A Roberta la conocimos una noche en un bar de ambiente de Chueca. Era una italiana divertida y muy alegre. Aunque estaba sola, en menos de una hora ya se había hecho amiga de casi todo el bar, chapuzeando un español muy raro se hacía entender con facilidad.
Nos cayó tan bien que mis amigas y yo la invitamos a una barbacoa que teníamos al día siguiente. Roberta no estaba haciendo turismo en Madrid, como tantas lesbianas extranjeras atraídas por el buen rollo y buen ambiente LGTB de nuestro país y nuestra capital. Roberta había venido a embarazarse.
Al principio nos pareció extraño eso de cambiar de país para buscar un bebé, y es que en España, mucho más gayfriendly que algunos vecinos, olvidamos que aquí tenemos derechos básicos que otros países no, países que por ejemplo reservan los tratamientos de reproducción asistida a mujeres heterosexuales con pareja masculina que no pueden concebir, nada de lesbianas, ni solteras ni en pareja. En varios no se permite la donación de óvulos o de esperma.
En esa oportunidad Roberta no se embarazó. Dos de mis mejores amigas habían tenido una niña en la clínica Fiv Madrid. Se la recomendaron a Roberta que dos meses después volvió a Madrid. Yo la acompañé a hacerse la inseminación, porque Roberta venía sola, ella quería ser madre soltera por elección. Después de eso nos fuimos de fiesta, para no pensar, para que los nervios no la consumieran.
¡Roberta se embarazó! Y aunque la conocíamos poco nos alegró muchísimo. De su embarazo en Madrid surgió una amistad que aún perdura, es más, el cumpleaños número 3 de Luciano, su hijo, lo pasamos juntas, puesto que junto a varias amiga fuimos a visitarla el pasado verano a Italia.
Cecile y Anne son francesas, una pareja fascinante, de esas que llevaban juntas casi del colegio y se siguen queriendo muy bien a sus casi 40 años. También vinieron a nuestra capital, y a la clínica FIV Madrid para hacer crecer su familia. Ellas querían hacer el método ropa, de lo que no tenían posibilidad en Francia. Cecile quería embarazarse del óvulo de Anne.
Anne tuvo que seguir un tratamiento hormonal, le sacaron dos óvulos, los fecundaron y los pusieron en el útero de Cecile. Regresaron a Francia y a los días se hicieron el test de embarazo. ¡Estaban embarazadas! Y no era solo un bebé, eran dos. Ahora son madres de Loana y Eric. Tienen otros óvulos congelados en FIV Madrid, de momento los gemelos dan bastante trabajo pero no descartan darles un hermanito en poco tiempo, ya que a Anne también le gustaría embarazarse.
Como Anne, Cecile y Roberta, muchas mujeres lesbianas extranjeras llegan a España a buscar un embarazo, porque las terapias son avanzadas, hay grandes especialistas, y las técnicas de reproducción asistida más baratas.
En España hay 383 centros de reproducción asistida, somos el país que más tiene después de Estados Unidos. Así que ya sabéis, pioneros no solo en ayudar a mujeres a embarazarse, sino que sobre todo, y eso me llena de orgullo, un espacio seguro y respetuoso con mujeres lesbianas de todas partes.
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Es una pena que las mujeres lesbianas tenga que venir a España para cumplir su sueño de ser madres. Por suerte, en España contamos con unos magnifícos avances en las técnicas de repoducción asistida. En mi caso he conocido a través de Interner a una mujer que es Latina y tenemos una relación lésbica. Estamos pensando en tener un hijo más adelante. Mucha suerte a todo el colectivo lésbico!
La verdad es que España se está convirtiendo en un referente en reproducción asistida y de diversidad de familiar. Son muchas las parejas de mujeres que acuden o bien por precio o bien porque en sus países las leyes no se lo permiten, igual que mujeres en busca de donación de óvulos/embriones o mujeres sin pareja en busca de un tratamiento con donación de esperma, algo que tienen en común con las parejas de mujeres. Esto es un gran avance aquí aunque no en otros países y además de auge, prestigio, también posibilidades de crecimiento de nuestro país y de puestos de trabajo. Cada vez son más las parejas de mujeres que tienen familia y me parece maravilloso.