Sandra está imparable. Es su quinto libro, y en cada nueva publicación la presentadora se muestra más agusto consigo misma, más empoderada en su papel de referente lésbico y más guapa que nunca, que también hay que decirlo.
Activa feminista en las redes, comprometida por completo por los derechos de los animales, y ahora también con la lucha contra el hambre: todos los ingresos de este libro se destinarán a Mensajeros de la Paz, fundación creada por el Padre Angel.“Cuando conocí al Padre Angel supe que debíamos hacer algo juntos, -le contaba la actriz a EuropaPress hace unas semanas- Desde que lo conocí por primera vez se me ha quedado grabada su sonrisa como motor de cualquier acción”.
Más de una década en Telecinco le han dado la suficiente presencia internacional para que todo lo que diga deje poso aquí y al otro lado del mundo, y Sandra está usando esa baza para cambiar precisamente eso, el mundo. “Ahora soy más consciente de que se puede aprovechar la fama para aumentar la conciencia colectiva (…) Creo que tengo la necesidad de trasladar el mensaje de que cuanto más diversos, más ricos somos”.
La escritora y el artista Andrés Rudiez, que aporta sus increíbles ilustraciones, acaban de publicar, tras año y medio de trabajo, No todo es un cuento, un libro o proyecto social, como ellos lo llaman, compuesto por 7 cuentos populares que simbolizan cada uno un pecado capital diferente de esta sociedad. “Por ejemplo El flautista de Hamelín se relaciona con la ira y con los totalitarismos radicales”, explicaba Sandra a El País. Una obra que “quiere agitar conciencias y al mismo tiempo colabora con los proyectos del padre Ángel que me gusta porque cree en los imposibles y rompe con las estructuras ancladas de la Iglesia”.
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