El 43% de las lesbianas más jóvenes se siente “avergonzada” por su orientación sexual

Es curioso. A veces pareciera que las nuevas generaciones están muy empoderadas, que tienen tantos referentes en las redes sociales, en celebridades que han salido del armario, que experimentan una libertad y una tranquilidad que las lesbianas mayores de 35 años nunca tuvimos. 

Y si a eso sumamos que el matrimonio igualitario está aprobado en varios países y que cada vez se consiguen más derechos, salvo en excepciones dolorosas como Uganda, Hungría y Rusia, recientemente, pareciera que todo va color de rosa. 

Pero no. Porque entonces se publican estudios como éste y te quedas atónita. ¿Avergonzada de ser lesbiana?

Según un estudio realizado por la asociación LGTB Just Like Us, que orienta su trabajo a jóvenes del colectivo en Reino Unido, y realizado a 3500 jóvenes entre 18 y 25 años, se determinó que el 5% de las lesbianas se siente permanentemente avergonzada de su orientación sexual. El 38% muchas veces. Lo que nos lleva a que un 43% de las chicas lesbianas que participaron en este estudio experimenta rechazo a sí misma, siempre o a veces, ya da igual. Es duro de todas formas.

Solo un 20% manifestó nunca sentir vergüenza por ser quien es. Dos de cada diez. 

“Las lesbianas aún enfrentan desafíos complejos, derivados de un doble golpe de homofobia y misoginia”, dijo la directora ejecutiva de Just Like Us, Amy Ashenden. 

El resto del estudio arrojó que el 70 por ciento de jóvenes gays, lesbianas, bisexuales y trans, se sienten avergonzados. “Es desgarrador ver que tantos adultos jóvenes LGTB se sienten avergonzados de quienes son”, continuó Ashenden. 

Según Amy, las lesbianas enfrentamos luchas únicas cuando se trata de la vergüenza. No solo todas las mujeres están socializadas para tener una relación compleja con su propio deseo, sino que la versión heteropatriarcal de la feminidad incluye relaciones románticas con hombres. El porno, muy presente en la gente joven, es también uno de los puntos que juega en contra. Ya sabemos que el porno cosifica y degrada aún más a las mujeres lesbianas. 

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Las lesbianas más mayores sabemos que muchas veces es cosa de tiempo. Que a veces los entornos sociales no lo ponen fáciles. Pero que el camino de la madurez es también un reconocimiento del valor propio y de nuestro derecho básico y fundamental a existir, a amar y a disfrutar de esta, nuestra única vida. 

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