Marguerite de Crayencour nace el 18 de junio de 1903 en Bruselas, Bélgica, y a los 10 días de su nacimiento su madre fallece por complicaciones derivadas del parto. Su infancia huérfana de madre transcurre, sin embargo, bajo el amparo de un padre protector y culto que se preocupó profundamente de dar la mejor educación a su hija e impulsó siempre su talento. A los diez años la joven Marguerite sabía hablar latín y griego, y el amor por la cultura clásica era ya la gran herencia que la escritora recibía de su progenitor, quien fue la pieza clave de su proceso de formación. De familia aristocrática, tuvo una infancia feliz y acomodada, marcada por numerosos viajes (que realizó con su familia por Europa y Oriente Próximo) y por su delicada pasión por la literatura.
Con sólo 18 años escribe su primer libro de poemas Le jardín des chimères (1921) y a los 25 su padre le propone, como regalo de Navidad, publicar su poema Ícaro. Ambos emprenden la búsqueda de un nombre de escritora para acompañar dicha publicación y establecen que Marg Yourcenar sería a partir de entonces el nombre indicado. Este hecho demuestra la relación tan especial que tenían padre e hija y señala que la infancia de la que a partir de entonces sería Marguerite Yourcenar no fue común. Vendrían después muchas publicaciones en una larga y prolífica vida literaria, obras que fueron muestra de su destreza narrativa y que construirían, por un lado, una nueva forma de hacer y contar la literatura y, por otro, una manera diferente de entender el género y las relaciones entre hombres y mujeres.
La crítica considera que Yourcenar fue la primera escritora en la historia en superar la escritura singularizada por el género y una de las más osadas, al tratar de derribar y reinventar el universo de la sexualidad. Una de sus constantes favoritas fue la de reinterpretar los mitos de la Grecia antigua y adaptarlos a la vida moderna. De este planteamiento surgió su obra más importante y tal vez uno de los escritos fundamentales de la literatura del siglo XX: Memorias de Adriano, un manuscrito comenzado en la década de los años 20 que verá la luz en el año 1951 y que gozará de un éxito y un reconocimiento atemporal.
El otro gran tema de su legado fue el de la ambigüedad sexual y el de la búsqueda homoerótica. Alexis o el tratado del inútil cobarde (1929), El denario del sueño (1929), Ariadna y el aventurero (1932), Electra o la caída de las máscaras (1954), Como el agua que fluye (1982), Un hombre oscuro (1982)… Son en sí mismas novelas que tratarían de explorar el erotismo desde múltiples perspectivas, no desde la visión heteronormativa exclusivamente. Aunque en todos los casos sus personajes fueran masculinos, se tratara bien de hombres bien de mujeres andróginas, de tal modo que la subversión de la sexualidad y de la homosexualidad se realizara desde la exploración de lo masculino, lo cierto es que la escritora trató el tema de la sexualidad de forma honesta y subversiva. Una de las citas de Marguerite más célebres, cuyo eco todavía resuena es: “El amor no tiene género, no tiene más que un cuerpo y ese cuerpo está igualmente imantado por la belleza, toda la belleza, tome la forma curva de un seno de mujer o la línea dura de un muslo de jovencito“.
A finales de los años 20 fallece su padre y con este acontecimiento su vida dará un giro radical. Marguerite entrega su vida a la escritura, a los viajes y al amor, toda una aventura hedonista que se materializará en la transformación que hará de su cuerpo. De esta forma, termina en París y hace lo posible por masculinizar su rostro y sus formas; un corte a la garçonne, luce vestimentas masculinas y camina y fuma con determinación poco femenina. Frecuenta con asiduidad diversos círculos bohemios y se convierte en una habitual de los bares lésbicos y del ambiente gay de París. La noche de la capital francesa, con sus oscuros locales y sus personajes de vida profunda y fragmentada, será el refugio en el que Marguerite cuestionará el papel que le corresponde como sujeto y como mujer. París es, en este momento, sinónimo de libertad y su vida nocturna representa un escenario de liberación y de apertura ideológica.
En una de estas noches parisinas conoce a la escritora a la norteamericana Grace Friks, la mujer con la que comenzará una relación que se prolongará el resto de sus vidas. Casi cuarenta años de convivencia serían el resultado de este encuentro entre las dos mujeres. A pesar de que Marguerite tendrá otros encuentros en lo sucesivo, especialmente en los primeros meses de la relación, momento en el que mantiene un romance con una mujer casada, y haciendo cada una su vida en diferente continente, como consecuencia del impacto de la Segunda Guerra Mundial, Marguerite decide aceptar la invitación que Grace le había lanzado meses antes y emprende el viaje hacia Estados Unidos. Lo que pretendía ser un reencuentro otoñal entre dos amigas se convierte en una mudanza definitiva, que dará pie a una relación matrimonial, salvando algunas distancias. Grace y Marguerite se instalaron en el condado de Maine, adquirieron una casa en común que convertirían en su residencia permanente y definitiva, y a partir de aquí formarán un tándem profesional en el que la belga escribiría e impartiría en la universidad clases de literatura comparada y su pareja norteamericana haría de secretaría, editora, correctora y administrativa.
Aunque la escritora obtuviese la ciudadanía norteamericana en 1947, siempre escribió en francés. Tradujo múltiples obras al idioma galo y su prolífica obra cuenta en su haber con obras de la más variada tipología. Marguerite Yourcenar fue una gran escritora y una ilustre mujer de letras, pero sobre todo fue una mujer contemporánea que trascendió y que, en especial, contó el mundo más allá de su contexto histórico. Nunca fue una lesbiana militante, ni se definió tampoco como tal en ningún momento, pero lo cierto es que en una época de hostilidad e inestabilidad social profunda, en una sociedad cruzada por los prejuicios y sacudida por los movimientos sociales, su forma de vida y sus conceptos, contribuyeron a construir una voz femenina muy alternativa, diferente, que rompió el molde tradicional que envolvía el concepto de género y depuraba lo femenino y lo masculino.
En 1974 su querida Grace contrae un cáncer del sistema linfático que la llevará a la muerte a finales de 1979. Tras la muerte de esta, sin embargo, la nueva década de los 80 comienza para Marguerite llena de desafíos personales y retos emocionales. La escritora conocerá a Jerry Wilson, un fotógrafo norteamericano cuarenta años más joven que ella que le permitirá vivir una nueva historia de amor. Jerry, curiosamente, fue la persona con la que transcurriría sus últimos años de vida y con la que viviría momentos que la escritora describió con entusiasmo y pasión renovadas, y llegaría a decir de él que era “el hombre de su vida”. Con Jerry visitó los países que no le fue posible visitar con Grace y disfrutó de una vejez dinámica y vivaz. Jerry Wilson, no obstante, muere el 8 de febrero de 1986 de sida. Unos años después, la escritora fallece de un ataque al corazón el 17 de diciembre de 1987, poco tiempo después de convertirse en la primera mujer en formar parte de la Academia de la Lengua francesa desde su creación, en 1634.
Un dato curioso: 2037 marcó Marguerite Yourcenar como el año en el que podrán abrirse los archivos privados que contienen el material de sus diarios íntimos y de su correspondencia amorosa. Para ese momento está programada la revelación de la apasionada y agitada vida sentimental de una de las más grandes exponentes de las letras contemporáneas, con nombres propios y detalles concretos. Por el momento, dicho material se halla precintado y custodiado por la Houghton Library de la Universidad de Harvard.
Sin duda de Yourcenar ,a Virginia Woolf
Articulo muy interesante y acertado , con la salvedad de algunos errores :
– Yourcenar aunque nacida en Bruselas (de madre belga y padre francés) nunca fue belga. Nacida francesa, tuvo en 1947 la nacionalidad americana (perdiendo de paso por descuido la francesa que recobro en 1980).
– Conocio a Grace Frick (y no Friks) no en una noche lesbica parisina, sino en el bar del hotel Wagram donde se alojaban las dos.
-Maine no es un condado, sino un Estado de EE UU. Su casa (Petite Plaisance) (que se puede visitar con mucho interés en verano) esta en Northeast Harbor,Maine, en la isla de los Montes Desiertos.
-El cancer de Grace que duro 20 anos, era de mama, y termino, eso si, generalizado en limfatico.
-Yourcenar fue elegida a la Academia francesa en 198o, o sea 7 anos (y no “poco tiempo” ) antes de su muerte (dic.1987). La cual ocurrio unos meses después de la de Wilson (febr. 86) -y no anos !
-No hay que exagerar demasiado la pasion de MY para Jerry Wilson, que era gay y la hizo sufrir mas de una vez al imponerla la presencia de su companero brutal y poco escrupuloso. Wilson, culto, inteligente y bilingue perfecto en francés, representaba esencialmente para ella la desaparicion de la soledad, la posibilidad renovada de viajar ( pasion esencial en su vida ), después de anos bloqueada en su casa por la enfermedad de su companera. Ella misma declaro en una entrevista con un famoso periodista televisivo francés (Jacques Chancel) que “Grace Frick era lo esencial de su vida de mujer”. M.Y. era bisexual pero sus amores con hombres fueron amores imposibles por ser ellos gays; en realidad, daba poca importancia al genero de la persona amada, ero el hecho es que la pasion de su vida, durante 40 anos, fue una mujer, Grace Frick, su alma gemela que colaboro en sus obras y las tradujo esplendidamente al inglés, y cuya figura fue recientemente rectificada y restituida a su verdadera importancia por Joan E. Howard.
Fuentes : Josyane Savigneau :”M.Y, ou l’invention d’une vie” ; y sobre todo el magnifico libro de Joan E. Howard : “We met in Paris, Grace Frick and her life with Marguerite Yourcenar”, 2018.