Paula Goodgame tenía muy claro con quien quería ir al baile de graduación. Tanto era así que envió una solicitud a su orientador, como debían hacer todos los estudiantes que como ella trajeran a una pareja de fuera de la escuela. En su ilusión, no pudo prever la negativa:
Hola Paula.
No está permitido que los estudiantes traigan personas del mismo sexo como cita. Sin embargo, si quieres pedirle a uno de tus amigos (chicos) que le pidan (a tu pareja) que sea su acompañante, podría servir. Si tienes alguna otra duda sobre qué está permitido, avísame 🙂
Quedaba una semana para el evento y parecía que esta escuela católica de San Petesburgo (Florida) no iba a permitir que la joven de 17 años cumpliera su sueño. Paula Goodgame, ni corta ni perezosa, compartió el hecho en Twitter.
Paula había respondido a su orientador, indignada porque, según sus palabras, él debía precisamente ser una guía para su vida, no un impedimento. La escuela argumentó que su máxima era la de que prevalezcan las tradiciones y el apego por las reglas. Paula lo deja muy claro: “(Lo de las reglas) es una tontería porque hay una regla que dice que no puedes llevar a gente de más de 20 años a la promoción y algunas llevan a novios de mas de 22 años”.
La publicación de Paula ha alcanzado en una semana 18.000 Me gusta y más de 9.000 retuits.
“Me encanta el cariño y apoyo que hemos recibido desde que se publicó el tuit. Ha sido increíble ver a la comunidad LGTB defendiéndose unos a otros”, ha asegurado Anjali, la novia de Paula, en una entrevista para BuzzFeed. “Espero que todos los estudiantes de la comunidad LGTB que estén en nuestra situación encuentren el valor necesario para no dejarse pisotear y que podamos encontrar igualdad para todos”.
Lo más sorprendente del hecho es que hay varios estudiantes homosexuales visibles en la escuela e incluso alumnos con padres del mismo sexo. “Nadie esperaba que esto pasase. Ni yo ni mis amigos”, ha continuado la joven, que sigue alucinada con la atención suscitada por el tuit. “Mucha gente me dice que está en el mismo barco, algunos en escuelas católicas y otros no. Es triste ver que la gente aún no está aceptada”.
Desgraciadamente no parece que las chicas logren ir juntas a la graduación pero aun así nunca olvidarán este momento, aunque solo sea por haber recibido apoyo de todos los rincones del mundo.
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