Lo que os voy a contar es común y a la vez pionero. ¿Se puede hacer algo nuevo en películas de adolescentes? Sí y no. Y es el paradójico caso de Bottoms.
La lista de películas sobre adolescentes poco atractivos, poco populares, antihéroes que acaban llegando a lo más alto de sus deseos eróticos consiguiendo la atención (e incluso el amor) de las chicas más cotizadas, es infinita. Eso es una realidad.
Emma Seligman, la directora lesbiana de la brillante comedia Shiva Baby, ha cogido el formato de estas películas adolescentes y ha reemplazado a los chicos por bolleras. Uno de los objetivos que se planteaba la directora era “hacerle la peineta” a todas esas películas que muestran relaciones lésbicas románticas y sanas, como de cuentos de Disney.
“La única representación queer que he visto en la pantalla ha sido muy dócil y muy dulce, y quería ver personajes lésbicos asquerosos”, declara Emma, de 27 años, en una entrevista para Them. “Quería hacer algo gay y estúpido que no fuese serio. Y también una historia de heroínas. Algo con peleas y momentos edgy”.
“No quiero hacer nada que se parezca a una historia de salida del armario”, afirma. “Estoy deseando ver personajes queer en argumentos que van sobre cualquier otra cosa”.
Bottoms es la hilarante historia de PJ (Rachel Sennott) y Josie (Ayo Edebiri), dos chicas lesbianas que no destacan ni por su físico ni por su popularidad. Las dos están platónicamente enamoradas de las animadoras del instituto y se les ocurre una idea para ligar con ellas: crear un club de lucha femenina.
Bottons fue rechazada en todos los estudios, salvo en Orion, que está dirigido por otra mujer lesbiana, Alana Mayo. Y desde que se estrenó en cines de Reino Unido y Estados Unidos ha sido un fenómeno, agotando entradas en muchas salas.
A partir del 21 de noviembre podremos verla en Amazon Prime con el título El Club de las Peleadoras.