Ha llegado un momento muy dulce para la visibilidad lésbica. Muchas son las fantásticas artistas que han vivido décadas en la sombra su sexualidad, para no perder sus trabajos, por miedo a echarse encima a la opinión pública, etcétera.
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Con Encarna Sánchez, María del Monte, Anabel Alonso, Rosana…todo eran rumores, habladurías malintencionadas hace unos años. Fueron las actrices, cantantes, presentadoras del momento. Se decía y no. Se sabía pero no se podía nombrar. Se les permitía vivir pero bajito.
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Hoy todas estas mujeres han salido con fuerza a la palestra. María del Monte representa este cambio de era, la época dorada de la visibilidad lésbica. Este ha sido un año maravilloso donde nuestras leyendas han dado una patada al armario de la historia, y otras más nuevas, pero con la misma fama y la misma omertá, han dicho ya basta. Vanesa Martín, Inma Cuesta, Berta Hernández, Sandra Barneda, María Pelae… han ido, post a post, pasito a pasito, convirtiéndose en los referentes lésbicos de generaciones de ayer y hoy. De nuestras abuelas y nuestras sobrinas.
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Este Orgullo, especialmente, ha traído la mejor cosecha de libertad. Tras la ya inolvidable salida del armario de María del Monte, llegó toda una declaración de intenciones de Vanesa Martín. Después, fue nuestra amada Inma Cuesta que decidió ir un paso más lejos y hablar del autoengaño a la hora de esconderse de la opinión pública, de lo que se sufre y de lo que se gana al salir. Un texto que nos enamoró y donde la madre lesbiana más famosa de España, junto con Elena Anaya, no se dejó nada por decir.
Gracias a todas estas mujeres maravillosas. Nos aligeran y enriquecen la vida.
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