La cantautora lesbiana Grace Petrie está desafiando la “estrecha visión de género” de la sociedad y enviando un mensaje fuerte a las ‘feministas anti-trans’.
‘Black Tie’ es realmente la canción que me gustaría haber tenido cuando era adolescente. Cuando era joven no tenía modelos masculinos ni femeninos LGTB, y las únicas veces que las mujeres lesbianas eran visibles en los medios o la cultura, básicamente se las presentaba como una broma, o como algo inherentemente poco atractivo e inaceptable.
Según sus propias declaraciones, Grace era muy masculina desde pequeña y le hubiese ayudado tener referentes, bien en la televisión o en algún escenario, además de saber que estaba bien que ella fuese así.
Desde que ocurriera, en el Pride de Londres, la protesta de un grupo de mujeres lesbianas anti-trans y luego la contraprotesta con la campaña #LwiththeT, Grace decidió que sería implacable en su apoyo a las personas trans y no binarias.
Odio la transfobia en cualquier forma, pero estoy especialmente decepcionada cuando veo que proviene de las comunidades feministas y lesbianas. Como trato de decir en la canción, tenemos un enemigo común en una sociedad patriarcal que lastima a todos. Las minorías se atacan mutuamente, y las lesbianas se alinean exactamente con los mismos medios, la política y la sociedad (la derecha, los fundamentalistas religiosos y los activistas de los derechos de los hombres) que históricamente han oprimido exactamente de la misma manera que oprimen a las personas trans. Es una cosa triste de ver.
Lo que pasó en el London Pride fue desagradable para mí y odio que gran parte de los medios de comunicación lo denunciasen falsamente como una ‘protesta lesbiana’cuando, en realidad, la pequeña minoría de feministas anti-trans no habla por mí ni por ninguna de las lesbianas que conozco.
Dentro de su nuevo álbum “Queer as Folk” encontramos la canción ‘Black tie’ donde durante un baile de graduación LGTB, la cantante de folk británica le canta a sus espectadores que da igual cómo te vistas o cómo expreses tu género. Grace espera que su canción envíe un fuerte mensaje de que nunca debemos rendirnos a una visión estrecha del género.
No hay una sola forma aceptable de ser mujer, puedes ser una mujer que viste ropa de hombre y está bien, y no hay nada de malo en querer hacer eso.
El vídeo musical se rodó en el antiguo ayuntamiento de Leicester, donde Petrie y su equipo invitaron a los y las jóvenes a “vestirse exactamente como quisieran” para celebrar la ‘queer prom’.
Vinieron muchas personas y dijeron que estaban reclamando que en sus propios bailes no podían expresarse de forma cómoda. Esa era exactamente mi experiencia y era lo que quería hacer con la canción, así que fue encantador ver a tantas personas disfrutando de la atmósfera que creamos. Fue un día muy emotivo.