Me gusta la novia de mi amiga

Pues resulta que me eché una amiga, una amiga majísima que incluso me ayudó a re-descubrir mi propia sexualidad como mujer bisexual. Recién llegada a la ciudad más gayfriendly del país y abierta, empecé a sentir la libertad de ser yo misma, y esta persona además me acompañó en el proceso de forma que todo fue más natural, más fácil y menos traumático. Fueron transcurriendo meses de amistad, hasta que un día me presentó a su novia. Hubo química inmediata y desde ese día, la relación con mi amiga se vio en cierta manera eclipsada, ya no solo quería quedar con mi amiga por nuestra relación, me dí cuenta de que quería ver a su novia. Menudo marrón.

¿Por qué me gusta la novia de alguien?

Ciertamente seguro que pensaste: “¿No habrá mujeres en el mundo para que me tenga que gustar justamente ella?” Te voy a explicar dos factores que desde la psicología se han aislado como promotores del amor: Proximidad y Semejanza.

Proximidad: ¿Verdad que ella está a tu alrededor constantemente?, la proximidad habla de la disponibilidad de alguien, sencillamente nos enamoramos de aquellas mujeres que tenemos cerca, parece que tiene bastante sentido por tanto, que nos fijemos en novias de amigas, amigas de amigas, ex-novias de amigas y largo etcétera.

Semejanza: ¿Tenéis cosas en común?, ¿os gusta música similar?, ¿su sentido del humor y el tuyo fluyen? Ahí tienes la semejanza, que sumada a la proximidad hacen de ella la mujer por quien suspiras.

¿Qué hago si me gusta la novia de mi amiga?

Bien, ahora que reconoces tus sentimientos, por que estoy segura de que la culpa no te dejaba previamente ni pensar en esta posibilidad, vamos a ver qué cositas puedes hacer, cuál sería la mejor solución.

  • Primero de todo ten paciencia y observa con el paso del tiempo si son sentimientos profundos o un simple capricho. Si pasados unos poquitos meses sigues sintiendo lo mismo o más, ya tienes tu respuesta
  • Si has descubierto que efectivamente son sentimientos intensos aquí ya te preguntaría, ¿son recíprocos? Puede que tú sientas algo por ella y ella también por ti, pero debemos averiguarlo.
  • Sé que te sientes egoísta y culpable, pero el amor no se elige, si son recíprocos es posible que la relación de tu amiga lleve haciendo aguas un tiempo. Tú no eres la causa, eres la consecuencia, es importante que lo tengas claro. Eres digna de amar y ser amada, a pesar de tu amiga y de lo mucho que la aprecias.
  • Sincérate. Con ella, con tu amiga, con todo el mundo. Llevas una carga muy grande para llevarla tú sola. Saca todo lo que llevas dentro, no eres ninguna mala persona, ¿de acuerdo?
  • Por último, te aconsejo que respetes la reacción de tu amiga, dale espacio, va a estar enfadada obviamente. Todos necesitamos tiempo para comprender las cosas, ella no es una excepción. Que la culpa no te genere prisas, quizá incluso debas enfrentarte a la posibilidad de que no te perdone enseguida o incluso nunca, que no lo entienda. En ese caso sobretodo quien debe perdonarse eres tú.

El amor es libre, el amor es caprichoso, el amor es azar, el amor es ciego, el amor está por encima de nosotras, ¿no creerás que tú ibas a ser una excepción a todo esto? Da el paso, contrasta con la realidad si es cosa de las dos o solo de una. Así o bien pasarás página o bien empezarás un nuevo libro, ¿te atreves?

Raquel Moya, Psicóloga LGTB
¿Y Psi hablamos?  

Comparte este artículo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio