Cuando era adolescente, Jodie estaba en la cima de su carrera con El silencio de los corderos. Era misteriosa. Sexy. Compleja.
Las nuevas generaciones son más desconocedoras de su trayectoria, pero en realidad Jodie ha sido la niña prodigio del cine americano y la protagonista de algunas de las películas más inolvidables de la historia del celuloide.
También se ha convertido, en las últimas décadas, en una consagrada directora de cine, e incluso ha dirigido varios de los capítulos de nuestra querida serie Orange is the New Black.
Esa es su vida en imágenes:
Jodie saltó a la fama siendo aun una niña y de la mano de Taxi Driver, hace exactamente 40 años.
De la mano de Robert de Niro, convirtió la película en el fenómeno de culto que aun es a día de hoy.
La actriz creció y se consagró durante las tres siguientes décadas, y aunque su homosexualidad era un secreto a voces, los medios más desorientados apuntaron durante años a que los hijos de Jodie podrían ser de su compañero de reparto en películas como Maverick, Mel Gibson. Siempre han sido grandes amigos, algo sorprendente teniendo en cuenta la forma de ser tan peculiar del actor.
Los hijos de Jodie iban creciendo y cada vez era más evidente que había formado una familia homoparental junto a su pareja por varias décadas Cindy Bernard.
Muchos años separan estas imágenes pero ambas son de los Globos de Oro. En una reciente edición, la actriz hizo un divertido juego de palabras al recoger un premio por toda su carrera: “Tengo que deciros algo. Soy…soltera” y dedicó el premio a la madre de sus hijos, Cindy Bernard, aun cuando la relación ya había acabado.
Tras un affair con Cinthya Mort, Jodie conoció a la que ahora es su mujer; Alexandra Hedison. Y por fin, Jodie lleva a alguien de la mano a eventos y presentaciones:
La otra mujer de su vida, tal vez la más importante, es su madre. Cuando padecía una enfermedad degenerativa, Jodie le quiso escribir y publicar estas hermosísimas palabras: “mamá, se que estas detrás de tus azules ojos, ahí, en alguna parte. Te quiero. Te quiero. Te quiero. Y espero que si lo digo tres veces, mágicamente mis palabras lleguen hasta tu alma y puedas disfrutar de saber que lo hiciste muy bien en esta vida. Eres una gran madre. Por favor, llévate estas palabras contigo cuando estés preparada para irte“.
En la película “La habitación del pánico” era Kristen Stewart la niña casi desconocida, y Jodie ya una consagrada actriz. La protagonista de Crepúsculo, que siempre le agradece el apoyo incondicional que le brindó en aquel rodaje, es a día de hoy una gran amiga.
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