Existe una enorme vorágine de LesbiFacts que nos ocurren a muchas lesbianas en general y a las lesbianas adultas y casadas en particular (como yo), así que voy a centrarme en tres en este artículo: “Las cenas sin-pareja”, “La falsa hermana” y la eterna duda de: “¿Quién cocina?”.
Las cenas sin-pareja
Son cenas periódicas, de frecuencia mensual o trimestral, organizadas por grupos de amigas, siendo el 95% formante chicas heterosexuales, como excusa para tomar unas cervecitas, hablar de ellas libremente y ponerse al día en general, sin sus novios, maridos, ligues, etcétera, a los que se criticará en mayor o menor medida. Cenas en las que ni se plantean que tú, lesbiana, pienses ni por un momento en no llevar a tu novia, mujer, ligue, etc.
“Pensaba que era una cena sin pareja”, te habrás quedado con cara de tonta diciéndoles más de una vez, mientras ellas te miran con esa expresión de “no sabes nada Jon Nieve” y te explican despacito que tú claro que llevas a tu pareja. Resulta que no es una cena sin pareja, sino una cena sin hombres. ¿Por qué no decir entonces desde primera hora que quieren hacer una cena sin hombres? “Ya, es que tampoco es eso” suele ser la respuesta. “¿Pero entonces es una cena con o sin pareja?” Ellas te repiten que “Sin pareja, ellos no van a venir.” “¿Pero entonces no llevo a mi chica?” Vuelves a preguntar (porque no te enteras de nada). “¡Claro que la traes!” te dicen. “¿Pero y ellos no pueden venir, tienen cosas que hacer?” Tú sigues insistiendo. “Se van a aburrir, pobrecitos”, argumento rotundo del que no van a plantearse su contestabilidad.
Es posible que mires entonces a tus amigas ―ojos entrecerrados― y te des cuenta de dos grandes hechos lésbicos:
– 1º y malo: en un 99%, las cenas sin-pareja no existen para ti, ya que son cenas sin hombres y tú de ésos no tienes muchos por casa.
– 2º y bueno: si tu chica resiste la citada cena, probablemente es que es amor de verdad.
La falsa hermana
Vas caminando alegremente con tu novia, las dos entráis en una tienda para comprar ropa y llega ese fatídico momento en que mientras ella está dentro del probador, tú tienes que ir a cambiarle los vaqueros que ha cogido por unos de una talla menos, cuando la avispada dependienta que te los tiende te dice: “Toma, si tu hermana necesita otra cosa dímelo.”
Cambiemos la situación. Vacaciones, hotel, tu chica y tú en el mostrador de recepción haciendo la facturación cansadas del viaje, el hombre que rebusca las llaves de vuestra habitación levanta la vista compungido: “Lo siento chicas, se han equivocado y os han puesto a ti y a tu hermana en la misma habitación, voy a mirar a ver si puedo daros dos hab…” Y tú te apresuras a corregirle: “Habíamos reservado la habitación doble, con cama de matrimonio.”
Otra situación. Camino largo en taxi. Tú y tu mujer en el asiento de atrás hablando de vuestras cosas, taxista de esos habladores por los codos, a ratos amplios más interesado en vuestra vida que en la carretera, al que al final la curiosidad le acaba pudiendo y tras saber si sois de su ciudad, en qué trabajáis, de qué equipo de fútbol sois, si tenéis pareja, por qué vais adónde vais, etcétera, os acaba preguntando: “¿Y tenéis más hermanos o sois sólo tu hermana y tú?”
¿Más ejemplos o ha quedado claro ya éste LesbiFact?
¿Quién cocina?
Durante siglos la humanidad se ha estado preguntando quiénes somos, de dónde venimos, adónde vamos… Se le ha dado mucha importancia a estas cuestiones, son temas adorados en el seno de la filosofía universal y sin embargo, no se ha dedicado casi tiempo al estudio de, me atreveré a decir, una de las preguntas más antiguas y frecuentes de muchos seres humanos heterosexuales al encontrarse frente a una pareja de lesbianas (oooh, misteriosas y extrañas), véase, la eterna e intrigante duda de: ¿quién de las dos es la que cocina? Como si este ser humano heterosexual no concibiese la loca idea de que ninguna sepa cocinar (oooh…) o la idea más loca aún de que ninguna de las dos cocine (oooh, qué imposible). De los creadores de esta misteriosa incógnita, pronto en LesbiFacts, más preguntas emocionantes, como: ¿quién pone la lavadora? ¿Rotáis alguna vez quién lleva los pantalones en casa? O profundizando más en el tema de la cocina: ¿comen lo mismo las lesbianas que nosotros? (¡No se pierdan nuestros descubrimientos sobre esta especie increíble!).
Hasta aquí los LesbiFacts de hoy. No os preocupéis, mientras nuestra sociedad siga con los recortes en educación, con el apoyo a la Iglesia católica por encima de todo lo demás, con gobiernos anclados en la filosofía de los años 40 como el que tenemos y demás barbaridades, seguiremos teniendo un amplio abanico de LesbiFacts de los que reírnos.
Laura Morillas García, visita mi blog Atlanthis
JAJAJAJAJA! La verdad es que la situación de invisibilidad no es para reírse, pero es inevitable cuando nos pasa algo así, ¿o no? En mi caso, como mi pareja tiene casi 15 años más que yo, no es mi hermana es “tu tía” o “tu madre”.
Encima si no tienes “pluma”, todavía más malentendidos y explicaciones…
Menos mal que esto algún día cambiará 😉
En Muxia. La insistencia de aquel hombre por cambiarnos la habitación que habiamos resevado por una de dos camas, ante nuestra insistencia de que asi estaba bien ya habló su.mujer que estaba en.segundo plano «déjalo las chicas lo quieren asi» con tonillo de «que no te enteras de na». Como no, a la salida fuimos el centro de todas las miradas, señal de que ya había explicado el porque queriamos cama de matrimonio
Genial, chicas! Cuánta verdad!!
jajaj, los pantalones rotadores son lo mejor!!
Jaja es verdad, es incómodo
ajaja me encantan los lesbifacts!! son buenísimos!! y qué verdad a mi novia y a mi siempre nos toman por hermanas y a cuantas cenas sin hombres hemos ido juntas en pareja…jajaja y si, saquemos algo bueno de toda esta vuelta de tuerca y retroceso social y político…reirnos
Muy bueno!!!y cierto totalmente!!
jajaja pero son situaciones divertidas! La cara d sorpresa d la gente al saber que ni soy la sobrina,ni la hija,ni la hermana pequeña sino q soy la pareja d mi novia es mortal!
Qué basura comercial de manera escrita es esta?
Esto ya no pasa! Pero imagino que tenías que rellenar folio.
Lecturafacts le llamaría yo.
Lo triste es que sí ocurre. Por tu comentario deduzco que nunca te ha ocurrido nada similar. Me alegro que así sea, pero no todas tenemos la misma suerte.
Un cordial saludo.
Ajajajaaja muy buen texto. Me ha pasado que pregunten si somos hermanas, a mi me sorprende porque mi pareja no se parece en nada a mi, somos muy diferentes! Ella es más bella que yo además. ^_^