Elsie de Wolfe, la admirada creadora del interiorismo, lesbiana y visible en 1930

Tuvo una relación con Elizabeth Marbury, prestigiosa agente teatral

Elsie de Wolfe es considerada la primera interiorista de la historia. Hace 70 años de su muerte, y 160 de su nacimiento.

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Siglo y medio después de su nacimiento, es increíble mirar su trabajo y ver una estética tan actual. Creó la estética Vintage, envejeciendo muebles nuevos, la millenial, la exótica. Fue tan vanguardista que lo sigue siendo ahora. Y no solo hablamos de su arte, también en su forma de vivir:

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Ya en aquella época tenía una relación bastante conocida con Elizabeth Marbury, una agente teatral reconocidísima por ser cocreadora del concepto actual de Broadway y representante y productora de personalidades como Oscar Wilde y Cole Porter.

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Como en el Círculo de Costura de los años 20, ellas formaron todo un círculo de mujeres interesadas en las artes y muy diverso sexualmente. Entre ellas estaba la aristócrata millonaria Gloria Morgan Vanderbilt, que tiene una historia muy parecida a la de la protagonista de la gran película lésbica Carol.

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Las dos casas que la pareja compartía en Nueva York se convirtieron en salones de encuentros donde muchas mujeres se reunían los domingos. Marbury las llamaba las “Ellis Island gloriosas”, en referencia a las islas de EEUU donde hacían escala los inmigrantes que llegaban en la época a NY. (Foto inferior: Elsie ante un retrato propio).

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Tiempo después crearon el Colony Club, construido ladrillo a ladrillo bajo sus indicaciones y exclusivo para mujeres creativas y creadoras. (Los hombres solo podían acceder por invitación y no pasar más allá de la “Sala para extraños”). El lugar se convirtió en todo un referente interiorista. Su sala principal rompía toda estética victoriana de la época: Tenía una fuente, celosías por las paredes y sillas de mimbre. La naturaleza dentro de un espacio cerrado. Toda esta revolución de estilo le dio a Elsie tanto trabajo por parte de las familias más ricas del país que se convirtió en parte de ellas, generando una fortuna inconmensurable.

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Y aunque la productiva relación de estas dos admirables mujeres fuera conocida y pudieran vivirla con cierta normalidad, había un sacrificio ineludible que hacer para cualquier mujer de “bien” en la época del que no pudieron escapar. Casarse. (Foto inferior: Elsie y Elisabeth).

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Así que Elsie casó con Charles Mendl. Y siguió su amor con Marbury y su carrera como actriz e interiorista. Las casas de ambas mujeres se convirtieron en leyendas de la decoración que aun perduran. Su amigo Oscar Wilde y ella sufrían cuando el espacio que les rodeaba no era estético. “Sentí algo terrible, que cortaba como un cuchillo, ante colores aberrantes” decía Elsie. Ambos también amaban el teatro, donde Elsie destacó sobre todo como escenógrafa y diseñadora de vestuario; lo que la incitó a crear el interiorismo sin existir entonces ese término; viajaba por el mundo en búsqueda de ropa y muebles para sus obras y acabó haciéndolo para las casas propias y ajenas. (Foto inferior: Elsie y Elisabeth).

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Fotos: Getty

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