El amor llega cuando menos lo esperas
Me encanta esta historia. No solo porque una vez más, y ya van miles de miles, la evidencia demuestra que la diversidad sexual es algo natural.
Me encanta porque es tremendamente tierna.
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Todo comenzó por error. Amanda Brunton tenía gallinas y su vecino lo sabía, pero un día este le trajo a casa una gallina perdida creyendo que era de ella. No era así, pero decidió darle un hogar.
Just over a year ago, our neighbours asked me if I was missing a chicken, because one had been spotted on the meadow outside our house (I was not missing a hen). About 6 weeks later someone caught the hen and brought her to me, assuming she was mine (she was not). pic.twitter.com/Y6F4bgz0xN
— Amanda Brunton (@Amandycat) February 25, 2020
Los conocimientos sobre etología de Amanda le llevaron a escoger primero una amiga para Domino -así bautizó a su invitada- con la que pasar un tiempo antes de presentarse en “sociedad”. Resulta que si las gallinas no son “invitadas” por algún miembro del gallinero es posible que no sean bien acogidas.
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Así fue como la descarriada Domino conoció a Michelle O´Brahma, destinada a protegerla de los peligros del gallinero. El amor es caprichoso y sus roles más, así que Michelle se puso tímida nada más verla y acabó siendo Domino la que cuidaba de ambas. Le traía comida, la envolvía con su ala mientras comían -exactamente lo que estás pensando, un abrazo gallinil- y la protegía en las peleas del gallinero.
New hens have to be quarantined, preferably with a quarantine buddy. That way, if they have recovered from something infectious but remain a carrier, you’ll find out when the other bird gets sick. I learned some carpentry and made her a coop, and bought her a new friend. pic.twitter.com/ngVv73ewfb
— Amanda Brunton (@Amandycat) February 25, 2020
(No me digas que no adoras cómo posa Domino en las fotos de Amanda).
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Su criadora, Amanda, estaba tan asombrada con esta relación que decidió acudir a un especialista en comportamiento animal. Efectivamente, este le confirmó que la relación entre Domino y Michelle era una relación de pareja, y no de amistad. Hoy su amor continúa, y Michelle no se cree la suerte que ha tenido de que apareciera de repente su SuperChicken en su pequeñito y aburrido corral. Y es que todo mejora, y el amor, aunque tarde, llega.
I mentioned this to the breeder that I bought Michelle from recently, and she says she’s only ever seen this behaviour as something roosters do for their favourite hen. So basically, I’ve had adorable little chicken-y lesbians in my back garden the whole time and I DIDN’T REALISE pic.twitter.com/OuViCK4m5q
— Amanda Brunton (@Amandycat) February 25, 2020