Sebastián Lelio se ha convertido por derecho en un director de culto. En poco tiempo ha sacado dos películas incomparables, reveladoras y revolucionarias: Una mujer fantástica cuenta la historia de una mujer transexual con un tacto y una sensibilidad solo comparables con Lawrence anywhere. Desobedience habla del amor prohibido entre dos mujeres, encarnadas por dos actrices que nunca pasarán de moda, Rachel McAdams y Rachel Weisz.
El Festival de Toronto ha aplaudido desaforadamente tanto a la película en sí como a la escena de sexo central del film. Durante casi 10 minutos podemos ver la saliva de Weisz caer en la boca de McAdams tras haberle desabrochado la cremallera del pantalón con los dientes. Una escena que, lejos de ser burda o gratuita, ha sido considerada como una de las escenas de sexo más acertadas y sugerentes de la historia. “Una de las mejores escenas de cama que he visto en el cine en años”, “la escena sexual más salvaje del año”, “una de las escenas de sexo más vibrante de este año” son algunos de los comentarios que se pudieron escuchar tras el estreno de la película en el Festival.
Producido por la propia Rachel Weisz y su director Sebastián Leilo, junto a Rebecca Lenkiewicz, la película es la adaptación de la novela homónima de Naomi Alderman que cuenta la historia de Esti y Ronit, dos adolescentes que tuvieron una relación en el pasado y que se reencuentran años después en el barrio judío londinense donde se conocieron. Su amor reprimido por el contexto que les rodeaba aflora ahora con la pasión y libertad de la edad adulta. La crítica del Festival de Toronto ya ha ensalzado a la película como “un poderoso, sensual y bonito retrato de la libertad femenina sexual y amorosa”.