Un juez da la razón a una pareja que denunció que una clínica de fertilidad les quería cobrar más por ser lesbianas.

Un juez da la razón a una pareja de lesbianas que denunciaron que una clínica les quería cobrar más por ser lesbianas.

Esta pareja de lesbianas acaba de ganar una gran batalla legal después de haberles pedido pagar 6.000 libras más por una FIV que a una pareja heterosexual.

Laura Hineson y Rachel Morgan fueron informadas por NHS Clinical Commissioning Group, comisión sanitaria que vela por los derechos de los pacientes, que tendrían que gastar £ 6.000 en seis rondas de inseminación intrauterina debido a su “infertilidad.”

Sin embargo, según la política de la Clínica Barnsley CCG, una pareja heterosexual con infertilidad inexplicada no necesitaría someterse al mismo procedimiento antes de que se le otorgue acceso al tratamiento de FIV.

La pareja recurrió al bufete de abogados Leigh Day para investigar si podían poner una denuncia de discriminación según la Ley de Igualdad de 2010, en base de su sexualidad.

Los abogados de la pareja habían amenazado con solicitar una revisión judicial si la clínica no aceptaba cambiar su política. Y, en respuesta, Barnsley CCG llevó a cabo una revisión del caso de la pareja y admitió que se había basado demasiado en la política en lugar de mirar las circunstancias específicas del caso de Rachel y Laura.

Rosa Curling, abogada de la firma legal Leigh Day, dijo: “Era claro para nosotros que Laura y Rachel se habían enfrentado a una discriminación directa debido a su sexualidad.”

“Nos complace que el CCG finalmente haya reconocido esto y haya aceptado revisar su política para que otras parejas del mismo sexo no enfrenten una desventaja injusta con respecto a las parejas heterosexuales en la misma situación”, comentaron las chicas.

La pareja había realizado la inseminación artificial en casa entre noviembre de 2014 y enero de 2016. Cuando resultó negativo un intento tras otro fueron remitidas al Sheffield Fertility Center en mayo de 2016. Se sometieron a tres ciclos autofinanciados de tratamientos IA (Inseminación Artificial) en el centro de fertilidad.

Como no tuvieron éxito iniciaron una solicitud  a la clínica para financiar el tratamiento de FIV, la cual rechazaron y además indicaron a la pareja que debía someterse a otros tres ciclos de inseminación autofinanciada antes de ser posible recibir fondos para el tratamiento de FIV.

Laura y Rachel dijeron: “Para nosotras se trata de luchar por la igualdad LGBT. Deberíamos tener igual acceso al tratamiento de FIV y a una familia, independientemente del sexo de la persona de quien nos enamoramos”.

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