Sara K. Ellis, directora de GLAAD y una de las lesbianas más influyentes de EEUU.

Sarah Kate Ellis es una mujer poderosa. Pero lo que nos lleva a hablar de ella es realmente el uso que ha hecho de ese poder, su presencia en los medios de su país, en favor de su propia comunidad, la de la gente LGTB. Antes de 2014, cuando se puso a la cabeza de GLAAD, la más conocida organización en defensa de los derechos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales a través de los medios de comunicación de EEUU, Sarah ya era conocida por lanzar marcas para Vogue o dirigir InStyle (F0t0 inferior: Sarah y su pareja, Kristen Henderson).

La historia de Sarah está atravesada por su activismo. Estudió Sociología y varios postgrados sobre la situación de la mujer en el mundo. Durante sus estudios superiores, en el Russell Sage College, Ellis dirigió y ensalzó una mediática campaña contra el intento de la universidad de cerrar el único centro de mujeres del Campus. Por cierto, tampoco le faltó tiempo para ser una gran atleta, -llegó a ser nadadora olímpica junior y jugó varios campionatos de hockey sobre césped-.

Su vida personal es igualmente una fuente de activismo para ella. En 2011, Ellis escribió sus memorias junto a Kristen: “Dos veces enamoradas, dos mujeres enamoradas y la familia feliz que hicieron”, -Ed Simon & Schuster- donde ambas cuentas el trascurso de sus embarazos simultáneos. El libro llegó a ser nominado para un Premio del Libro de Stonewall. Fueron la portada de la revista TIME cuando el matrimonio homosexual alcanzó la legalidad en EEUU y protagonizaron una serie de documentales para el The Huffington Post, “Here Come the Brides”.  Esta pareja, la primera que contrajo matrimonio en la Iglesia Episcopal de Nueva York -Ellis es católica practicante y miembro de la junta parriquial de esta iglesia-, conforma ahora una familia. Aquellos embarazos simultáneos se han convertido en dos maravillosos hijos.

Además de presidir GLADD, Ellis es copresidenta de OUT en Time Inc, un recurso de la compañía para visibilizar y proteger su diversidad. Los últimos años de su vida todas sus apuestas laborales se han dirigido ha potenciar el respeto y la visibilidad de la gente LGTB en las empresas.

“Me contrataron para cambiar GLAAD o apagarlo” son las palabras con las que Ellis ha explicado años después que cuando asumió el liderazgo de la organización la crisis era inminente y casi acaba con ellos. Ella acercó la empresa a la gente, revivió la presencia y la imagen de la organización y le devolvió su activismo. Una de las primeras campañas que Ellis llevó a cabo nada más coger la batuta de GLAAD fue la protesta de 2014 de la organización contra el Desfile del Día de San Patricio en la ciudad de Nueva York, pues prohibía expresamente la participación de lesbianas y gays. Oficialmente, Sarah salvó a GLAAD. 

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