“A ver adónde te vas ahora hija que ya sabes que en el mundo hay muchos intolerantes”, me dice mi madre cada vez que estoy planeando un viaje, sobre todo fuera de Europa.
De todos sus hijos soy la más viajera. Y si antes tenía miedo de mí por “ser chica” y viajar sola, ahora teme que me pase algo por ser lesbiana, y recorrer el mundo de la mano de mi novia.
No soy tonta, no voy a visitar países en los que homosexuales y lesbianas son decapitados. Pero el mundo es muy grande y tiene mucho que ofrecernos para disfrutar.
En varias ocasiones nos habéis preguntado qué destinos podemos recomendar en Asia, hoy os voy a hablar de dos de mis preferidos: India y Tailandia.
India
Llegar a India es entrar en otro mundo donde dejas de percibir las cosas como siempre has hecho. Sientes las emociones más a flor de piel. La capacidad de conmoverte, asombrarte y emocionarte toman el protagonismo, y te hacen flotar sobre una nube de irrealidad y espiritualidad. India duele y también enamora.
En una sociedad de castas donde los matrimonios aún son concertados, la homosexualidad parece de otro planeta. Pero puedes pasear de la mano con tu novia sin que eso llame la atención particularmente o te miren mal. Lo que llama la atención es que seas extranjera, y si eres rubia pues ya no volverás a descansar, decenas de familias te pedirán que te hagas fotos con sus hijos.
India más que un país es un continente. Podrías estar meses recorriéndolo. Pero si cuentas con diez días más o menos, te sugiero la ruta conocida como el triángulo de oro. Lo mejor para una primera aproximación al país: Delhi, Agra y Jaipur. Puedes hacerlo en coche o en tren. Contratar un chofer o ir en excursión grupal no es caro.
La comida es adictiva. Los olores y los sabores muy especiales. Hay muchos vendedores ambulantes que intentarán venderte lo que sea. No seas tacaña con las propinas, sobre todo las que das a las mujeres “intocables” que limpian los baños. Lo necesitan mucho. Tampoco regatees excesivamente, para ti puede ser solo un euro de diferencia. Para ellos equivale a varias comidas.
Los edificios, fortalezas y templos son tan impresionantes que no puedes dejar de mirarlos. Y el Taj Mahal, ubicado en Agra, es el monumento más hermoso que he visto en la vida. Solo contemplarlo hace que se te caigan las lágrimas.
Todo es muy barato. Pero tienes que armarte de paciencia porque el tráfico es enloquecedor en las ciudades, y excesivamente lento en las carreteras.
Varanasi se sale de la ruta del triángulo, pero vale la pena reservarse tres días y llegar en avión. Es la ciudad más espiritual de India. Una ciudad a la que se va a morir junto al Ganges, porque según cuentan, si mueres ahí, no vuelves a reencarnarte. Merece la pena levantarse a las 5 de la mañana y asistir a las ceremonias junto al río y a las cremaciones. Realmente es tan espiritual la atmósfera que se crea que estuve a punto de meterme con la gente en el agua. Mi chica me detuvo espantada. Es uno de los ríos más contaminados del mundo.
La aerolínea Lufthansa tiene ahora mismo excelentes ofertas para viajar a India. Por ejemplo a Delhi por menos de 500 €, y lo que es mejor, por menos de 800 en Premium Economy Class, con más espacio entre los asientos y el doble de equipaje, ideal para traerte todas tus compras sin pagar sobrepeso.
Tailandia
Después de que Leonardo Di Caprio protagonizó la película “La playa”, Tailandia se volvió el foco de interés de gran parte del mundo con esas playas que te quitan el aliento y los paisajes salvajes, contundentes, coloridos.
Vamos, que se llenó de turistas. Aún así no es agobiante y puedes pasear tranquilamente sin que te parezca que estás en la Plaza Mayor de Madrid.
Tailandia es un destino perfecto para desconectar y el destino más gayfriendly de Asia.
Bangkok cuenta con un bario gay y varias alternativas de ocio para lesbianas.
La capital es grande, mágica, agobiante, pero realmente increíble. Merece la pena perderse y reencontrarse en Bangkok.
Después de pasar tres días como mínimo en la ciudad puedes ir al norte, a Chiang Mai, conocida como la rosa del norte. Conocer templos impresionantes y acercarte a los elefantes (solo en reservas naturales en los que estén libres, no en sitios donde estén esclavizados).
La otra opción, y sin duda, mi preferida, es visitar las islas. Las islas son realmente otro mundo. Montañas verdes, aguas turquesas, comida deliciosa, monos y un excelente buen rollo entre lugareños y turistas.
En mis tres viajas a Tailandia he observado varias parejas de chicos y parejas de chicas. La transexualidad es muy visible y está muy bien integrada en la sociedad.
Mi recomendación para llegar: Lufthansa, además de buenos precios y comodidad, tiene un excelente sistema de entretenimiento a bordo. Y como ya os he dicho antes, la forma en que llegas y te vas son elementos importantes para disfrutar del viaje.
VER: Los 5 mejores destinos lésbicos
En las fotografías: Cris Cruz y Bea Roca, disfrutando de su luna de miel
Gracias por compartir tu conocimiento y experiencias sobre el viaje a la India
Es un viaje pendiente para mí y tus consejos seguro me serán valiosos
Un abrazo
[…] Ver también: Los mejores destinos lésbicos en Asia. […]