar… porque el sentido de la vida es ayudarnos y amarnos… más aún a la pareja… aquel ser que precisamente elegimos porque nos complementa en la diferencia… y cuando es entre dos mujeres… las energías, los ciclos, las perspectivas, el lenguaje… todo influye en ese camino hacia la plenitud… lo importante es recordar que es lo importante… qué es aquello que de verdad da sentido a mi existir y al suyo… aquello que te lleva a de repente sentir que solo con su respirar contigo se te sale el alma del cuerpo… El orgullo, la posesión, la falta de autoestima y los miedos son los constantes obstaculos… pero al reconocerlos crecemos… al reconocerlos en pareja y llorarlos en pareja poco a poco se aprende a amar cada dia un poquito mejor… La energia no se estanca… todo llega y todo pasa… qe cada discusión sea un paso al interior… tras las palabras estan aquellas necesidades que mi pareja quiere transmitirme… que quiere ella? que quiero yo? que queremos unidas??? ánimo en la búsqueda!
BUEN ARTÍCULO!!!
Me ha gustado y me ha ayudado mucho leer este artículo, últimamente ha habido muchos cambios en nuestras vidas y mi novia y yo andamos así…al menos veo que no soy la única…sería interesante que profundizárais en esos temas de problemas de pareja lésbicos, no tenemos información ni dónde consultar por eso estoy tan agradecida con vosotras
Muchos mini dramas acaban en gran drama
la culpa es de ambas por no evitar y corregir esas pequeñas molestias, saludos