Martina es una niña especial y afortunada. Estuvo en el cuerpo de su mami y en el cuerpo de su mamá.
Martina es una niña preciosa que representa todo lo bueno que tiene este mundo, la lucha, la diversidad, el respeto y el amor. Martina es mi primera nieta, pues hasta ahora tenía dos niños. Creció en el cuerpo de mi hija pero no de su óvulo. Tiene la genética de mi nuera, la esposa de mi hija.
Cuando mi hija Irene nos dijo que era lesbiana yo no era precisamente lo que se conoce como una “mamá moderna”, más bien pensé que había hecho algo mal, que mi hija iba a sufrir porque la iban a discriminar, y que su vida sería más difícil.
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Pero Irene nos calló la boca y los miedos a todos los miembros de su familia. Empoderada y feliz, siempre vivió su lesbianismo con mucha naturalidad y alegría. Nos traía a sus novias a casa y nos enseñó igualdad y respeto.
Irene se casó con una mujer maravillosa hace 2 años y medio y al poco tiempo comenzó en la clínica FIV Madrid un tratamiento de fertilidad que se llama método ROPA.
Mi nuera tuvo que pincharse hormonas durante varios días, así le sacaron los óvulos y los fecundaron con semen de donante. En FIV Madrid buscaron un donante que se pareciera físicamente a Irene. Alta, de ojos verdes y pelo castaño.
Yo las acompañé a un par de citas y me quedé encantada con el tratamiento y el trato recibido por los profesionales. Las chicas consiguieron cinco embriones de buena calidad. Irene tuvo que preparar su útero con una medicación para poder recibir el embrión de mi nieta.
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No esperaron la beta. Dos días antes se hicieron un test de farmacia y llegaron a visitarme con el positivo. No daba crédito, pensé que serían varios intentos hasta conseguir un embarazo.
Hace unos días celebramos el primer año de vida de mi nieta. Es una maravilla de niña y la muestra más dulce que la ciencia nos deja. Cuando mi hija estaba embarazada una de mis amigas me preguntó si sentía alguna diferencia porque Martina no sería genéticamente de nuestra familia, y cuando ya ha pasado un año solo puedo decir que no hay ninguna diferencia con el resto de mis nietos. Nada. Que la genética no tiene ninguna relevancia para formar y amar una familia.
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