Endogamia: “La ex de mi novia es la novia de mi ex”

Marta y Silvia son amigas. Antes de ser amigas eran novias. Actualmente la ex novia de Silvia es novia de Marta. Y la ex de la ex de la nueva novia de Marta, a la vez ex de Silvia, es el actual ligue de Silvia. ¿Complicado? Pues como la vida misma. Y como las lesbianas también.

De nosotras, las lesbianas, se dicen muchas cosas. Algunas de estas cosas las decimos nosotras mismas, como que somos endogĂĄmicas. La Real Academia de la Lengua define “endogamia” como la “prĂĄctica de contraer matrimonio personas de ascendencia comĂșn o naturales de una pequeña localidad o comarca”. Adaptando este concepto a la realidad lĂ©sbica, podrĂ­amos decir que es frecuente que en un grupo de amigas, o en una pequeña comunidad lĂ©sbica, nos liemos unas con otras. Creando o fuertes lazos, o potentes rencores.

“Las mujeres somos más sociables que los hombres”, sostiene Rocío Carballo, psicóloga. “Nos juntamos, y solemos hacernos amigas de las novias, y las ex de las novias de tus amigas, y cuando hay rupturas, las ex de tus amigas se mantienen. Y, a veces, los compontes de atracción no se pueden evitar, por lo que no creo que seamos más retorcidas; es algo inevitable, las mujeres tendemos a hacer vínculos más estrechos y a rozarnos más, a disociar menos el sexo de las relaciones personales”.

A juicio de la profesional, y alimentado con historias personales, el hecho de que seamos todas mujeres hace que las relaciones sean mås cercanas. Y el hecho de que seamos lesbianas implica que entre tanta cercanía los lazos pueden mutar de la amistad a la atracción. Quizås dar un salto al amor. Volver luego a la amistad, pasar por el resentimiento, quizås dar un brinco a la pasión, retomar el amor o encaminarse a las sendas de la rabia y la ira. ¿Quién sabe? En este caso puede ser lo que la pasión y las hormonas quieran.

Marta y Silvia (cuyos nombres han sido cambiados para salvaguardar la endogamia de sus vidas) son amigas y ex novias. Después de dos años de relación decidieron mantener los lazos que habían formado con las familias y amigos de ambas y, sobre todo, mantener el lazo de amistad que se había formado entre ellas.

“A la gente le resultaba raro que fuĂ©ramos amigas, porque decĂ­an que las ex no pueden ser amigas. Pero no es asĂ­. SĂ­ se puede, tienes que aprender a separar y a ser mĂĄs comprensiva si quieres tener en tu vida a alguien que es tan importante”, explica Silvia. Marta apoya el discurso de Silvia. “SĂ­, ser comprensiva es lo mĂĄs importante, y a veces es muy difĂ­cil. Silvia y yo lo habĂ­amos dejado hacĂ­a ocho meses cuando a mĂ­ me empezĂł a gustar su ex de antes de mĂ­, que tambiĂ©n era su amiga. Antes de hacer nada lo hablĂ© con Silvia. Le dije: ‘Mira, me pasa esto. Me atrae Fulanita y creo que le atraigo yo tambiĂ©n, pero antes de hacer nada, de intentar algo, quiero que me digas libremente si te parece bien o te parece mal’”, cuenta Marta.

Silvia valorĂł la consideraciĂłn de Marta y dio su visto bueno. “Te mentirĂ­a si te dijera que es algo fĂĄcil. De un dĂ­a para otro tus dos ex juntas. Cuesta y a mĂ­ me costĂł hacerme a la idea, pero porque a veces pensamos que las ex nos pertenecen. Y nadie nos pertenece. Y cuando entendĂ­ eso y decidĂ­ pensar un poco menos en mĂ­ y un poco mĂĄs en la felicidad de ellas, todo cambiĂł. TenĂ­a que pensar que mi relaciĂłn con las dos habĂ­a terminado, ninguna de las dos era la mujer de mi vida, Âżpor quĂ© me lo iba a tomar mal?”

ÂżLa ley de la selva?

Para Isabel no fue tan comprensible. “Si ya es jodido ver a tu ex novia con otra chica, es todavĂ­a mĂĄs cuando esa chica es o era tu amiga”, sentencia. Isabel tiene 23 años y llegĂł a los 18 a vivir a Madrid desde el norte. Por internet conociĂł a Sara, su primera novia. Confirmando otro de los tĂłpicos que se dice de las lesbianas (y que decimos nosotras mismas) se fueron a vivir juntas casi inmediatamente. En un piso de una sola habitaciĂłn y numerosas plantas, se juraron amor eterno. La eternidad durĂł un año. Los problemas comenzaron cuando, a travĂ©s de internet, conocieron a un grupo de chicas lesbianas con las que solĂ­an salir los fines de semana. “Sara y yo estĂĄbamos muy encerradas la una en la otra. Cuando empezamos a conocer mĂĄs chicas nos dimos cuenta de que no habĂ­amos casi vivido otras experiencias, sobre todo yo. AdemĂĄs, los grupos de mujeres se dan para estas cosas, el roce hace el cariño y cuando menos te lo esperas, ya te sientes atraĂ­da por alguna”, cuenta Isabel.

Isabel se lió con una chica del grupo, Blanca. Cuando Sara descubrió la infidelidad se lió con otra de ellas, Lorena. A su vez, Lorena y Blanca eran ex amantes. Después de la sucesión de diversos dramas lesbianos, Sara e Isabel retomaron su relación esperando que la eternidad y la fidelidad pudieran esta vez prolongarse por mås tiempo.

“A los tres o cuatro meses, Sara se dejĂł el correo abierto y me di cuenta de que se habĂ­a enrollado con Blanca, la chica con la que me habĂ­a enrollado yo primero y que era de nuestro grupo, con las que siempre salĂ­amos. Me cabreĂ© y las enfrentĂ© a las dos juntas. Reconocieron todo y Sara y yo lo dejamos. Como Blanca era parte de ese grupo de hace mĂĄs tiempo que yo, de pronto me quedĂ© sin novia y sin amigas. Porque claro, no iba yo a salir con ese grupo si mi ex estaba saliendo con una de ellas. No querĂ­a arriesgarme a ver nada, porque un dĂ­a de casualidad las vi saliendo de un bar, de la mano, y fue una mierda. Fue una Ă©poca muy mala y muy chunga. Me sentĂ­a muy sola, completamente gilipollas, muy mal”.

Al cabo de un tiempo, Isabel conociĂł un nuevo grupo de amigas y mantuvo una relaciĂłn breve con una de ellas. Que, por cierto, era la ex de la ex de Lorena. O, para hacerlo mĂĄs enrevesado aĂșn: la ex de la ex de su ex amante y novia de su ex.

Trini es bisexual y vive en Buenos Aires. Ha vivido en mĂĄs de cinco paĂ­ses diferentes, se ha movido en diferentes comunidades lĂ©sbicas y piensa que la endogamia es casi inevitable entre chicas lesbianas. “La serie The L Word retrata muy bien la realidad. Alice se habĂ­a liado con Beth y despuĂ©s lo hace con Dana. Helena forma parte del grupito de amigas pero se habĂ­a liado con Tina y habĂ­a sido una zorra con Beth. DespuĂ©s, todas tan contentas y amigas. Y, tambiĂ©n, el mapa que tenĂ­a Shane demostraba cĂłmo todas estaban conectadas por las ex. En el mundo hetero no pasa eso. QuizĂĄs es porque los hombres heterosexuales son muchos mĂĄs que las lesbianas y hay mil sitios donde conocerlos. En cambio, en las ciudades hay un bar de chicas; siempre ves las mismas y siempre te muevas por ese lugar”.

En sus relaciones lĂ©sbicas, Trini no ha tenido problemas de endogamia, pero reconoce que puede deberse a que, por haber vivido en tantos lugares por pocos años, no ha llegado a entablar lazos fuertes que se prolonguen en el tiempo. “Aunque no me ha tocado eso de que mi novia sea la ex de mi amiga y ese tipo de problemas, sĂ­ lo he visto entre chicas que he conocido. Pienso que tambiĂ©n se debe a que las lesbianas viven en el mundo donde se cumple la ley de la selva. De la mĂĄs fuerte, que suele ser la mĂĄs guapa o la que tiene mĂĄs armas de seducciĂłn. A todas nos gustan las guapas, y esa tiene mĂĄs posibilidades de ser el elemento endogĂĄmico dentro del grupo, porque puede ir rotando entre quienes la desean”.

A favor y en contra

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A Rosa no le gusta el ambiente. Muy pocas veces sale por el barrio de Chueca. Tiene novia desde hace seis años, planes de casarse y de tener hijos. “Las bolleras son irrespetuosas, van a saco, les da igual si tienes pareja o no. Una vez en un garito estaba con mi novia y vino una y le entrĂł frente a mis ojos. De suerte no se llevĂł una hostia. Y esa falta de respeto la practican entre ellas. No todas son iguales, hay que decirlo, pero sĂ­ muchas. Si les mola la novia de una amiga o una conocida, van a tratar de hacer algo. Y si esa chica que les mola les hace caso, pues irĂĄn a saco”, postula Rosa.

MarĂ­a tiene dos grupos de amigas lesbianas, las de Barcelona, ciudad en la que naciĂł, y las de Madrid, donde vive actualmente. Ha tenido noviazgos y rollos dentro de sus grupos de amigas. Plantea que muchas veces es inevitable y que, por lo mismo, hay que manejarlo con cuidado y tratando de no herir a nadie. “Es muy complicado. Porque en un grupo de chicas lesbianas somos todas mujeres a las que nos gustan las mujeres. Y claro, no por eso te gustan todas. Es muy posible que no te guste casi ninguna de tus amigas, pero al menos una te puede molar o atraer. O con la que puedes tener tensiĂłn sexual. Por lo que sea, porque te parece mona, porque es lista, por su personalidad. Todas las cosas que vas descubriendo con el tiempo. Y no es algo raro. En las pandillas mixtas de heterosexuales pasa lo mismo. Es algo de los grupos cerrados. QuizĂĄs llegas y no te mola nadie, pero con el tiempo vas descubriendo intereses comunes, afinidades, te vas liando con uno, luego lo dejas y quizĂĄs te lĂ­as con otro. No creo que las lesbianas seamos diferentes. Yo tengo amigas con las que nunca me liarĂ­a, que son sagradas e intocables, porque se me hace raro o porque no me atraen. Pero reconozco que tengo otras con las que sĂ© que me podrĂ­a liar, y muy bien. Mi novia fue primero mi amiga durante varios meses. Nos fuimos conociendo lentamente, nos fuimos gustando y nos enamoramos. Una relaciĂłn construida sobre la base de una amistad me parece que se hace muy fuerte. Hay cosas que valen la pena y cosas que no, y hasta que no lo vives no te das cuenta”, concluye MarĂ­a.

Aprender a encajar a las ex

RocĂ­o Carballo aconseja en los casos de relaciones amorosas y sexuales que se suceden en el interior de los grupos de lesbianas: claridad, respeto y valoraciĂłn. “Tienes que tener claro quiĂ©nes serĂĄn tus amigas, tus pilares y quiĂ©nes no. Ponerte lĂ­mites. Respetar a tus amigas y a tus parejas y a tus ex, pensando en no hacer lo que no te gustarĂ­a que te hicieran a ti. Pero es cierto tambiĂ©n que, a veces, surge el amor con la persona que no deberĂ­a. Y es ahĂ­ donde tienes que valorar, poner en una balanza. Si se trata, por ejemplo, de la ex de tu amiga y a tu amiga le afecta esa situaciĂłn, saber que tendrĂĄs que escoger. En estos casos muchas veces queremos tenerlo todo. Pero no es posible, hay que valorar lo que es mĂĄs importante y quĂ© estĂĄs dispuesto a dejar ir. O si se perderĂĄ una amistad por un rollete. O si se perderĂĄ un amor de verdad”, sostiene RocĂ­o. Encajar que las ex novias podrĂĄn emparejarse con conocidas, amigas o gente de nuestro cĂ­rculo puede ser doloroso o difĂ­cil segĂșn lo superada que estĂ© o no esa relaciĂłn. La psicĂłloga plantea que la mejor forma de llevar estas situaciones es, por un lado, evitar las relaciones muy dependientes y, por otro, vivir los duelos sin intentar huir de ellos.

“Es peligroso tender a evitar los duelos. Es necesario pasar por las etapas que tiene: primero la negaciĂłn, despuĂ©s la rabia y el odio a ella y a todo lo que se le parezca. La tercera etapa es la tristeza, que debe vivirse de forma natural para que no se convierta ni en depresiĂłn ni en patologĂ­a. Vivir la tristeza como algo que se debe pasar, no hay que evadirla. Puede durar dĂ­as, meses, lo que sea segĂșn la persona. Y luego viene la aceptaciĂłn, el ver lo que tienes delante y lo que viene. Confiar en el futuro, disfrutar del trabajo, un libro, el perro, los amigos. Huir de los duelos o acelerarlos emparejĂĄndonos otra vez nos dificultarĂĄ superar las cosas, porque vives otro enamoramiento, liberas endorfinas y te sientes bien, pero has perdido algo en tu vida y tarde o temprano eso saldrĂĄ. Vivir bien un duelo nos ayuda a encajar a nuestras ex con naturalidad en nuestro futuro y, sobre todo, construir relaciones verdaderas, porque no se pueden construir relaciones profundas, amar de verdad, cuando tienes tantas historias en la cabeza”, recomienda la profesional.

IlustraciĂłn Jota’s Hell

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4 comentarios en “Endogamia: “La ex de mi novia es la novia de mi ex””

  1. La perra strikes back

    Lo Ășnico que sĂ© es que cuando me gusta una chica para algo serio y me lleva de ambiente (mal asunto) y saluda a todas las allĂ­ presentes, y de todas las allĂ­ congregadas, mĂ­nimo cinco han sido exs, otro porcentaje elevado rolletes y el resto amigas con cierto roce, yo me voy a comprar tabaco (vaya, que no vuelvo a quedar con ella ni de coña).

  2. Yo no mantengo una amistad con mi ex..si alguien te falla para mi no existe…y no me gusta ese ambiente de unas con otras y son amigas…no discrimino pero no me siento comoda en ese ambiente…

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