Magles Match y la búsqueda del amor

Así, en la foto de perfil, no estaba mal. Lo dudé un poco antes de escribir. Una solo foto en el perfil puede ser indicador de que no es representativa y sí muy favorecedora, sin más. O de que no le da tanta importancia y no necesitas poner otras.

Llevaba ya un rato en la aplicación, mirando muchas imágenes. Soy un poco “rarita” a la hora de decidir hablar con alguien. Huyo de los selfies hechos en el espejo de un baño (por muy guapa que sea la chica). Porque… ¿qué llevaría a alguien a fotografiarse en el baño? ¿Si algún día vamos a cenar y tarda mucho en el baño es porque se está sacando fotos a sí misma o sufre una indigestión? También huyo de los perfiles con morritos exagerados y los desnudos. Así, de buenas a primeras, me pone más una sonrisa fresca que un trozo de pecho anónimo.

No he tenido oportunidad fácil para ligar. Por mi trabajo no puedo exponerme públicamente, aunque mi familia y mis amigos saben que soy lesbiana desde que nací. Pero el tema de mi trabajo es tan complejo que he tenido problemas para ligar de la manera estándar, en bares, aplicaciones.

En Magles Match me he hecho la cuenta Premium. Lo que tiene una muy ventajosa particularidad. Puedo ver a todas sin que ellas me vean a mí. Encuentro un perfil que me gusta y escribo. Y solo en ese momento me hago pública para la escogida.

Una de mis compañeras os contó un día de Magles Match:

Ver:  La primera APP lésbica para ligar hecha por lesbianas

Esta vez ha sido mi turno.  Me gustan los detalles estéticos de esta aplicación, me gustan las funcionalidades del perfil Premium, me gusta poder acceder a contenidos de todos los medios de comunicación lésbicos. El chat funciona muy bien. Poder enviar abrazos, encontrar agenda de eventos y acceder a descuentos.

Pero lo que más me ha gustado de esta aplicación es encontrarla a “ella”. Solo tenía una foto. Dudé. Pero escribí. El típico “hola”. Ella respondió con mucho humor a mi falta de originalidad. No le pedí más fotos. Decidí arriesgarme y quedar.

¿Se parecía a la de la foto? No. Era mucho más guapa.  Las cámaras se quedan cortas a la hora de dar una idea de ella. Me hizo reír. Ese siempre es un punto a favor. Me gustó su creatividad, su inteligencia, su sensibilidad. Me besó.

Husmeando su Facebook descubrí un pasado con selfies de baño y morritos. Me hizo gracia, lo dejé pasar. Es curioso como nuestras fronteras se desdibujan a la hora de conocer a alguien y sentir que, con fotos de baño o no, te gusta. Mañana es nuestra segunda cita. Ya os contaré…

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