Ahora es artista refugiada pero planea volver
Grace Munene es Gramo Suspect. Una mujer de 37 años nacida en la Isla de Lamu, -Kenia- que no estaba dispuesta a soportar un destino de esclavitud y barbarie.
Tras ser secuestrada a los 24 años por varias personas de la secta mungiki, -sufriĂł la ablaciĂłn genital entonces de la que se habĂa librado de niña-, agredida sexualmente y amenazada de muerte por los sicarios del gobierno por ser lesbiana, Grace nunca cesĂł en su empeño de ser rapera, como su compatriota, la rapera keniana Nazizi Hijri, el referente que la mantuvo a flote.
Lee tambiĂ©n La pelĂcula lĂ©sbica Rafiki gana el Oscar africano
EntrĂł en Facebook, contactĂł con Out in Kenia, una asociaciĂłn defensora de los derechos humanos LGTB, y les presentĂł su primer disco. Y asĂ fue, presentado en un hotel de Nairobi y anunciado en Facebook, Grace se encontrĂł con un exitoso estreno al que acudieron 500 personas y donde se escucharon canciones reivindicativas con todas las injusticias sociales de su paĂs, tambiĂ©n LGTB. Es ahĂ donde Grace conociĂł a muchas otras personas homosexuales y encontrĂł una familia, un resguardo, un lugar por donde empezar a vivir. Es mas, en esa fiesta conociĂł a su actual pareja. ComenzĂł a emitir su mĂșsica por Youtube (en la radio serĂa completamente ilegal) y actualmente es toda una eminencia del rap, solista o en grupo (I am Crew).
Estaba en un paĂs donde la homosexualidad se condena con 15 años de cĂĄrcel y las violaciones punitivas a mujeres lesbianas estĂĄn totalmente normalizadas. Ante el riesgo inminente de perder la vida por parte de la policĂa de Kenia, -ademĂĄs de amenazarla le habĂan dado varias palizas- Grace tuvo que escapar.
Lee tambiĂ©n Esto no es africano: un retrato del Ăfrica LGTB.
Su novia le facilitĂł el contacto con Artist at Risk, quienes pagaron su desplazamiento desde Mombasa, donde vivĂa jugĂĄndose la vida, hasta Nairobi y de ahĂ a Barcelona. Ahora es una artista refugiada, y ha dado multitud de conciertos y conferencias, pero piensa volver. “Si me quedo mĂĄs allĂĄ del permiso de tres meses, no podrĂ© volver a mi paĂs y eso limitarĂa mi libertad. Por otro lado, quiero inspirar y alentar a la gente a que viva su vida como desee, sin miedo, y si me quedase en Europa estarĂa transmitiendo el mensaje de que puedo salir del armario solo porque no vivo en Kenia. Quiero luchar por toda la gente que llora suplicando ayuda pero que no tiene voz. Por eso decidĂ cantar y hacer lo que hago”.
La artista le contaba recientemente a El PeriĂłdico su experiencia. Tras el calvario de sobrevivir en Kenia y escapar, llegĂł el rechazo de su familia, practicamente entera. Su testimonio es durĂsimo: Aunque no seas LGTB visible, si tienes “pluma” ni siquiera te dejarĂĄn trabajar o ser atendido en un hospital. No parece que nada vaya a cambiar y tan solo una parlamentaria, Esther Passaris, propone, con escaso eco, cambiar el apartado 162 de la ConstituciĂłn donde se pena la homosexualidad.
Para Grace, fueron las religiones occidentales las que trajeron (cristiana y musulmana) las que trajeron consigo la homofobia. SegĂșn contaba a El PeriĂłdico, las tribus africanas contemplan la homosexualidad en su lenguaje y lo tenĂan normalizado, incluso el Rey Mwanga II, gobernador de Uganda en el siglo XIX, era abiertamente gay. “(Europa) deberĂa presionar para que cambien el apartado 162 de la ConstituciĂłn. Y promulgar leyes que castiguen la homofobia. Por mucho que Kenia ya no sea una colonia, vivimos en una fase de neocolonialismo y este asunto deberĂa formar parte de la agenda europea. Del mismo modo que presionaron en su dĂa para instaurar esta ley homĂłfoba, pueden presionar para conseguir lo contrario. Si no fue difĂcil entonces, no deberĂa serlo ahora”.