En más de una ocasión te hemos hablado de los mitos que rodean a las lesbianas, y hemos tratado de desmentir muchos de ellos, entre los cuales se encuentran esa rapidez innata por irse a vivir juntas pero, ¿Quién no conoce a una pareja de mujeres que a los pocos meses de conocerse ya viven juntas? o incluso ¿A quién de nosotras no nos ha pasado en alguna ocasión? Sea cierto o no, hoy no queremos reflexionar sobre ello, sino de la aventura de vivir juntas.
No existe un manual sobre el amor, sobre la velocidad con la que comienzas a sentir o cuando esas emociones invaden tu cuerpo, tu mente y tu corazón. Cada relación es un mundo y no hay reglas ni dos parejas iguales, pero lo que si es cierto es que existen varias fases por las que pasan la mayoría de ellas y entre ellas se encuentra el momento en el que decides irte a vivir con tu chica, pero ¿realmente estáis preparadas?
Normalmente es algo que llega poco a poco y en muchas ocasiones sin que os deis cuenta; un día observas que una de sus camisetas están en tu armario, que su pijama está junto al tuyo y que muchas de sus cosas personales invaden tu casa, incluido el cepillo de dientes, la clave de ese momento en el que te planteas si debéis dar el paso.
Quizá cuando comenzasteis a salir te dijiste a ti misma, incluso a tus amigos cuando te preguntaban eso de que cuando ibais a comenzar a vivir en la misma casa si realmente en la práctica ya lo hacíais, que eso era una locura, que no querías correr y que todo a su tiempo. Pero puede que pasado un tiempo, después de darte cuenta que realmente es así, que tu casa se ha convertido en un lugar en común, quizá en ese momento no te parezca algo tan descabellado.
Pero debes tener claro que el hecho de irse a vivir juntas es un paso que no se puede tomar de forma precipitada ya que si, es cierto que a muchas parejas les va genial, pero también puede que ocurra lo contrario y que esa relación perfecta comience a perder la magia.
Lo que está claro, y es lo principal a tener en cuenta, es que las dos tenéis que estar en el mismo punto, que ambas deseéis dar el paso, ya que sino es probable que una de las dos se vea presionada a hacerlo y eso haga que no funcione. Pero además es importante valorar otros aspectos, como puede ser el hecho de que en alguna ocasión hayas pasado junto a ella algún momento de convivencia, como pueden ser unas vacaciones, además de que también es vital que la aceptes tal cual es, al igual que ella a ti, sin tener la idea de querer cambiarla, porque eso no funcionará.
Puede que haya otros temas que no te parezcan esenciales a la hora de dar el paso, como puede ser el tema del dinero. No se trata de no ser románticas, o de pecar de materialistas pero es algo necesario. El hecho de compartir gastos al principio puede parecerte una bobada, pero no lo es. Si no lo haces de esa manera quizá la que lleve el peso económico acabe saturándose de la situación o peor aún, echándoselo en cara a la otra de manera consciente o inconscientemente a la mínima de cambio.
En muchos casos habrás oído eso de “Si me voy a vivir con ella perderé mi independencia y libertad” o incluso puede que hasta tú lo hayas pensado. Debes borrar esa idea de tu mente, ya que una de las claves de vivir juntas es poder mantener cada una su espacio y sus momentos. Si antes de hacerlo estabas acostumbrada a disfrutar de esos ratos a solas, de esa intimidad o de poder tener tus aficiones sin tener que hacerlo todo juntas, no dejes de hacerlo, sería un error. La clave es construir algo juntas, pero sin destruir lo que ha creado cada una de forma individual.
¿Y que ocurre cuando tu chica está muy unida a su familia o amigos? No pasa nada, eso es algo positivo, pero ya sea a ella o a ti a la que le ocurra, tenéis que tener muy claras vuestras prioridades. Si para una de las dos su prioridad es su pareja pero para la otra no, no funcionará. Si antepone al resto antes que a ti, eso al final acabará cansándote y derivando en muchas ocasiones en absurdas discusiones que, curiosamente, no están provocadas por un problema entre ambas. La familia es importante y los amigos también, pero si decides vivir con tu chica, ten en cuenta que estáis construyendo algo juntas que debe primar por encima del resto.
Como te hemos dicho al inicio, no hay unas reglas establecidas para que la convivencia funcione, pero el hecho de mudarse juntas tendrá muchas más posibilidades si tienes en cuenta estas claves y además las completas con total comunicación y sinceridad sobre lo que cada una opináis pero siempre dejándoos llevar y disfrutando de cada fase y cada momento de vuestra relación.