La popularidad de los casinos en el mundo del cine

Muy pocos escenarios en la historia del séptimo arte pueden recrear la vibrante tensión que existe en los casinos, donde cada movimiento podría ser el último. El misterio que se esconde tras las cortinas de las habitaciones exclusivas, el glamour de los espacios, las mesas de apuestas, la algarabía o simplemente una ruleta que invita a coquetear con la suerte, son algunos de los factores que influyen en este tipo de ambientes cinematográficos. Estos detalles, parte del del espacio y el ambiente de los casinos, junto con otros elementos, hacen de estos lujosos y grandiosos edificios una elección ideal para algunas de las escenas más icónicas del cine y de la cultura pop.

Las historias que incluyen escenas en casinos han sabido aprovechar todas y cada una de estas características, añadiendo algo que, sin duda, enriquece la obra cinematográfica y captura toda la tensión y atención de los momentos memorables de la película. Existen, de hecho, algunas “fórmulas” que ciertos guionistas han utilizado en distintas películas de la misma manera. Por ejemplo, la idea de que algún apostador amateur es capaz de, valiéndose únicamente de su buena suerte y actitud, llevarse a casa una gran suma de dinero sin mucho esfuerzo. Sin embargo, en la vida real todo jugador sabe que este estereotipo queda, en una gran mayoría de casos, muy lejos de la realidad.

 

Los momentos de tensión

Otra de las fórmulas que comúnmente se repite, con la función de introducir una justa dosis de tensión en la narrativa de la película, es la clásica escena en la que los actores con las cartas entre las manos o la mirada fija en la ruleta desean, con todas sus fuerzas, ganar la gran suma de dinero de la cual dependen para lograr un objetivo crucial, como ocurre en The Gambler (2014). Se trata de un remake de la versión de 1974; una película en la cual el personaje principal, Jim, interpretado por Mark Wahlberg, espera liberarse de todas sus deudas, incluyendo salvar su vida y la de su familia, que también estaban comprometidas con uno de sus prestamistas.

Ganar todos: ganar juntos

En Hollywood, los casinos también pueden ser una escuela donde se aprende complicidad, camaradería y trabajo en familia, como se demuestra en una de las películas relacionadas con el tema de los casinos que más millones ha recaudado en Hollywood, ya considerada un clásico nombrado en distintas series de televisión. Se trata de Rain man (1988), una drama protagonizado por Tom Cruise, que interpreta a Charlie (el hermano menor con problemas de dinero) y Dustin Hoffman como Raymond (su hermano mayor, un autista sabio) quienes se reencuentran a partir de la muerte del padre. Charlie, endeudado y amenazado, indaga en las razones que hay detrás de la herencia de su padre, el cual deja su mayor parte a Raymond.

En un viaje de descubrimiento hacia las Vegas, Charlie recuerda la presencia de Raymond en su infancia y descubre la increíble capacidad para los número de Raymond. Los hermanos logran ganar lo necesario para cubrir las deudas de Charlie, valiéndose de la nueva relación que acaban de rehacer, y su historia de hermandad continúa. Criticada por romantizar el autismo y por introducir algunas ideas sobre esta condición, fue una película sumamente significativa en la cultura pop americana, en la que el escenario de los casinos juega un papel central.

 

Mostrando el carácter real de los personajes

Como ahora sabemos, los casinos pueden mostrar lo mejor y peor de una persona: todo lo que es capaz de hacer para ganar. Y este es un recurso también muy utilizado en las películas donde se incluyen escenas en casinos. Por ejemplo en Casablanca (1942), donde el cínico Rick escucha a una pareja preocupada por obtener dinero para comenzar otra vida y se alía con el crupier para indicarles qué número jugar en la ruleta, provocando así la simpatía del público al mostrar su verdadero corazón. Así mismo, en Casino Royale (2006) el agente 007 demuestra todo su temple en la mesa de apuestas, elevándola a niveles que no nos esperábamos, sin sudar siquiera una gota. Bond se mantiene firme hasta el final, llevándose todo el dinero y demostrándonos, una vez más, todo su coraje ante apuestas que otros abandonaron.

Como hemos visto, incluir escenas de películas en casinos ha sido una constante en varias de las piezas cinematográficas de la cultura pop más importantes, por todo lo que representa y puede reinterpretarse en nuestro presente y en un futuro. Además, incluso en comedias como The Hangover (2009), los casinos brindan el contexto ideal para darle un giro gracioso a la historia, teniendo también cabida en este tipo de géneros. En definitiva, volver a darle un nuevo sentido a este tipo de escenarios es, seguramente, uno de los mayores retos para todo aquel creador de contenido y entretenimiento.

Muy pocos escenarios en la historia del séptimo arte pueden recrear la vibrante tensión que existe en los casinos, donde cada movimiento podría ser el último. El misterio que se esconde tras las cortinas de las habitaciones exclusivas, el glamour de los espacios, las mesas de apuestas, la algarabía o simplemente una ruleta que invita a coquetear con la suerte, son algunos de los factores que influyen en este tipo de ambientes cinematográficos. Estos detalles, parte del del espacio y el ambiente de los casinos, junto con otros elementos, hacen de estos lujosos y grandiosos edificios una elección ideal para algunas de las escenas más icónicas del cine y de la cultura pop.

 Las historias que incluyen escenas en casinos han sabido aprovechar todas y cada una de estas características, añadiendo algo que, sin duda, enriquece la obra cinematográfica y captura toda la tensión y atención de los momentos memorables de la película. Existen, de hecho, algunas “fórmulas” que ciertos guionistas han utilizado en distintas películas de la misma manera. Por ejemplo, la idea de que algún apostador amateur es capaz de, valiéndose únicamente de su buena suerte y actitud, llevarse a casa una gran suma de dinero sin mucho esfuerzo. Sin embargo, en la vida real todo jugador sabe que este estereotipo queda, en una gran mayoría de casos, muy lejos de la realidad.

 Los momentos de tensión

 Otra de las fórmulas que comúnmente se repite, con la función de introducir una justa dosis de tensión en la narrativa de la película, es la clásica escena en la que los actores con las cartas entre las manos o la mirada fija en la ruleta desean, con todas sus fuerzas, ganar la gran suma de dinero de la cual dependen para lograr un objetivo crucial, como ocurre en The Gambler (2014). Se trata de un remake de la versión de 1974; una película en la cual el personaje principal, Jim, interpretado por Mark Wahlberg, espera liberarse de todas sus deudas, incluyendo salvar su vida y la de su familia, que también estaban comprometidas con uno de sus prestamistas.

 Ganar todos: ganar juntos

 En Hollywood, los casinos también pueden ser una escuela donde se aprende complicidad, camaradería y trabajo en familia, como se demuestra en una de las películas relacionadas con el tema de los casinos que más millones ha recaudado en Hollywood, ya considerada un clásico nombrado en distintas series de televisión. Se trata de Rain man (1988), una drama protagonizado por Tom Cruise, que interpreta a Charlie (el hermano menor con problemas de dinero) y Dustin Hoffman como Raymond (su hermano mayor, un autista sabio) quienes se reencuentran a partir de la muerte del padre. Charlie, endeudado y amenazado, indaga en las razones que hay detrás de la herencia de su padre, el cual deja su mayor parte a Raymond.

En un viaje de descubrimiento hacia las Vegas, Charlie recuerda la presencia de Raymond en su infancia y descubre la increíble capacidad para los número de Raymond. Los hermanos logran ganar lo necesario para cubrir las deudas de Charlie, valiéndose de la nueva relación que acaban de rehacer, y su historia de hermandad continúa. Criticada por romantizar el autismo y por introducir algunas ideas sobre esta condición, fue una película sumamente significativa en la cultura pop americana, en la que el escenario de los casinos juega un papel central.

 

Mostrando el carácter real de los personajes

 Como ahora sabemos, los casinos pueden mostrar lo mejor y peor de una persona: todo lo que es capaz de hacer para ganar. Y este es un recurso también muy utilizado en las películas donde se incluyen escenas en casinos. Por ejemplo en Casablanca (1942), donde el cínico Rick escucha a una pareja preocupada por obtener dinero para comenzar otra vida y se alía con el crupier para indicarles qué número jugar en la ruleta, provocando así la simpatía del público al mostrar su verdadero corazón. Así mismo, en Casino Royale (2006) el agente 007 demuestra todo su temple en la mesa de apuestas, elevándola a niveles que no nos esperábamos, sin sudar siquiera una gota. Bond se mantiene firme hasta el final, llevándose todo el dinero y demostrándonos, una vez más, todo su coraje ante apuestas que otros abandonaron.

 Como hemos visto, incluir escenas de películas en casinos ha sido una constante en varias de las piezas cinematográficas de la cultura pop más importantes, por todo lo que representa y puede reinterpretarse en nuestro presente y en un futuro. Además, incluso en comedias como The Hangover (2009), los casinos brindan el contexto ideal para darle un giro gracioso a la historia, teniendo también cabida en este tipo de géneros. En definitiva, volver a darle un nuevo sentido a este tipo de escenarios es, seguramente, uno de los mayores retos para todo aquel creador de contenido y entretenimiento.

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