Inglaterra, 9 de febrero de 2011. Un hombre es torturado y asesinado por sus dos arrendatarias. En el cuerpo de la noticia explican como, por un motivo económico, ambas mujeres acuchillaron al dueño de la casa y lo dejaron morir. Los titulares fueron “Lesbianas y asesinas torturan y matan al propietario de su vivienda”. No se ha vuelto a saber de ellas debido a las críticas acerca de cómo se trató la noticia.
Australia, 7 de marzo de 2008. Una adolescente es acuchillada por dos muchachas en una fiesta. Según el periódico, las mujeres mataron a la chica y se besaron encima de su cuerpo “porque las excitaba”. Titulares: “Dos lesbianas asesinan a una adolescente en medio de una orgía”. Se les condenó a 15 años de cárcel y a toda una vida de críticas, no por asesinas, sino por su sexualidad.
Estados Unidos, Alemania, España… Son escenarios de terribles crímenes en los que parece más importante destacar la orientación sexual del asesino que el asesinato en sí. Casos como el famoso parricidio cometido en el siglo XIX por Lizzie Borden, o el asesinato de seis hombres por parte de Aileen Wuornos, en quien se inspiró la película llamada ‘Monster’, llegan a nuestros oídos con una característica concreta: sus protagonistas eran lesbianas o bisexuales.
Lizzie Borden mató a su padre y a su madrastra a hachazos el 4 de agosto de 1892 en Nueva Inglaterra. Tenía 32 años y no había estado con ningún hombre, ante lo cual fue víctima de numerosas presiones tanto sociales como familiares. Se dice que era lesbiana y, ante las insistencias de sus padres para que se casara, acabó matándolos a ambos.
La historia de Aileen es un poco más dramática. Vivía con sus abuelos después de haber sido abandonada por sus padres. Su abuelo abusaba de ella sexualmente, y su abuela, alcohólica, solía maltratarla. Siendo aún menor de edad, se fue de casa y empezó a prostituirse para poder mantenerse. Cuando su hermano mayor murió de cáncer, recibió una gran suma de dinero del seguro, con el que pensaba comenzar una nueva vida.
Nada más lejos de la realidad. Con 30 años conoció a quien consideró “el amor de su vida”: Tyra Moore, una mujer drogadicta y ambiciosa. Ambas se metieron en un mundo de drogas del que no supieron salir. De hecho, Aileen volvió a la prostitución, pero esta vez de una forma más extrema: torturaba y mataba a los hombres con los que se acostaba para luego robarles el dinero y los objetos de valor.
Condenaron a Aileen con la pena de muerte. Fue ejecutada el 9 de octubre de 2002.
A lo largo de la historia, las lesbianas han sido perseguidas, exorcizadas y hasta psicoanalizadas. Al fin y al cabo, si al principio estábamos poseídas por el demonio, después teníamos una enfermedad mental. Y es que la medicina, con sus teorías acerca de la homosexualidad, ha afianzado aún más la extraña relación entre las lesbianas y los asesinatos.
Si ya teníamos una buena mezcla que generara violencia (sumemos a la posesión demoníaca una pizca de parafilias descontroladas y obtendremos una lesbiana psicópata en potencia), añadámosle testosterona al asunto.
Ya sabemos que hay teorías acerca de la relación entre homosexualidad femenina y altos niveles de “hormonas masculinas”, así como entre dicha hormona y la violencia varonil. Menudo mejunje.
Freud, en el siglo XX, decía en su libro ‘Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad’, donde comenta que la homosexualidad se produce por un “Complejo de Edipo no solucionado”. O, en el caso de la mujer, “Complejo de Electra”, que viene siendo el deseo de la niña por su padre y el odio hacia su madre, a la que ve como una rival. El psicoanalista decía que ante la falta de uno de los padres o el comportamiento inadecuado de éstos, el complejo no se solucionaría y derivaría en homosexualidad.
Entonces, recapitulemos. Mujer, lesbiana, parafilia, desorden mental, envidia, violencia y, voilá, ¡la asesina perfecta!
Eso debieron pensar los creadores de ‘Lesbian Vampire Killers’ (se ve que lo del demonio estaba demasiado visto y querían innovar utilizando vampiros) o de ‘Criaturas celestiales’, en la que, después de todo, las protagonistas, lesbianas, no están muy bien psicológicamente hablando.
Pero dejemos el cine y volvamos al mundo real. Ya hemos visto que desde el siglo XIX hasta la actualidad, la relación lesbiana-asesina se ha convertido, no solo en objeto de explotación ficticia, sino también de numerosos estudios y documentales. ¿Quién no ha oído hablar de las mujeres nazis? Ya nos han contado que eran incluso más despiadadas que los hombres –si una mujer sin poder da miedo, con él es aterradora-, pero también hemos oído hablar de su sexualidad. Olga Lengyel, una escritora y enfermera a la que deportaron a Auschwitz en 1944, habla en su libro de las violaciones y “juegos sexuales” a los que eran sometidas muchas compañeras por parte de doctoras y supervisoras nazis. Una de ellas, Irma Grese, era conocida como ‘el ángel rubio’ por ser, no solo la mujer más cruel del campo de concentración, sino también la más bella. Además de ser conocida por acostarse con casi todos los supervisores del campo de concentración, también lo era por una de sus famosas torturas: provocar heridas en los senos de las mujeres para provocarles infecciones y luego abusar de ellas mientras se las curaba. Fue condenada a la horca y murió en 1945, con 22 años.
Aunque actualmente, en muchos países la orientación homosexual empieza a normalizarse, el término “heterosexual” se obvia en cualquier noticia (ejemplo: Hombre heterosexual asesina a su mujer), lo que no ocurre con las palabras “gay” o “lesbiana”, que siguen apareciendo en los medios de comunicación como un hecho a tener en cuenta. Como si ser lesbiana condicionara los crímenes. Crímenes donde, casualmente, la víctima casi siempre es un hombre.
Hola, muy interesante el artículo. Pero me sorprende que no se mencione el caso Wanninkhof y la condena de Dolores Vázquez fundada casi exclusivamente en la relación lésbica que había mantenido con la madre de la víctima. Es un caso clarísimo de lesbofobia (y además, tras tenerla varios años en la cárcel, al final se demostró la inocencia de Dolores).
Supongo que no se menciona porque no es una asesina Dolores Vazquez. Y estos son casos donde si hay culpables
Muy bueno el artículo…
Muchas gracias, Ali.
A mi también me recuerda cuando culparon a Dolores Vazquez por asesinato sin ninguna prueba, solo por ser lesbiana
Por desgracia hagamos lo que hagamos siempre seremos criticadas
Es que, al añadirle “lesbiana” a un titular ya están generando morbo y dejando en mal lugar a todo el colectivo y yo digo… ¿Por qué cuando millones de hombres y mujeres heterosexuales cometen crímenes no salpica a todxs lxs heterosexuales pero, en cambio, al revés, si? Porque, como dice Ali, siempre seremos criticadas y, cuantos mas motivos para ello, mejor. Además, siempre, por unas cosas o por otras, somos el blanco del morbo y qué quereis que os diga pero a mi(no se por qué)me da un poco de pena Aileen Wuornos, aunque es horrible lo que hizo, por supuesto.
¡Hola! la verdad es que la vida de Aileen fue de todo menos agradable… Eso no justifica lo que hizo, claro, pero entiendo lo que dices a la perfección. Y lo de los titulares es una pena. Aún no he visto un titular que sea “hombre heterosexual mata a su pareja”. La palabra homosexual acaba convirtiéndose en un insulto.
Qué fuerte la historia de Irma “la dulce”, harán peli?
también hubo un caso de unas chicas adolescentes que se enamoraron y cuando la madre se enteró las quería separar pero accedió a que pasaran unos últimos días juntas y dando un paseo mató la hija a la madre con un calcetín en el que había metido una piedra pero no me acuerdo de los nombres
Es la película Criaturas Celestiales
es el caso de pauline y juliet pero he dado mal la versiòn porque no me acordaba jeje. Además, una se hizo escritora cuando salió de la carcel
Criaturas Celestiales está basada en un hecho real. Qué gran película de Peter Jackson, por cierto, cuando a Peter Jackson le da la gana ser Peter Jackson
si, estoy mirando en internet y creo que esa película está basada en esa historia, pero no la he visto. Me la apunto para verla
Pues es lo mismo que decir hombres heterosexuales asesinos, que es la moda de hoy.