Tal vez no la conozcas, pero Lily Tomlin es una leyenda de la televisión americana de los 70 y una gran actriz de cine y teatro. Lo suyo empezó por la comedia, haciendo monólogos en clubes nocturnos de Detroit y Nueva York para buscarse la vida. Pronto vino la televisión y una década después, allá por los nacientes 70, dio el salto al teatro y al cine (Nashville, Té con Mussolini, The Late Show…) llegando a ganar en 1977 un premio Tony por haber sido una de las primeras mujeres en protagonizar un espectáculo unipersonal en Broadway.
Durante 8 años protagonizó un show de humor, donde hacía varios sketches con diferentes personajes que se repetían y que hoy día son inolvidables para cualquier norteamericano de su época, como la operadora Ernestina. Este espectáculo la hizo absolutamente famosa y su inmenso talento la llevó al cine. Fue entonces cuando le llegó una descomunal oferta de 500.000 dólares de una marca comercial para usar su personaje de Ernestina en un anuncio de televisión. Ella se negó, alegando que iba en contra de su integridad como actriz.
Esta admirable mujer de 76 años se casó por fin con su amor de toda la vida, la escritora Jane Wagner, en enero de 2014 tras 42 años de relación. Tomlin nunca se escondió, en una época bastante más difícil que la nuestra.
Antes de hacer pública su homosexualidad ya aparecía en todas partes junto a Jane y siempre elegía películas relacionadas con el feminismo y el mundo LGTB. Fue la voz narradora de la magnífica cinta El celuloide oculto, documental donde se destapan los secretos LGTB del Hollywood de los 50 que tapó la censura.
Con el inacabable humor que la caracteriza, se atrevió a burlarse de las típicas declaraciones de la época de los actores heterosexuales cuando hacían papeles homosexuales en su disco humorístico Moderm Scream (1975): Ante la autopregunta “¿Qué siente cuando tiene que representar a un heterosexual?” ella ironizaba “He visto a esas mujeres toda mi vida, sé como caminan, sé cómo hablan“.
Tomlin había llegado a la fama para romper estereotipos. No sólo los relacionados con la homosexualidad. Fue la primera mujer en hacer de drag, cuando hasta entonces era un “negocio” de hombres, y la primera de la época en introducir en sus shows multitudinarios a cantantes negros con peinado afro e incluso pintándose la piel de negro para algunas de sus actuaciones. Esta mujer rompedora nos ha vuelto a enamorar en su reciente película, Grandma (2015) (ver tráiler aquí), que una vez más, habla sobre la lucha de derechos y la igualdad social LGTB.
¡Qué grande es Lily Tomlin!
Ver Alejandra Borrero, la actriz más reconocida de Colombia.
Magnífico artículo y magnífica ella, Lily.