El mismo día que el mundo celebraba el día del Orgullo LGTB, el mismo día que veíamos las redes sociales inundadas de banderas arcoíris, y a diversas empresas lanzando colecciones temáticas para celebrar la libertad, la diversidad y el amor, Mariana Gómez recibía de parte de un tribunal argentino una insólita condena: un año de prisión.
El 28 de junio ocurría en Argentina, un país donde gays y lesbianas pueden casarse, y que supuestamente es un destino ideal para parejas LGTB, un hecho que debería hacernos reflexionar sobre si tenemos todo “tan atado” y todo “tan conseguido” como creemos. Si algunas leyes que parecen hacernos “iguales” realmente nos sirven tanto cuando la lesbofobia campa a sus anchas en cerebros limitados y que en este caso tienen cierto poder institucional.
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Te ponemos en antecedente. Mariana Gómez es una chica de 26 años que está casada con Rocío Girat. El 2 de octubre de 2017 Mariana y Rocío se dieron un beso afuera de una estación de metro. Un policía (a esto nos referimos con cerebro limitado y con cierto poder institucional) observó el beso y seguramente con su escaso raciocinio se creyó que estaba viendo una película porno y que podía participar. Después de todo las lesbianas estamos para el disfrute de los hombres, ¿no?
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El policía se acercó a la pareja y le exigió a Mariana que apagara el cigarrillo y le tocó los pechos. Por supuesto ella se resistió, él la redujo violentamente. Ahora ha sido condenada a un año de prisión en suspenso por “resistencia a la autoridad”, cuando realmente ha sido condenada por ser lesbiana.
El policía dice que él quería hacer cumplir la ley antitabaco. El problema es que Mariana no era la única que estaba fumando. Fue a por ella después de ver que se besaba con Rocío. Las asociaciones LGTB dijeron que se trata de una agresión lesbófoba de parte de la policía, al igual que lo es el fallo judicial.
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“Lo que sucedió es una patada a nuestros derechos”, dice Rocío, “en Argentina la Ley de Identidad de Género está vigente y cada uno es como se autopercibe“. Argentina aprobó la Ley de Identidad de Género en 2012 y la de Matrimonio Igualitario dos años antes, en 2010. El viernes próximo se divulgarán los fundamentos de la condena resuelta por una jueza en base a la acusación de una fiscal.
“Lo único que estábamos haciendo ese día era estar juntas, siendo lesbianas visibles, que es lo que les incomodó”, aseguró Rocío. El abogado defensor de Mariana, Lisandro Teszkiewicz, rechazó que haya existido resistencia a la autoridad y en cambio consideró que la joven “fue objeto de humillaciones y vejaciones” al adelantar que recurrirá, si es necesario, a la Corte Suprema y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. “No convalidaremos el retroceso de derechos en Argentina”, afirmó.