Hoy, con motivo del Día Internacional contra la Violencia contra la Mujer, Lucía Etxebarria (@LaEtxebarria) escribe para MíraLES un estupendo artículo sobre las relaciones tóxicas, cómo detectarlas y cómo salir de ellas. Que lo disfrutéis.
La Audiencia de Cantabria determinó en el año 2010 que los malos tratos de una mujer a otra no pueden ser calificados como “violencia de género” a la hora de dictar una condena, aunque la agredida sea su esposa o pareja, porque el Código Penal reserva esa modalidad agravada para la violencia de un hombre contra una mujer.
Contestaba de este modo la Audiencia al Juzgado de lo Penal número 2 de Santander, que en el 2009 condenó por violencia de género (artículo 153.1 del Código Penal) a una mujer que había maltratado a su esposa. En una sentencia que fue aplaudida por asociaciones de homosexuales, pero que fue criticada por el Gobierno y por otros magistrados y fiscales especializados en este tipo de delitos.
La Audiencia concluía que, de acuerdo con la ley, el delito de violencia de género sólo lo puede cometer un hombre contra una mujer que sea o haya sido su pareja, “de ahí la denominación de violencia de género”.
Con esa salvedad, el tribunal insistía en que, si el autor de la agresión es una mujer, “se aplicará siempre el artículo 153.2 (violencia doméstica), aunque la víctima sea su esposa o mujer ligada por análoga relación de afectividad”.
Esta sentencia nos deja claro un problema que tienen muchas lesbianas implicadas en una relación tóxica. El hecho de que, para la sociedad, si una mujer agrede a otra física o psicológicamente, en realidad no se puede hablar de una agresión, sino que se trata de “una cosa entre chicas”, “una pelea doméstica”. Algo sin riesgo ni importancia, en cualquier caso. La idea generalizada que impera en nuestra sociedad es la de que la violencia en las relaciones lésbicas es superficial, una conducta desagradable sin mayores consecuencias.
Esta idea de que la violencia entre lesbianas es una cuestión sin importancia, una pelea de patio de colegio, una tremolina trivial en la cual ambas partes intervienen es falsa y pone en grave peligro a las lesbianas maltratadas. Es vital que las lesbianas tomen conciencia de que también pueden ser maltratadas para no banalizar sobre un tema tan serio.
Primero, tenemos que aclarar qué constituye un maltrato. Una sola agresión, un solo acto de violencia, no es un maltrato. Es una agresión. El maltrato es un patrón repetido de violencia, sea física o psicológica, cuyo resultado es un incremento del control que la agresora ejerce sobre la agredida.
Es decir, por ejemplo, si Laura vive con Elisa y Elisa monta una bronca tremenda, a grito pelado, cada vez que Laura se queda a tomar cañas con sus colegas de oficina después del trabajo, la parte atacada (Laura) comienza a temer a la violenta (Elisa) y de esta manera la atacada modifica su conducta y sus deseos. Es decir, Laura deja de tomar cañas después del trabajo no porque le apetezca ir a casa, sino porque teme la bronca. Elisa monta las broncas como instrumento de control. Y esas broncas repetidas una y otra vez son un maltrato psicológico. Porque los gritos dañan, y las cosas se pueden y se deben negociar y pedir con educación, e incluso se puede y se debe aceptar que nuestra pareja puede tener deseos y necesidades que no coincidan con los nuestros, y el amor también consiste en aceptar la diferencia. Al contrario, intentar imponer por la fuerza nuestros deseos sobre los de la pareja es un maltrato.
Es decir: si la víctima, intencionadamente, mantiene un repertorio de conductas que no quiere mantener sólo porque le sirven para evitar la violencia, entonces está siendo maltratada.
Al igual que los hombres que maltratan, las lesbianas que lo hacen buscan lograr, mantener y demostrar poder sobre sus compañeras con el fin de maximizar la rápida satisfacción de sus propias necesidades y deseos. Las lesbianas maltratan a sus compañeras porque la violencia, sea física o psicológica, constituye un método efectivo para obtener control y poder sobre las personas cercanas. Y por ninguna otra razón. No porque “estén muy enamoradas”, “tengan celos”, “tengan miedo”, “estén pasándolo muy mal en el trabajo”, “sea su carácter”, o “no sepan controlarse”. Y desde luego, jamás, porque su pareja les provoque o tenga la culpa. Elisa grita porque quiere, porque elige hacerlo, porque quiere controlar a Laura, no porque Laura llegue tarde o porque Laura no tenga derecho a seguir con la misma rutina inocente que tenía antes de conocer a Elisa.
Los hombres maltratan porque la violencia, por lo general, les proporciona un control inmediato y total sobre sus compañeras, porque la violencia maximiza el poder que tienen sobre los eventos de su vida familiar, porque aterrorizar a la receptora de su violencia les hace sentir fuertes y poderosos y porque saben que las consecuencias posteriores van a ser relativamente insignificantes.
Por las mismas razones maltratan las lesbianas.
Pero no todas las lesbianas que tienen poder maltratan y no todas las que maltratan tienen poder.
Una agresora elige maltratar. Es una elección personal. Podría elegir no hacerlo. Si lo hace, es porque obtiene resultados. Porque consigue lo que quiere.
Por eso Elisa grita, porque sabe que Laura no soporta los gritos. No porque esté muy estresada en el trabajo, ni porque Laura le saque de quicio, ni porque Elisa esté muy enamorada y tenga celos. Grita porque así consigue lo que quiere. Y punto.
Muchas lesbianas que maltratan demuestran una fuerte capacidad para coaccionar e intimidar, de tal manera que las amigas de la pareja o las integrantes de su comunidad lésbica de referencia a veces le dan la razón o tratan de tranquilizarla para ahorrarse problemas innecesarios. Es decir, tratan de apaciguarla para evitar la confrontación con ella o que las humille. Actúan pues siguiendo el mismo patrón que la pareja maltratada. Elisa no es particularmente fuerte, de hecho es bajita y gana menos que Laura, pero grita más y es más pesada e insistente. Así que con tal de no escucharla, se le da la razón como a los tontos. Y las amigas de Laura le dicen eso de “no es para tanto”, “ya sabes cómo es ella”, “bueno, en el fondo es buena chica”. Y Laura se siente cada vez más pequeña, más sola y más insignificante.
Pero si Elisa se llamara Eloy y Laura les contara a sus amigas que Eloy le grita cuando llega a casa, todo el mundo diría que Eloy es un maltratador. De forma que si Laura fuera heterosexual estaría más apoyada en una situación tan desagradable que siendo lesbiana. ¿No es paradójico?
Ya sea que la bronca esté presente o no, eso no elimina la capacidad de la maltratadora para elegir la violencia como táctica de control. A veces Elisa no grita, pero Laura se sigue sintiendo mal. Ha dejado de hacer algo que le gustaba, y ha dejado de hacerlo por miedo, no por propia elección, ni siquiera por amor.
Algunas lesbianas maltratadoras suelen decirles a las lesbianas maltratadas que su problema radica en que no saben comunicar sus necesidades y sentimientos, que no saben expresarse. Aseguran que gritan porque “se ponen muy nerviosas”, como si su violencia fuera el resultado de su frustración, y no una táctica de control. Es falso.
Lo que subyace aquí es la idea errónea de que una mejor comunicación produciría una mejor comprensión de las necesidades y sentimientos que, a su vez, redundaría en la pareja. Así que cuando la maltratada escucha esta estupidez, siente pena por la maltratadora y aún se esfuerza más en hacerle sentir bien a la maltratadora. Se da por sentado que la maltratadora es una persona cuyas necesidades no están siendo comprendidas y que la maltratada tiene la responsabilidad de hacer un esfuerzo adicional para comprender a su pareja. Pero su pareja la manipula.
Muchas maltratadoras son excelentes para comunicarse. Son controladoras habilidosas y sofisticadas. Elisa, por ejemplo, es comercial y en su trabajo es una chica simpatiquísima y amable, una de las estrellas del equipo de ventas. En su entorno laboral, por supuesto, no grita a los clientes, porque perdería las ventas. Sabe controlarse cuando quiere. En la oficina, controla su ira y su mal humor. No se controla con Laura porque sus broncas dan resultado. No porque no pueda hacerlo. Para colmo, Laura tiene la idea de que si Elisa es tan buena en su trabajo y se lleva tan bien con sus compañeros es porque Elisa es una maravillosa persona, y de que si Elisa le grita a Laura y sólo a Laura es por culpa de Laura, y no porque Elisa esté maltratando. “Algo debo hacer mal ―piensa Laura― si todo el mundo quiere tanto a Elisa, si no tiene problemas con nadie más que conmigo”.
Llega un momento en el que Laura se cansa de los gritos de Elisa y, harta, explota ella a su vez. Entonces Elisa vuelve a manipular y acusa a Laura de ser una histérica, una loca, de perder los papeles. Elisa piensa que ella grita porque Laura llega tarde, ergo la culpa de todo la tiene Laura. Por lo tanto, dado que una lesbiana maltratada puede haber usado la violencia contra su pareja y dado que la abusadora está convencida de que la víctima es responsable de los abusos que sufrió (es decir, según Elisa, ella grita porque Laura llega tarde, y sus gritos están justificados), no debe sorprendernos que muchas lesbianas maltratadas se sientan confundidas la primera vez que acuden a una consulta de un psicólogo/a para liberarse de la violencia y para iniciar una nueva vida fuera del control de su pareja. No es raro que muchas maltratadas se vean a sí mismas como maltratadoras y víctimas a la vez.
Cuidado: Lo tramposo de este asunto es que las maltratadoras también se consideran víctimas. Se mienten a sí mismas, y se niegan a reconocer su verdadera naturaleza.
Si estás leyendo este artículo y tu pareja:
- Espía tu teléfono móvil o tu buzón de correo electrónico.
- Te grita a menudo.
- Te descalifica llamándote loca, histérica, mala persona, tonta, puta, mentirosa… O cualquier insulto de cualquier tipo.
- Si te culpa a ti de cómo se siente ella, en lugar de simplemente saber decir “yo me siento así”. Si nunca dice “yo me siento así” y recurre al “tú me haces sentir así” para colocarte a ti en el rol de la culpable.
- Si nunca jamás te dice “lo siento”.
- Si critica a tu familia, amigos, compañeros de trabajo o ex parejas, a la gente a la que quieres y te enfrenta con ellos.
- Si recurre a la violencia psicológica para conseguir que dejes de hacer cosas que hacías antes, como salir sin ella, hacer actividades sin ella, viajar sin ella, quedar con tu familia o amigos sin ella…
- Si de alguna manera consigue ―mediante gritos, lloros, chantaje emocional o cualquier tipo de manipulación― que acabes haciendo algo que no quieres hacer y te sientes incapaz de negarte a hacerlo, intelectualizando y justificando de mil maneras tu sometimiento.
- Si tu pareja te produce inseguridad, miedo, emociones intensas injustificadas, un apego o un afecto que no tiene justificación, una ternura que se contradice con la realidad de sus actuaciones.
- Si a su lado te sientes poca cosa, inútil, tonta, mala persona y antes no te sentías así.
- Si has desarrollado baja autoestima, depresión, ansiedad, fobias y no eras así antes de entrar en la relación.
Estás siendo víctima de un acoso psicológico, y no puedes salir sin ayuda.
Mi recomendación es que acudas a una terapia o un acompañamiento YA, para trabajar todo esto. Es muy difícil cortar y ser firme en la decisión. Otra recomendación es que escribas en un papel TODO LO QUE TE HACE SENTIR MAL y te obligues a leerlo para cambiarlo. PROTÉGETE. Saldrás de esto más fuerte, seguro que sí.
Te recomiendo que leas mi libro, Tu corazón no está bien de la cabeza, un manual sobre relaciones tóxicas y formas de salir de ellas. Estoy segura de que puede ayudarte, pues si no, no lo habría escrito.
No puedes amar ni dejar que te amen si no te amas a ti misma. Para ser feliz con alguien, primero debes ser capaz de ser feliz tú sola. La vida está llena de historias, de accidentes, de incidentes, de situaciones que te marcan. Es inevitable, pasan cosas que te hieren, y si no las curas las heridas siguen ahí.
Ahora tienes la oportunidad de embarcarte en la relación más excitante que hayas tenido jamás, con una persona fascinante: tú misma. Sé que no será fácil, hay días muy duros, pero el resultado merecerá la pena. Ningún premio es más goloso que el privilegio de llegar a ser, finalmente, tú misma.
Lucía Etxebarría
Menudo shock leer esto a estas horas de la mañana.
Y ya que estamos de confesiones existenciales, acabo de ver escrito algo que ya sabía que no me gustaba nada de mí y cuyo dudoso “honor” sólo reservo a las personas de mi entorno íntimo: “Tú me haces sentir así”. Era una sensación que hasta ayer mismo me cabreaba sentir de vez en cuando, porque soy consciente de que uno no elige sus emociones, pero sí cómo actuar. Pero hoy me doy cuenta de algo mucho más importante: Si se deja a esta emoción perpetuarse dentro de uno mismo, hace que te conviertas en un maltratador. Es aún más peligroso de lo que creía. Mi consuelo es que, a pesar de haber sentido ese “tú me haces sentir así” jamás se lo he reprochado a la persona que me hace sentir así. Pero veo que es muy importante no hacerlo nunca.
chicas muy bueno el articulo ojala mas mujeres no se negaran a ver la realidad y comprendieran que el maltrato no es bueno, enferma y muchas veces hasta puede matar
Genial artículo Lucía. El maltrato dentro del ámbito de una relación afectiva y al amparo de esos sentimientos de vínculo que se producen en ese tipo de relación es maltrato, punto. Ya sea de mujer a mujer de hombre a hombre o de mujer a hombre o de hombre a mujer. Otra cosa es que en una sociedad con cultura machista se produzcan más maltratos hacia la mujer y apoyados en una biología que lo hace más proclive según se comenta por la presencia de testosterona etc. Me quedo con tu descripción de lo que significa maltrato: “.(..)..aclarar qué constituye un maltrato. Una sola agresión, un solo acto de violencia, no es un maltrato. Es una agresión. El maltrato es un patrón repetido de violencia, sea física o psicológica, cuyo resultado es un incremento del control que la agresora ejerce sobre la agredida”.Y A nivel personal con esta otra frase que te agradezco: “Si tu pareja te produce inseguridad, miedo, emociones intensas injustificadas, un apego o un afecto que no tiene justificación, una ternura que se contradice con la realidad de sus actuaciones”. Porque para mi describe muy bien un maltrato de perversión narcisista. Gracias!
Excelente artículo, como siempre, Basta ya de justificar, exculpar o permitir que alguien maltrate a alguien… “no es para tanto”, “ya sabes cómo es ella”, “bueno, en el fondo es buena chica”… Y un rábano. Tolerancia 0, si maltrata no es buena chica o chico.
Hola acabó de leer el articulo, y creo q yo era la toxica, ize muchas cosas de las que e leido jamas le levantado la mano ella a mi si pero justo antes de pegarme me solto, pero era yo la que cotilleaba su movil y redes sociales, me sentaba mal q llegara tardisimo porque se iva con los de su universidad. Nose como hacer para nl volverlo a repetir con otra persona
[…] Maltrato entre lesbianas: la violencia invisible […]
tengo una relación con una chica en la que soy la maltratada, tanto físicamente como psicológicamente. Cuando discutimos me insulta, me agrede, golpea mis cosas, me las rompe, y lo último que ha hecho ha sido tirarme a la cabeza un plato de comida y una mesa del salón, ha cogido un gato que tenemos de mala manera y me lo ha arrojado, me ha dicho que me vaya de su casa( legalmente es suya, aunque yo he puesto dinero tambien) y no me importa irme, me ire, me llevare al gatito y espero no volver a verla nunca mas. Acaba de salir porbla puerts dice que mañana cuando venga a casa espera no encontrarme aqui, me amenaza de muerte y sinceramente ya me lo espero todo. He hechado la llave de casa por si vuelve, pues tengo miedo de que ocurra algo peor, pues ya ha llegado a agredirme y me ha amenazado de muerte tambien. Si yo soy chica y ella también lo es… ¿que pasa que a mi la ley no me ampara? Solo he contado lo último que me ha ocurrido, pero tengo para escribir un libro. Lo peor que de puertas afuera la gente la considera buena y nadie me creería si les contase algo así. Guardo todas las fotos dw como ha dejado el estado del piso arrojandome cosas por si legalmente me pudiese servir de algo, pero ante la justicia estamos desprotegidas las lesbianas en cuanto a violencia de la pareja.
Muy buen artículo,
a ver si ayuda a visibilizar más este lado oculto de la violencia de género y la gente empieza a concienciarse de que se trata de algo que proviene (entre otros) del machismo, de la historia y de una sociedad en la que hemos nacido, vivido y aprendido, tanto hombres como mujeres, por lo que no es necesario ser exclusivamente un hombre para ejercer este tipo de violencia.
Lo preocupante es el vacío legal al respecto. Algo que por desgracia no está en nuestras manos. Pero el no reproducir patrones y conductas machistas sí que lo está. Y esto deberíamos tenerlo muy claro.
Estoy de acuerdo en que la violencia entre parejas de mujeres es un fenómeno que se está produciendo, que permanece invisibilizada, en que hay que destaparla y denunciarla para combatirla. Con lo que no estoy de acuerdo es con que se la combata equiparándola con la violencia de género, que es algo totalmente distinto. La violencia machista es diferente a cualquier otra porque se produce en un contexto de desigualdad de poder estructural en el que los hombres creen tener derechos de propiedad sobre “sus” mujeres, es un tipo específico de violencia basada en la desigualdad de poder entre hombres y mujeres.
La única manera de combatir la violencia de género (o violencia machista) es combatir sus causas y de ahí la importancia de distinguirla de cualquier otra forma de violencia de las muchas posibles, como por ejemplo aquella que se puede llegar a dar entre parejas de lesbianas, que es violencia, pero NO DE GÉNERO. Corremos el riesgo de deslegitimar y desdibujar la lucha contra la violencia machista si cualquier tipo de violencia intrafamiliar o doméstica la combatimos con la Ley Integral de Violencia de Género.
Cuando se dice que las lesbianas maltratan por las mismas razones que los hombres (control inmediato y total y poder sobre ellas) se olvida lo más importante, y que diferencia la violencia machista de la producida entre lesbianas, y es QUE SE PRODUCE EN UN CONTEXTO DE DESIGUALDAD DE PODER ENTRE HOMBRES Y MUJERES, QUE LES HACE CREER A “ELLOS” QUE “ELLAS” SON DE SU PROPIEDAD. La violencia de género es un tipo de violencia sistémica particular y anclada en el patriarcado. A las mujeres, lesbianas o no, se nos socializa en un género que es el femenino, que implica pasividad, sumisión, dependencia, y no promueve la autonomía, la participación en el espacio público, la valentía, la competitividad y, mucho menos, la dominación. Eso se le reserva al varón. Es aquí donde radica la violencia de género, la violencia machista, que se ejerce para controlar y ejercer poder pero porque “ellos” se creen dueños de “ellas”.
Al no combatir la violencia que se pueda dar en parejas formadas por mujeres con los instrumentos que nos proporciona la citada Ley, no creo que se mande el mensaje que la violencia entre mujeres es algo sin importancia, o que es “una pelea entre chicas” Simplemente, y MUY ACERTADAMENTE, se nos está diciendo que NO ES EL MISMO TIPO DE VIOLENCIA Y QUE POR TANTO NO SE PUEDE COMBATIR CON EL MISMO INSTRUMENTO. La Audiencia de Cantabria puso, por tanto, las cosas en su sitio.
La violencia en las relaciones lésbicas existe y hay que combatirla, pero con los instrumentos adecuados. Y si vemos la necesidad de crear otros, pues se crean, se establece la especificidad y se combate como la que más.
¿Es violencia? Sí, pero NO DE GÉNERO
Eso mismo estaba pensando yo. Que la violencia de genero es un tipo de violencia muy explicita. Estoy totalmente de acuerdo con tu comentario. Dicho esto, fantastico articulo.
Yo tuve una pareja que no sólo me maltrataba psicológicamente, también lo hacía físicamente. Ella al principio de la relación era muy sutil, pero al cabo de un año ya me dejaba moratones en los brazos. Cuando me sinceré con una amiga me trató de loca y se puso de parte de mi ex pareja. Viví cuatro años así. Nadie me hizo caso por el hecho de ser ambas dos chicas. Al final acabé con una discapacidad por una lesión irreversible que me causó en su última paliza, ya que tuve que huír con lo puesto y con 70 euros en el bolsillo.
Estoy de acuerdo en que la violencia entre parejas de mujeres es un fenómeno que se está produciendo, que permanece invisibilizada, en que hay que destaparla y denunciarla para combatirla. Con lo que no estoy de acuerdo es con que se la combata equiparándola con la violencia de género, que es algo totalmente distinto. La violencia machista es diferente a cualquier otra porque se produce en un contexto de desigualdad de poder estructural en el que los hombres creen tener derechos de propiedad sobre “sus” mujeres, es un tipo específico de violencia basada en la desigualdad de poder entre hombres y mujeres.
La única manera de combatir la violencia de género (o violencia machista) es combatir sus causas y de ahí la importancia de distinguirla de cualquier otra forma de violencia de las muchas posibles, como por ejemplo aquella que se puede llegar a dar entre parejas de lesbianas, que es violencia, pero NO DE GÉNERO. Corremos el riesgo de deslegitimar y desdibujar la lucha contra la violencia machista si cualquier tipo de violencia intrafamiliar o doméstica la combatimos con la Ley Integral de Violencia de Género.
Cuando se dice que las lesbianas maltratan por las mismas razones que los hombres (control inmediato y total y poder sobre ellas) se olvida lo más importante, y que diferencia la violencia machista de la producida entre lesbianas, y es QUE SE PRODUCE EN UN CONTEXTO DE DESIGUALDAD DE PODER ENTRE HOMBRES Y MUJERES, QUE LES HACE CREER A “ELLOS” QUE “ELLAS” SON DE SU PROPIEDAD. La violencia de género es un tipo de violencia sistémica particular y anclada en el patriarcado. A las mujeres, lesbianas o no, se nos socializa en un género que es el femenino, que implica pasividad, sumisión, dependencia, y no promueve la autonomía, la participación en el espacio público, la valentía, la competitividad y, mucho menos, la dominación. Eso se le reserva al varón. Es aquí donde radica la violencia de género, la violencia machista, que se ejerce para controlar y ejercer poder pero porque “ellos” se creen dueños de “ellas”.
Al no combatir la violencia que se pueda dar en parejas formadas por mujeres con los instrumentos que nos proporciona la citada Ley, no creo que se mande el mensaje que la violencia entre mujeres es algo sin importancia, o que es “una pelea entre chicas” Simplemente, y MUY ACERTADAMENTE, se nos está diciendo que NO ES EL MISMO TIPO DE VIOLENCIA Y QUE POR TANTO NO SE PUEDE COMBATIR CON EL MISMO INSTRUMENTO. La Audiencia de Cantabria puso, por tanto, las cosas en su sitio.
La violencia en las relaciones lésbicas existe y hay que combatirla, pero con los instrumentos adecuados. Y si vemos la necesidad de crear otros, pues se crean, se establece la especificidad y se combate como la que más.
¿Es violencia? Sí, pero NO DE GÉNERO
Dios, qué horror verme reflejada en casi todos los puntos de la última parte… estoy siendo víctima de un acoso psicológico y no soy capaz de verlo, de reaccionar, de salir… sinceramente, tengo miedo de qué hacer, de quedarme sola, de perder a esa persona, pero sé que está siendo tóxica para mí… Acabo de recibir el mayor jarrazo de agua fría en mucho tiempo. Estoy en blanco.
Mejor sola que mal acompañada.
La perra
Excelente artículo, ojala existan muchos mas asi, no solo en esta fecha si no a diario al igual que todo lo referente a la salud fisica, ya que entre nosotras hay muchos mitos e ignorancia que si no se considera un tema relevante se puede caer en malas deciciones y poco cuidado personal.
Es algo tan invisibilizado e tan naturalizado como la violencia verbal y no verbal ejercida por los hombres sobre nosotras… y es todo culpa a la dinámica que se adopta al establecer relaciones siguiendo el tópico de “amor romántico”
Cuidado no mezclemos churras con merinas… La violencia de género es una cosa…, producto de una estructural social y cultural muy concreta que tiene siglos de tradición…, y la violencia entre mujeres que conforman pareja es otra muy distinta: no haber aprendido a amar… Es posible que ambos tipos de violencia tengan la misma raíz: la absoluta inmadurez a la hora de formar pareja y amar, pero no procede de una ideología social que hizo del hombre un ser superior en relación a la mujer… La violencia de una mujer hacia otra es una patología bien diferente de la violencia del hombre hacia la mujer…
Violencia es violencia. Es muy estúpido etiquetarla.
Sea de género, o intragénero, ya está.
No sean tan ignorantes y feminazis.
No existen los lazos de superioridad preforjados. Solo avaricia humana.
Excelente articulo …. para meditar !
El libro “El grito ignorado” hecho real sobre una pareja de lesbianas donde el maltrato y la violencia física y psicológica conducen al maltrato, violación y muerte de un niño de 5 años, hijo de una de las parejas, ambas estan presas.
Bueno, estoy de acuerdo con Mar, como tal no es violencia de género, sería mejor dicho “violencia doméstica”, lo curioso aquí es que al igual que la violencia hombre -mujer, la violencia entre mujeres también tiene un objetivo y ese es controlar los pensamientos, las creencias
o las conductas de la compañera o castigarla por resistirse al control que quiere ejercer sobre ella y contrario a lo que se piensa que la violencia física no es muy común entre mujeres, por supuesto que existe y tiene la misma raiz que la violencia ejercida por hombres (inseguridad, control, pertenencia, etc).
Estuvo muy bueno el articulo, pero se enfocan tanto en la victima y no digo que sea malo, pero muchas de las victimarias no, lo vemos, no nos damos cuenta de lo que hacemos,y muchas veces no es algo que le queramos hacer a un ser amado, es algo que sale de nuestras manos, algo que no controlamos, algo que aprendimos… Como dice por ahí un agresor alguna vez fue agredido.
Durante muchos años en mi infancia sufrí un gran maltrato psicologico, y creci viendo violencia. Yo amaba a mi novia como nunca ame a nadie y no me di cuenta de lo que hacia, que le hacia daño, hasta que me dejo… Ahora hago terapia no para superar que me haya dejado, porque lo entiendo, porque no merecía que la persona que ella amara le hiciera daño. Lo hago porque cuando me dejo entendí cuan mal estaba yo, y cuesta superarlo, cuesta controlar algo que se perpetuo tanto en tu mente, y que casi todos te ven como la más mierda de la vida. y ustedes creen que uno le quiere hacer daño a la persona que ama. Pues no eso uno jamas lo quiere.
Antes de empezar con ella tenia miedo de estar demasiado rota para poder amarla y hacerla feliz, y bueno estaba demasiado rota.
Estoy de acuerdo contigo . No todo el que maltrata es porque quiere . Todo el mundo es pendiente de la víctima y la agresora que ? No tiene sentimientos ? No sufre cuando lo hace ? No se siente mal ? Aparte de eso . Ningún peleador pelea solo . Hay personas que gen colman tanto la paciencia que no sabes cómo actuar . Igual no hay ningún motivo para golpear a ninguna otra persona . Solo que deberían de pensar en las 2 personas no solo en la víctima .
No es fácil asumir que una es quien ejerce la mayor parte de violencia física y psicológica. No es fácil verse al espejo y ver a un monstruo que no conocías; violentar incluso siendo consciente de que lo que estás haciendo es machista, al final se trata de controlar, de llegar al extremo incluso sin planearlo cuando la otra persona se rehúsa y también tiene sus propias fallas; una persona que también fomentó esas conductas destructivas ufanándose de que si la celas o quieres controlarla es porque la amas. Es hasta cómico que aunque muchas veces se verbaliza y se habla del maltrato, la otra parte insiste en incrementarlo y parece disfrutar con ello. Eso es enfermo.
Personalmente reconozco que he sido maltratadora; que he dañado a alguien aunque no hubiera querido hacerlo porque siempre me arrepiento, pero entiendo tu punto: si creces viendo violencia y maduraste prácticamente a punta de putazos, y si no trabajas eso a tiempo, toda esa mierda sale con la pareja, con quien se construye un vínculo afectivo muy cercano (apego) y que no existiría si la otra persona no tuviera rasgos de la personalidad compatibles con el o la maltratadora. La víctima no siempre es víctima; muchas veces la víctima se asumirá como tal porque también así controla y eso también hay que decirlo. Independientemente de si podemos o debemos tipificar como “violencia de género” la violencia que ejerce una mujer sobre otra, debemos estudiar mejor cómo es que se construyen esas dinámicas de maltrato entre dos compañeras. En lo que a mí respecta, no maltrato por ser machista; maltrato por estúpida, porque sí, yo lo elijo, pero no por machista. Provengo de un entorno de mujeres que tuvieron que empoderarse a causa del maltrato reiterado infligido por hombres y sé lo que es tener que estar enfrentándote a la violencia de género porque también yo la experimenté. Si eso ha influido en mi manera tan pendeja de relacionarme es otra cosa; pero machista no, lo demás no lo discuto y no me disculpo pero tampoco me enorgullezco de ello.
Veo que tu comentario es de hace unos años, pero mi situación es reciente y leyendo en la red otros artículos sobre violencia entre lesbianas, me llama la atención no encontrar algo dirigido a las mujeres que se relacionan emocional y sentimentalmente con otras mujeres y reproducen patrones dominantes, nocivos y violentos debido a las relaciones tóxicas que se propician y que no se construyen unilateralmente: las dos partes participan e incentivan esas dinámicas horrendas, pero siempre será la “maltratadora” la que tenga toda la responsabilidad de la violencia que surge en la pareja.
Desgraciadamente, todos, TODOS los puntos los viví yo y casi me cuesta la vida en más de una ocasión. Os cuento: eso fue hace ya más de 10 años. Efectivamente acudí a una psicóloga que hizo un trabajo excelente y me enseñó a gestionar mis propias crisis más allá de esto. Mi actitud desde entonces ha impedido que vuelva a consentir que me trate así ni mi pareja ni nadie más en este mundo. A fecha de hoy, llevo casada 7 años (obviamente con otra persona) y tengo un hijo. Soy muy feliz. Con esto quiero decir que se puede salir de una situación así. Curiosamente hoy me la he cruzado por la calle, y aunque me ha costado AÑOS, ya ni bajo la cabeza ni miro hacia otro lado ni me tiemblan las piernas ni tengo miedo o ganas de llorar. La cabeza bien alta y que sea ella la que mire a otro lado porque, desde luego, si me mira le sostengo la mirada.
Describiste mi vida! Yo creía que era la única a la que le pasaba es.
Ya salí de esa relación hace un año pero lo mismo sigue acosandome y poniéndose ella en papel de víctima. Tanto así que ha veces dudo de que sea como ella dice y yo estoy loca, porque lo dice tan segura que dudo.
Bravo por este artículo esclarecedor, auténtico y realista. Bravo.
Hace tiempo me encontré con una amiga (llamémosle “Bea”) que sufría maltrato psicológico por parte de su pareja (otra mujer). Pero no era capaz de entenderlo como “maltrato”. Lo curioso, es que yo y otra amiga (ambas heterosexuales) le decíamos claramente que no podía seguir así, mientras sus amistades lesbianas no “veían” ningún problema en su relación. Y fue duro, y parecía un absurdo, hasta que se nos ocurrió una idea. Llamé a una amiga mía (esta será “Sonia”) que había recibido maltratos por parte de su novio y, con tiempo y ayuda, había conseguido salir adelante con su vida. Quedé con Bea, a la que su novia le “prohibía” salir sin ella (excepto si me veía a mí u otras personas que consideraba “poco influyentes”). En mi casa, reuní a Bea con Sonia, la que había salido de una relación de maltrato. Hablamos de sus relaciones, y poco a poco se fue esclareciendo todo. Lo que le hacía el ya ex-novio a Sonia era exactamente lo que le estaba haciendo su novia a Bea. Hablaron las dos, dejé que la verdad apareciese ante los ojos de Bea con la ayuda de Sonia. Y pudimos ayudarla a salir de esa relación.
Pero cuesta. Cuesta mucho. La gente lo considera una tontería pero es maltrato puro y duro. Cruel y doloroso. “Violencia doméstica” no son “cosas de casa”, es maltrato y manipulación extrema. Y deseo que cada vez más personas abran los ojos, como consiguió hacer mi amiga Bea.
No importa quién maltrate ni quién sea la víctima del maltrato. Lo importante es acabar con esta práctica para siempre.
Hola! acabo de leer todo el articulo, me he quedado pasmada y les pido un consejo, no cumplo yo ni mi pareja (mujer) todas esas pautas del acoso psicologico.
me doy cuenta yo personalmente que he caido de manera inconsciente en algunos patrones…dios santo felizmente me doy cuenta. he tratado de influenciar en sus amistades, porque su amigo es un tipo mañoso…aunque me dice k solo lo ve como amigo.
y en no respetar lo que ella queria o no queria hacer.
eso nos llevo a los golpes hace unos dias… es la 2da vez que pasa,arañones, empujones, y es mutuo…ambas nos damos , debo reconocer que nada de eso hubiera pasado ni tan solo la hubiera escuchado y hubiera buscado el dialogo antes de enojarme.
Lo hemos hablado abiertamente, le he pedido disculpas, ella tambien lo ha echo y hemos decidido darnos una oportunidad,y realmente quiero esta relacion y voy a poner de mi parte.
mi pregunta es: se puede cambiar y mejorar la relacion una vez que ya han habido estas “peleas”???
como lei lo importante es acabar para siempre con esta practica:la violencia.
-tengo 26 y mi novia 23.
[…] resaca feminista, por la celebración ayer del día de la mujer trabajadora, me encuentro un artículo en MiraLES sobre el maltrato entre parejas del mismo sexo. La violencia de género es un tema preocupante, y que causa daños irreparables a las mujeres que […]
Me parece algo exagerado el ejemplo de Laura y Elisa, todas las parejas discuten, y a todas en algun momento nos puede molestar algo de lo que hace nuestra pareja e intentar cambiarlo aunque sea inconscientemente es así, aunque ni siquiera nos demos cuenta, y quien no lo reconozca pienso que se engaña a si misma. Ahora, de ahi a un mal trato psicologico creo que va un abismo. Por otra parte también pienso que habría que cambiar el nombre “violencia de género” y ampliar la ley, una ley donde entremos todos, claro que, todo es que a los de la cúpula les apetezca. De verdad que no comprendo como se puede humillar y golpear a una mujer, pero mucho menos lo entiendo cuando es otra mujer la que lo hace.
La violencia es violencia, se el agresor hombre o sea mujer y debe ser castigada con la misma dureza. Por experiencia personal os digo: si un hombre os agrede con un arma blanca, un cuchillo por ejemplo, le caerá una pena de cárcel mayor de dos años, y os tendrá que pagar una cuantiosa multa. Si la agresora es mujer la cosa cambia. La policía se tomará vuestro caso a cachondeo, y la pena que le va a caer a ella es nada y menos. Desgraciadamente lo he podido comprobar personalmente. Es evidente que un hombre puede tener más fuerza física que una mujer, y eso puede ser un agravante, pero una mujer te puede hacer el mismo daño.
Gran articulo. He pasado por esa situacion durante siete años y al fin sali del circulo vicioso, Pero lo que siempre me impresiona mas de este asunto es que la persona toxica se sienta victima.
Pero lo supere y ahora soy feliz con mi pareja. Y si alguien toxico, en general, se acerca a mi se disparan los sensores, con lo cual me alegro de haber aprendido.
Género no es uno son dos. La tipificación es incorrecta porque no aclara y, en todo caso, debería ser de uno a otro género teniendo en cuenta que el crimen se cometió por desear un mal específico a ese género en cuestión. La ignorancia es dañina en estos casos. Lo cierto es que deberían tener en cuenta la tipificación mixta hombre hacia mujer y mujer hacia hombre y, en una pareja del mismo sexo, tener en cuenta que la violencia a sido ejercida por desear dañar a la víctima por su género o sexo. Dado que el “género” es una cuestión en el presente múltiple (si vamos a la definición de género cabría crear nuevos), la realidad es que debemos evitar ser desiguales en cuanto a las tipificaciones y, así, llegares a una igualdad que brege por no hacer diferencias entre mujeres y hombres de la preferencia u orientación sexual que poseán.
EL igualitarismo, humanismo o plurismo, serían conceptos más propios para una sociedad que busca igualdad y no excenciones o derechos especiales. Machismo, feminismo, patriarcado o matriarcado, son conceptos poco sanos y violentos desde la puja por el poder de control y, es histórico, que sólo a generado más violencia de parte de quien puede inflingirla. Gandhi la tenía muy clara en este apartado.
por supuesto, dejo claro que es mi hipótesis y perspectiva sobre un tema complejo que vengo revisando en estos últimos años y que aún estoy revisando (de hecho llegué a este “post” en el recorrido de investigación sobre la violencia como patrón de comportamiento humano y la invisibilización de los grupos de su propia violencia en el proceso de obtención del poder y la imagen social positiva).
Saludos cordiales y muy interesante el artículo.
Recién acabo de salir de una tremenda relación tóxica en mi vida , una Tapatía guapísima (originaria de Guadalajara, Jalisco, México) que me fue conduciendo con la manipulación, chantaje, gritos y mentiras aun verdadero tormento a pesar de mi apoyo moral y económico incondicional a ella y a las broncas que tuvieron dos de sus hijos…la verdad es que ahora con mas herramientas emocionales pude al fin enviarle directo a la chingada! Al fin se fue de mi casa con su huevón hijo de 20 años con complejo de Edipo… pobre de la siguiente colega les que se la tope, porque esta “mujer” es realmente peligrosa …
No consigo respuesta, pero si en una relación lesbiana, solo UNA toma las decisiones de un futuro bb (el nombre, el sexo, la educación…) excluyendo toda opinión de la otra… Es un tipo d violencia ?
Hola, yo despues de mucho tiempo de maltratar psicologicamente a mi pareja exploté le pegué, le cause muchisimo dolor fisico y psicologico y no hay un segundo en el que no me arrepienta de eso. Es el error mas grande que cometi en mi vida y les aseguro que no voy a volver a levatarle la mano ni la voz a nadie.
En serio me pregunto si despues de hacer terapia y solucionar mis problmas mentales es posible intentarlo con la msima persona? se que suena totalmente incoherente porque la lastime como nunca a nadie pero la ¿amo?
Una persona violenta no sabe lo que esta haciendo,no me justifico se que me merezco lo peor pero no sabia que estaba haciendo esto hasta ahora.
Necesito que me ayuden por favor, estoy viviendo un infierno! Necesito un consejo, ayuda, por favor. Mi pareja es igual a Elisa, la chica del artículo.
Maria, en mi opinión tus postulados son hembristas, y además coinciden con los que habia en el franquismo que el art 14 derogó en el 83.
La violencia machista puede que sea una nuy concreta, y la violencia hembrista tb es una muy cocreta que mata mucha gente a lolargo del año, y la Ley actual más.
Y luego ya el tema de gritos en la pareja y de temas peronales como el ejemploq ue se pone de esa dos chicas son temas de pareja, no creo que la ley deba entrar en eso, si la otra persona quiere se va de la relación y ya. Yo he sido maltratado psicologicamente por muchas mujeres, normalmente quien mas pillado esta de la pareja, sea hombre o mujer lo pasa peor, pero es parte de la vida, si yo tuviee que hacer justicia muchas estarian ahora en la carcel, pq alguna me ha dejado al borde del suicidio, pero si te vengas eres un maltratador o te peuden hacer nua denuncia falsa a la minima que les digas algo… en mi caso la ultima me mando su novia novio y me dijoq ue tebia ganas de partirle la boca a alguien, que ni la hablase….y aunque siempre he tratado de evitarlo alguna tb lo ha pasado mal por mi, es ley de vida.
Que las lesbianas tb son maltratdoras indica que loq ue se llama violencia de geenro o machista es un sinsentido yq ue la violencia intrafamiliar o de pareja debe tener toda el mismo tratamiento,n apoyar al debi, que en la mayopria de casos seran mujeres, por tema fisico, y en otros hombres, mas por tema psicologico.
Cuando me dicen de renunciar a los privilegios de ser hombre, me da la risa.. pq las mujeres quieren que las apartes la silla, que cuando haya una guerra se diga eso de las mujeres y niños primero, tener trabajos sin crga fisica, y claro, que los tios las entren, no vayan a tener que er ellas las que vayan a esperar un no por respuesta.
Os propongo un ejercicio de reflexión muy sencillo:
Cambiad “Laura” por “Juan” y quizás empecéis a tomar en serio también la situación que la mayoría de hombres vivimos o hemos vivido. Pero claro, somos hombres, prácticamente infrahumanos y que solo por nuestro género se nos debe tratar de manera diferente… peor.
Hola soy etero hombre. Me envolvi sentimentalmente con una mujer ( lesbiana (laura) que su pareja elisa la maltrata sentimental, fisica y sicologicamente. Ahora ella le a pillado y le a obligado que ya no nos veamos xq le a amenazado con muchad cosas ya que sus amigos y familiares le dan la razon a elisa. Laura me a confezado que ya no ama a elisa que ya no sabe donde y con quien se a metido. Pero con las amenazas y golpisas que le a dado y para evitar escandalos laura a decidido terminar todo. Bueno en el fondo yo se que todo depende de laura y no quiero forzar nada ni inbolucrarme mucho mas. Pero tambien en el fondo siento que laura necesita ayuda ya q no tiene apoyo de nadies y por q nadies la toma encerio ni su familia. Laura es la que trabaja y paga todas las cuentas. La pregunta es. Como puedo ayudar a laura sim inbulucrarme o meterme en problemas. ?