Cuernos versus fidelidad. Poligamia versus monogamia. ¿Existe el poliamor? Cuántos debates se plantean cada día en los corrillos de amigas, en los foros, etc. entorno a la posibilidad de estar con otras personas aparte de tu pareja. A menudo, se quedan reducidos a posiciones contrarias y sin posibilidad de reconciliación entre las dos partes. Las dos caras de la misma moneda. Estos son los contrincantes, el combate va a empezar:
Fieles por convicción
Son muchas las que son fieles por convicción. La creencia en la monogamia es práctica extendida ennuestra sociedad dado que la moral judeocristriana ha promovido este tipo de unión, donde uno más uno siempre será dos y no caben más variables en la ecuación. Aunque también ha adquirido un cariz más importante en cuanto a nuestros sentimientos. La sensación de pertenencia a un grupo exclusivo (conformado por la pareja), la seguridad que nos transmite la estabilidad, el afecto y amor incondicionales… Son factores que hace que busquemos relaciones en las que sintamos que estamos seguros y la fidelidad (real) y la estabilidad emocional (si no hay problemas dentro de la pareja) nos ofrecen eso que anhelamos como seres humanos sociales que somos. Por supuesto, la pareja, como cualquier otra unión entre dos personas, presenta muchos retos a superar. Las discusiones y desavenencias propias de las parejas pueden suponer un obstáculo para el idilio amoroso que la sociedad plantea como ideal.
Infiel convencida
Sin embargo, hay personas que consideran que este modelo de pareja (fidelidad tradicional) no se adapta en absoluto a sus necesidades. Ya no hablo de infidelidades por despecho, ni por “desliz”, sino de las infidelidades con pleno uso de la razón. La búsqueda de aquello que no se tiene en la pareja es uno de los principales motivos para esta clase de infidelidades. Y no me refiero sólo a sexo, también a nivel emocional. La búsqueda de la complementariedad no es sino un modo de sentir que tenemos todo lo que necesitamos, igual que los fieles por convicción, solo que por otros medios. Pero como decía Gabriel García Márquez, “hay que ser infiel, pero nunca desleal“.
Pero, ¿y qué hay del engaño? Muchas personas son capaces de perdonar una infidelidad, pero cuesta perdonar la mentira y, lo que es aún peor, recuperar la confianza en la pareja. Por contra, hay personas que defienden este modo de vida y defienden el engaño, en la creencia de que así se protege a la pareja sin renunciar a la doble vida. Es un razonamiento lógico pero, ¿y si se entera?
“Las situaciones de infidelidad al final me parecen una hipocresía por parte de la persona que está siendo infiel, sobre todo si se mantiene en el tiempo sin terminar de dejar a una o a la otra, y que puede ser muy dañino tanto para esa propia persona como para la persona con la cual se engaña a la otra” nos confiesa María.
El “desliz” de una noche
Se ha escuchado mucho aquello del “estaba borracha”, “no sabía lo que hacía”, “estaba mal”, etc., que justifican una infidelidad esporádica y única. ¿Es conveniente en este caso declararlo a la pareja? Según Cristina Hernández, trabajadora social y terapeuta sexual, nos comenta: “si sólo fue un despiste y la persona que comete la infidelidad puede gestionarlo, quizá debería plantearse si es necesario decírselo a su pareja; a veces las repercusiones de contarlo son dramáticas tanto para unión de la pareja como para la otra persona. Si estamos convencidos de que fue un error, deberemos cuestionarnos la necesidad de hacer daño a la otra persona. Si decidimos dejar la pareja porque no estamos bien, tampoco habría necesidad de contarlo. Todo dependerá de la necesidad de la persona que ha cometido la infidelidad de decírselo a su pareja”. Si, por el motivo que fuere, decides compartirlo con tu pareja (¿ella querría saberlo?), deberás estar preparada para las consecuencias que acarrean el acto de la infidelidad no consentida.
Pareja abierta
Sin duda es la fórmula perfecta para aquellas a las que no les convence la fidelidad y su pareja está de acuerdo con ellas. Pero puede resultar un arma de doble filo si no se llega a acuerdos entre ambas. Poner y conocer los límites es muy importante para que ninguna de las dos sufra. Si estos límites se quebrantan o una de las dos comienza a sufrir, será necesario replantearse las normas y replantearse el modo de relación. Claudia (nombre ficticio) nos cuenta su experiencia: “Yo le planteé a mi pareja la posibilidad de una relación abierta, pero resultó ser imposible. Cada vez que salía sin mí, lo pasaba fatal, y a la inversa también. Tuvimos que dejar lo de la pareja abierta, porque nos hacíamos daño”. María apunta: “Hay que tener la autoestima muy, muy alta para que no te afecte que a tu pareja le pueda apetecer en un momento dado tener sexo con otras personas y creo que es una situación no apta para todas las personas ni para todas la parejas“. Sin embargo, si las dos personas están conformes es una manera muy cómoda de contar con la estabilidad emocional de la pareja estable combinado con las emociones que puedan desprenderse de las aventuras extrapareja. Como decía George Herbert, poeta inglés, “el adulterio es justificable: el alma necesita pocas cosas; el cuerpo muchas“.
Poliamor, la alternativa a la pareja
Es posible que sea la primera vez que oyes esta palabra, poliamor, pero es una “práctica” que está ganando adeptos por días. El planteamiento es el siguiente: ¿por qué las parejas tienen que ser compuestas por dos personas? ¿Acaso sólo puedes enamorarte de una persona a la vez? Las respuestas a estas preguntas garantizan el debate. Los defensores del poliamor defienden las relaciones en las que varias personas están enamoradas entre sí y todas conforman una unión de pareja. Difiere de la infidelidad, pues todos están al tanto de la relación; difiere de la poligamia, porque todos están con todos, no una persona con varias a la vez.
Este es un combate reñido y los oponentes presentan buenos argumentos. ¿Te atreves a deshacer el empate?
Em pronuncie: ara per ara, les persones partidaries de les parelles obertes, al meu parer, son inestables, immadures i amb un bagatge de pors superior al de la mitjana de la poblacio, per molt que vagen de xules i de tindre-ho clar, i que practiquen les filosofies zen, per a mes inri. Esta es la meua opoinio. Si a reconsiderara, per suposat, no m’importaria rectificar publicament
Creo haber entendido tu comentario Marisol, aunque si no fuera mucha molestia ponerlo en castellano te lo agradecería para poder responderte mejor.
Si no he entendido mal, aquellos que no siguen la fidelidad son personas inestables e inmaduras. Bajo mi punto de vista, puede que muchos opten por la infidelidad por estos motivos, pero hay mucha gente que realmente no cree en la monogamia. A decir verdad, la monogamia es un invento del hombre y, como tal, también puede cambiarse. Estoy de acuerdo con las parejas abiertas, etc. siempre y cuando no se recurra al engaño y se haga daño a otras personas.
Es un tema bastante conflictivo, yo me he topado con gente que cree en la fidelidad, otra que no, etcétera. Parejas abiertas que no funcionan y solo una que he conocido que sí. Al final dependerá de la honestidad con una misma y con el otro, no?
Yo creo que si. La sinceridad y la confianza conforman partes muy importantes en una pareja. Si hay comunicación entre la pareja, y se conocen los límites, sean cuales sean, y se aceptan, no tendría por qué haber problema. De haberlo, habría que ponerlo sobre la mesa y negociarlo.
Tema complicado, pero muy interesante. Desde mi experiencia personal, en las relaciones abiertas, sino se tiene muy claro donde están los límites (como por ejemplo cuando va a terminar esta relación extra), no funcionan. Desde mi punto de vista, el fallo de las relaciones de cualquier tipo es pensar que son “para siempre”, si fuesemos conscientes de que toda persona tiene derecho a cambiar, a evolucionar y a elegir lo que realmente quiere y desea, si fuesemos menos egoistas, menos dependiente y menos cómodos emocionalmente, habría menos sufrimiento
Los límites en una pareja abierta deben estar muy claros y consensuados entre los dos miembros de la pareja. Si existe algún tipo de conflicto, habrá que replantearse estos límites por el bien de la pareja.
En cuanto de lo de ser “egoístas” creo que la fidelidad no es cuestión de egoísmo, sino de algo consensuado entre ambos (aunque en ocasiones se da por supuesto) y que ambos aceptan y desean. Si una de las dos no acepta este supuesto, entonces nos encontramos ante un conflicto de pareja que deberá resolverse mediante la comunicación.
Hola Aida Castaño.
Este tema me ronda en mi cabeza desde hacer varios días con bastante intensidad, yo misma me cuestiono si he de ser o no fiel, infiel por desliz, tener una pareja abierta o creer en que el poliamor pueda funcionar…
A mi ninguna me ha funcionado “para ese para siempre”, a mi me han educado para ser fiel, pero viviendo un divorcio por infidelidad…irremediablemente me ha afectado, pasé a ser infiel convencida, ya que pillé a varias parejas siéndolo conmigo(tb lo he sido yo),tampoco me funcionó, no me servían las excusas … solo el amor funciona cuando sientes que existe una opción para ser fiel a ese sentimiento, pues todos variamos en la vida, en las relaciones y todo nuestro entorno nos afecta.
Yo sólo he decidido tras varias experiencias vividas con intensidad, al pasar el tiempo…por lo que sufrí ya es menos, que lo que viví no era para tanto. Es moverse y reaccionar a ese momento, no hay que pensar ni etiquetar tanto,hemos de sentir que colaboramos complementándonos entre todos. Porque no todos estamos sincronizados en el amor y en los sentimientos que damos o recibimos.
Un saludo 😀 Gran articulo!
Muchas gracias May.
Estoy de acuerdo contigo, no existe un “para siempre” ni un “tú eres mia y yo soy tuya”. El para siempre se construye desde la pareja, alimentándola y cuidándola cada día, por parte de ambas. El caer en el tú eres mia, es caer en el egoísmo más propio de un niño que de un adulto. Puede que ninguna de estas opciones concuerde con nosotras, o puede que tengamos que vivirlas (sufrirlas) para apreciar cuál queremos. En todo caso, todos somos libres y como tal, podemos hacer lo que queramos. Pero como me gusta parafrasear “tu libertad acaba donde empieza la mia”, es decir, cada uno que viva como quiera pero sin hacer daño a nadie.
EXacto! 😀
comparto con nusku chinarro que el hecho de pensar que tu pareja “va a ser para siempre” te condiciona por un lado a tener una responsabilidad extra al pensar que las decisiones que tomes con ella serán para siempre, que los roles q se den dentro de la pareja serán para siempre, que los años pasaràn y estaràs con la misma persona para siempre……y por el otro que pasados los primeros meses de enamoramiento y ensimismamiento mutuo vendrà el …podría depilarme pero…què màs da si va a estar ahî siempre, podría regalrle esto o tener este detalle..pero qué màs da si…bla bla bla…
es decir que bien por miedo a la responsabilidad o por un excesivo acomodamiento hay alguien que dice….no te quiero perder…pero quiero estar con otras personas.
la elección es libre, el hecho de que funcione sobre todo a la larga…es màs complicado.
Encantada de conocer vuestras opiniones y generar debate, con todo mi respeto….una pena no saber què ha escrito nuestrq compañera marisol gonzàlez
Pues por definicion nada ni nadie es eterno,desde ese punto se puede confundir una pareja con una posesion,creo que no hay dos parejas iguales,por tanto todo es moldeable segun cada persona,sus gustos,tolerancia,respeto,a veces la linea entre el bien y el mal es muy debil
este es un tema complicado y muy de cada uno, estoy de acuerdo con que para practicat una relación abierta y de poliamor se debe tener la autoestima muy muy alta y hay que tener mucho cuidado con no cruzar los límites. Yo soy fiel pero no dependo emocionalmente de mi pareja para así poder tener una relación sana y si algún día dejo de ser feliz pues dejaré la relación. Yo creo que se trata de una cuestión de lo que haga feliz a cada uno y, sobretodo, de respeto, honestidad e independencia, algo que es imprescindible, al fin y al cabo, para que funcione cualquier tipo de relación.
Y confundir libertad con libertinaje no es tan dificil
Cada uno que haga con su vida lo que quiera, siempre y cuando se deje claro, desde el principio, lo que se quiere para evitar malentendidos y, por supuesto, aplicando el lema de “no le hagas a alguien lo que no te gustaría que te hicieran a ti”.
Esto es: si quieres estar con alguien, deja claro que es lo que buscas, y si la otra acepta, adelante. Y luego pasa que, por el puto miedo a la soledad o porque no nos valoramos lo suficiente (esto implica exigencia), si la otra parte no acepta totalmente lo que deseamos, aceptamos y nos conformamos; y luego, pasa lo que pasa. No entiendo como muchas mujeres fieles (por poner un ejemplo) tienen relación con mujeres infieles, aún sabiéndolo.
Creo que es una cuestión de prioridades y de cabeza: aunque estés enamorada hasta el tuétano de una mujer que no encaja contigo, ¿para qué mantener algo que está predestinado a morir por sí solo? Mucho sufrimiento que te ahorras.
En lo personal: fiel como una perra. Relación liberal en el sentido auténtico, de tener pareja y que ésta haga lo que de le la gana, pues no, porque eso no es relación ni es nada, es un intercambio de fluidos para cuando nos aburrimos. Amantes, muchas, chicas con las que follas y punto, sin más, ni amistad ni leches. ¿Poliamor? Si ya de por sí mantener una relación con una sola persona es complicada, imagínate con varias…
Importante: separar la amistad del sexo y del amor. Son tres conceptos antagónicos.
Un saludo de la perra, que está un poco revuelta.
A.
Y por qué está tan revuelta la perra?
Estoy rebelde, chiquilla, que hace poco intenté algo con una pava (que me gusta, vaya) y cuando me dijo que sí, que me quería como pareja seria y bla bla bla… y la pillo metiéndole la lengua hasta la campanilla a otra, va y me suelta: es que la carne es débil y que somos jóvenes y tenemos que experimentar y bla bla bla. Sinceramente, el concepto de fidelidad y estos inesperados giros propios de bipolar (sin ánimo de ofender a los que padecen este problema: no es mi pretensión de tomar a la ligera una enfermedad mental), algunas son la leche (porque ella quiere estar conmigo, pero yo no, después de lo visto).
Dios, ¿tan difícil es encontrar a alguien que me tome en serio?
Un saludo.
A.
Pero a ver, si le gustas, te quiere como pareja bla bla bla… Por que se lía con otra?
Con lo fácil que seria un: A y B se conocen, se gustan, empiezan a quedar y a conocerse y gustarse mas y mas… Al final A y B resultan ser un AB… Y ya esta! sin que haya todo un abecedario por medio en todas y cada una de las fases…
Tan difícil es?
Yo lo doy por imposible. Creo que estamos todas locas (ya me incluyo a mi y todo) y es prácticamente imposible llegar a algo equilibrado con una tia…
Yo me voy a volver loca como sigan muchas en este plan… ¿tan difícil es decir: “oye, mira, quiero esto lo otro lo aquello”. ¿Qué me interesa? Acepto. ¿Qué no? Pues cada una para su casa y “tan amigas”. Pues nada, un día te dicen una cosa y al día siguiente, otra. La gente – en general – no sabe lo que quiere, y se toman el amor – los sentimientos – a la ligera, como si fuera un cachondeo. No me quiero poner en plan “conservador” o “rancio”: cada una elige como quiere llevar su vida. Yo soy así y quiero esto para mí, y si la otra parte no es lo que quiero – previa aclaración de mis deseos – lo dejo, y no me mareo más… pero ellas me marean con que me quieren y quieren estar conmigo y bla bla bla (aunque a los dos días me digan que están casadas o tienen novia), que quieren tener sólo sexo conmigo (y al día siguiente te preguntan el teléfono, te “acosan” o, peor, se te plantan en la puerta de tu casa con la maleta preparada), que quieren amistad (y esa noche desaparecen misteriosamente y, te las vuelves a reencontrar por la calle, y ni te saludan).
¿Qué coño quieren las lesbianas? Me pregunto yo, a pesar de serlo. Y la respuesta es evidente: quieren todos los coños. Todos. No se bastan con uno o dos (el suyo propio, el de otra).
El día en el que encuentre a alguien con dos dedos de frente – que he encontrado, vaya, pero no surgió – os juro que voy una juerga tan grande que vamos a estar siete días son sus siete noches bebiendo, comiendo, bailando y llorando (eso yo, al saber que he encontrado a alguien que por fin me dice “te quiero” sin dobles sentidos).
Llamadme gilipollas: no es trauma de película Disney. No soy una santa. Pero una se cansa de siempre las mismas historias bolleriles, las mismas idas de olla…
Un beso de la perra, que sigue revuelta.
A.
Normal que sigas revuelta. Te entiendo perfectamente… El día que la encuentres me voy de fiesta contigo para celebrarlo! jajajajajaja
No me parece tan complicado dejar las cosas claras des de un principio… Que quieres? quieres sexo, una relación, amistad, hacer el tonto con alguien si llegar a nada? Luego pues ya veré yo si me parece bien el plan o no… Aisss… Es que de verdad que es un asco, yo hace unos meses conocí a una chica genial, pensaba que era normal, de estas con dos dedos de frente, pero no… Para nada vamos! En resumen: le parezco preciosa, le encanto como persona, cree que conectamos mucho, bla bla bla… pero esta de rollo/relación con otra, tonteando con su ex y diciéndome a mi buenos días cada santa mañana… Tu lo entiendes? Yo no…
Lo dicho: locas todas!
Tengo la sensación de que, consciente o inconscientemente, algunas utilizáis el término “monogamia” como sinónimo de fidelidad y el de “poligamia” como infidelidad. Fidelidad es lealtad y nada tiene que ver con el número de personas con las que nos acostemos o de las que nos enamoremos. Creo que en un sistema que nos aliena para que tengamos una única pareja (y para toda la vida) tomar la decisión de no ser monógamas no se puede tachar de inmadurez, como apunta Marisol, sino todo lo contrario: requiere mucha madurez, seguridad y confianza. Sin duda, no es para cualquier persona.
Ser fiel, infiel, etc, es eso, una decisión como cualquier otra, pero con consecuencias que dependiendo del que lo ve y experimenta, trae consecuencias tanto buenas como malas. Y ciertamente, la fidelidad es una convención social, inventada en pro de la salud no solo sexual, sino mental. Pero hay que señalar una cosa, el origen del amor erótico, ese tipo de amor busca la fusión con la otra persona, una exclusividad, que es la base del mismo. Estar con alguien, es elegirle por encima de mis demás preferencias, porque constituye lo que deseo y necesito. Pero el amor de pareja no debe fundamentarse en esto, simplemente porque al final terminamos poniendo la razón de nuestra felicidad en la realización con esta otra persona, y es allí cuando nos topamos con el hecho de andar buscando lo que nos hace falta en otra u otras… Y luego nos convertimos en escépticas… soñando en lo que puede ser y no es. El amor sin duda alguna es elección, pero esa elección no es sinónimo de posesión, vamos, ninguna persona es posesión de otra, pero estamos tan programadas a pensar que estar con alguien es atarle a nosotras eternamente, lo correcto es decir, hasta que dure, y qué si dura un día, una semana o una eternidad completa, lo importante es ir construyendo un aquí y un ahora… el mañana está sobrevalorado.
Vive y deja vivir, no son solo palabras, son hechos, si no ponemos las cartas sobre la mesa, no podemos conocer los limites de una relación ni mucho menos los alcances de la misma. Todos tomamos decisiones en base a nuestras convicciones, no es justo para nadie ser infiel con quien te ofrece fidelidad. Para algo somos seres racionales, vivimos y nos relacionamos más allá de los instintos. No actuemos como si no fuera así.
Me parece coherente tu comentario, por supuesto. La fidelidad, es cierto, es una construcción social, y a veces, hay que admitir que dicho argumento lo utilizan muchas para justificar sus infidelidades cuando es mejor decir “pues sí, odio el compromiso, pero para que no te vayas de mi lado o no quedarme sola, te digo lo que tú quieres oír”. Hay chicas que son por naturaleza o por cultura o por cualquier otro motivo fieles, y otras, no. En esta viña del señor tiene que haber de todo (es la salsa de la vida). De la misma manera que hay algunas chicas que les gusta vivir libremente, por respeto a la otra chica que, a lo mejor está enamorada de ella, debería de ser clara y directa para evitar problemas posteriores. No creo que a nadie le siente bien estar con alguien y que te mienta en todos los sentidos. La falta de confianza mina cualquier tipo de relación (sea de amor, entre amigos, familiares, etc). A veces, esta situación les garantiza una comodidad injusta para la otra parte (estar con alguien fijo que le da estabilidad, otra, una amante, que le da sexo o pasión… ¿no sería más adecuado estar con alguien que reúna todas las características reunidas y necesarias para ser felices?).
Hay que ser racional, y sobretodo, sensata. Es respetable que cada una viva como guste siempre y cuando respete a la que tiene al lado. Pero yo mantengo una teoría: hoy día la gente – en general – piensa con los genitales, no con la cabeza, y todo se justifica por unos polvos. Luego pasa lo que pasa: lágrimas, sufrimientos, traumas, depresiones, etc.
Llamadme rara, pero yo, si quiero tener una relación seria, quiero estar con esa sola persona, por desgracia, cuando me enamoro, la quiero para mí (en el buen sentido, que ella puede hacer su vida libremente, que no la quiero pegada las 24 horas del día ni tampoco quiero que deje de hacer sus cosas, es absurdo anular a una chica de esta manera, eso no es amor ni respeto ni nada). Ahora bien, que quiero tener algo con alguien, que no todo, pues nada, tenemos sexo de vez en cuando y ya está (es que eso de follamiga no me gusta mucho, porque el amor, el sexo y la amistad son tres dimensiones totalmente diferentes, por lo menos, para mí). Si accedo a tener una relación de ese tipo con alguien, es porque no estoy enamorada, obvio. Pero claro: unas dicen una cosa, otras dicen aquello, algunas lo otro… llega un punto en el que te plantas y dices: ¿qué coño quieren las lesbianas? Bueno, es injusto decir esto: ese síndrome de Peter Pan, esa libertad desmesurada y esa falta de valores respeto es algo que padecen todas las condiciones sexuales.
Un saludo de la perra, menos revuelta, pero igual de reflexiva.
A.
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Mi pareja y yo tenemos 8 años de relación, vivimos juntas y nos la pasamos muy a gusto, hace un año conocimos a una mujer madura que nos encanto y desde hace un tiempo estamos en una relación las tres. Nos la llevamos muy bien, la vemos casi todos los días y bueno, la pasamos muy bien,y en cuestión de sexo pues es maravilloso, no hay celos de parte de ninguna porque somos tres y no hay nadie mas que nosotras, creo que todo puede suceder, yo las amo a las dos, y ellas piensan igual, así que existe de todo, solo es saber como hacerlo.