Mi historia de amor lésbico: “De una relación a distancia a blogueras casadas”

“Nuestra loca historia rompe con la mayoría de fantasías para convertirse en realidad en muy corto tiempo.

Nos conocimos a distancia, el 16 de Julio de 2015. Yo, bisexual desde los 8 años, la típica chica fría, pero que siempre rompía corazones donde quisiera. Artista, libre, con miedo al compromiso y siempre muy independiente. Ella la chica noble de corazón, con mala fortuna en el amor, la que dice: “no me gusta lo cursi”.

Una tarde que entré a navegar por internet la encontré. En una de esas páginas de ligue para lesbianas.  Una frase en su perfil llamó mi atención: “Dime quien camina, cuando se puede volar”. Y por primera vez en mi vida le escribí a alguien por iniciativa propia.

En nuestra primera charla le compartí mi whatsapp e instagram. Poco tiempo después recibí un mensaje con número internacional en mi teléfono que decía “Te encontré”.

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Mi primera impresión de ella fue que era divertida, consentida que estaba algo lastimada en cuanto a temas de amor.  Vivía en México, yo en Costa Rica. Ambas con relaciones en ese momento. Ella con otra chica, a la cual ella no le significaba mucho, y yo por mi parte con un chico al que más bien yo le interesaba demasiado.

No importó mucho, aunque siempre con cierta discreción, nos mensajeábamos a diario. Poco a poco nos comenzamos a envolver en el mundo de la otra, yo sabía que le encantaba a ella, y ella me volvía loca a mi. En poco tiempo ya no podíamos evitarlo, hasta la distancia era algo que no nos importaba, terminamos las relaciones en las que estábamos. Nuestros fines de semana se convirtieron en 11 horas por skype diarias, entre semana eran mensajes, facebook, canciones para dedicar, llamadas internacionales y hasta los “TE AMO” eran frecuentes, incluso sin habernos visto en persona.

Decidí ir a verla, compré mi ticket de vuelo a México, arreglé ir 5 días. De los mejores viajes que he hecho en mi vida. Aunque estaba acostumbrada a ser bastante decidida, ella hacia que perdiera mi control y fuera una niña tímida de 5 años una vez más. Puedo decir que al verla en el aeropuerto, la primera vez que la miraba en persona solo me dije: “Es demasiado Hermosa” y seguidamente me robó un beso, estoy segura que hasta me sonrojé en aquel momento.

Conocí un poco de su mundo, sus amigos, familia. E incluso me hizo parte de una situación muy de ella al llevar una ileostomia. Ya me había platicado que pronto debía hacerse la reversión de la misma, y que por su historial médico, sería muy complicada la operación.

mi-historia-de-amor-lesbicoRegresé a Costa Rica. Sabía que vendrían momentos algo complicados. Nos extrañábamos demasiado. Se aproximaba su operación y ella me decía que no importaba la distancia, que con mis mensajes lo lograría, yo sabía que era más que eso. Yo sabía que era ELLA la persona con la que deseaba compartir todo de mi, y debía estar en ese momento con ella.

Renunciar a todo en mi país e ir a México era ahora el plan #1. Por suerte llevaba ahorrando dinero desde 2 años atrás para ir a vivir a Irlanda, y aunque México nunca estuvo dentro de los países a los que quería ir a vivir, de pronto solo podía pensar en eso.

Vendí todo: sillones, refrigerador, platos, incluso mi motocicleta. Habíamos decidido estar juntas, era algo tan natural. Y así, 4 meses después de haberla conocido. Renuncié a mi trabajo, compré mi ticket aéreo con destino a México, esta vez sin regreso.

El departamento que conseguimos rentar fue gracias a una amiga de ella. Su familia no la apoyaba con nuestra relación, estábamos solas. Y fue así como en nuestro depa, acompañadas solamente de un sofa naranja iniciamos desde cero, la mejor etapa de nuestra vida juntas.

Un mes después de vivir juntas, logré conseguir trabajo. Nuestro amor crecía a mil por hora… Estábamos demasiado felices y decidimos ser madres.

Así fue como llego a nuestras vidas CAPPUCHINO, el primer bebé gatuno. Recuerdo que lo encontré en una página de adopción en facebook para animalitos mestizos sin hogar y fue amor a primera vista. Él nos convirtió en madres y nos hace reír con sus locuras cada día. Incluso es como un niño refunfuñón, mimado, muy listo e incluso vengativo si no le das un poco de helado de Oreo de vez en cuando.

Luego tuvimos nuestra mayor prueba. Me despidieron 2 días después de que la internaran para ya la tan esperada operación.Fue bastante inesperado y deprimente ver que no tenía trabajo y que estábamos a punto de pasar una etapa muy dura.

Su operación salió bien, pero su recuperación fue difícil. Cada día y noche estaba en el hospital. Comprendí que por algo pasan las cosas, incluso aunque en el momento no seas capaz de verlo. El no tener trabajo me permitió “vivir” en el hospital por 22 días a su lado.

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Tengo claro que si cultivas, cosechas. Así que mis palabras y energías positivas las enfocaba para que ella pudiera fortalecer rápido. Sabía que el decirle “Vamos, eres una mujer fuerte, tú puedes” al decirlo cada día, la haría sentirse como tal, y le echaría más ganas. Aunque su ánimo descendiera en ocasiones por el dolor, por la preocupación de que hubiese o no funcionado la operación.

Fue así como un 14 de febrero, aún en el hospital, decidimos que nos casaríamos.  Y ese día, como si el universo nos alentara a seguir adelante… nos dieron de alta del hospital. Un obsequio perfecto para esa fecha. No podíamos pedir más.

El 29 de abril de 2016, nos casamos. En una boda sencilla, con apenas unos 7 u 8 amigos cercanos. Algo muy nuestro.

El 29 de octubre cumplimos 6 meses de ser esposas y el 14 de noviembre cumplimos un año de vivir juntas en México.

Nuestro mensaje: No se rindan. El primer paso hacia la felicidad es aceptarte a ti mismo.Que nadie nunca les diga que está bien o mal, sigue a tu corazón.

Una vez que lo hagas encontrarás poco a poco tu camino, y quizá un día no tan lejano encuentres a esa persona que te acepte como eres e incluso aporte su granito para  que crezcas y seas mejor persona cada día. Amo mi vida en todo aspecto, mi familia es pequeña, estoy igual de loca enamorada y apasionada por mi esposa que la primera vez que le escribí o ese primer beso en el aeropuerto. Mi familia está mas rodeada de orejitas puntiagudas y bigotes que otras cosas, pero es real y soy la más feliz del mundo.

Chichi, gracias por permitirme ser libre, ser YO. Porque libre solo soy cuando estoy a tu lado. Por enseñarme que estoy cada vez más cerca de ser mejor como ser humana. Por cada vida juntas. TE AMO MY LITTLE SUN”.

 Tricssy Mari

Tricssy y Mari tienen su propio canal de Youtube. Si quieres conocerlas más, no te pierdas LesKitties

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3 comentarios en “Mi historia de amor lésbico: “De una relación a distancia a blogueras casadas””

  1. Hola chicas,
    Mi nombre es Sonja McDonell, de 24 años, azafata Swiss Airlines con 13 ciudades de ultramar. Las relaciones y reuniones de lesbianas en países lejanos a menudo no son posibles o sólo por poco tiempo. Este no es mi deseo. Quiero una relación estable. Escríbeme por favor, cuando estés en una de mis ciudades o en mis vacaciones.
    Saludos
    Sonja en [email protected]

  2. Que Linda Historia Yo Tengo Una Novia A 8 Horas De Distancia A Mi Ciudad En Colombia Y Llevamos 3 Años Tenemos Una Hija Aun No Hemos Podido Vivir Juntas Porque No Nos Apoyan Juntas Y Académicamente Estamos Un Poco Mal Pero Estamos Aun Juntas Nos Vemos Una Ves En Dos Meses Y Ella Es Mi Otra Mitad Espero Durar Mucho Tiempo Con Ella Y Poder Independizarnos El Otro Año

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