Marsha Wetzel tiene 70 años y ha tenido que soportar que la escupan, la empujen, la abofeteen y le digan que “los homosexuales arderán en el infierno”.
Marsha se mudó a la residencia de la tercera edad Glen Saint Andrew en Illinois, después de que su mujer, Judy, muriera de cáncer de colon después de 30 años juntas. Y ahora, no ha tenido más remedio que demandar a dicha residencia por no protegerla del abuso que ha estado sufriendo.
Se trata de un caso histórico que podría asegurar que la Ley de Equidad de Vivienda proteja a las personas LGBT que son hostigadas por otros residentes.
El grupo de derechos civiles LGBT Lambda Legal le ha ayudado a grabar un vídeo en el que cuenta su aterradora historia.
En el vídeo, además de contar esta terrible experiencia, narra cómo la familia de Judy nunca aceptó su relación y ni siquiera dejaron que estuviese en su funeral, después de 30 años juntas.
Al principio de llegar a la residencia todo pareció bien, hizo amigos y todo funcionaba según lo esperado. Pero un día, una persona le preguntó por su marido y ella no mintió. A raíz de ahí se despertó una ola de homofobia que tuvo que sufrir durante bastante tiempo.
“Hubo un puñado de residentes que sabía que realmente me iban a dar problemas. Traté de evitarlos, pero me buscaron para burlarse. Estaba tan asustada que no podía dormir ni comer. No quieres ducharte, no te quieres vestir. No quieres ir al pasillo “
El hostigamiento era tal que incluso llegó a pensar en la muerte como vía de escape.
“Miraba por la ventana. Tengo un cementerio por ahí “, dijo.
“Siento que el personal no me protege. No siento ninguna seguridad por su parte. Me acusan de cosas que yo no hago, me ignoran como un fantasma. No me trataban como a los otros residentes. Si no puedes ir al personal, ¿a quién acudes?”
“¿Cuántos otros homosexuales en residencias de ancianos están pasando por lo que estoy pasando?”
Se espera una resolución del 7 ° Tribunal de Apelaciones de EEUU en Chicago en las próximas semanas.
https://youtu.be/d8qd7-pq0E8